miércoles, 29 de septiembre de 2010

Daredevil Ninja de Brian Michael Bendis y Rob Haynes.

El primer acercamiento de Brian Michael Bendis al personaje no se produjo en la serie regular del mismo, si no es esta miniserie hoy casi olvidada, pero que por ser precisamente el primer trabajo publicado de Bendis con DD tiene un cierto valor histórico.

La miniserie englobada una vez más en el sello Marvel Knights (increíble pero cierto, un personaje con más de 40 años de historia apenas había protagonizado miniseries antes de la llegada del mencionado sello), fue publicado entre el 2000 y el 2001 y como era habitual en esa época dentro de muchos productos del sello, sufrió un importante retraso ya que el número 1 tiene fecha de portada de diciembre del 2000 y si bien el 2 la tiene de enero de 2001, el número 3 data de mayo de ese mismo año, en España la miniserie no llego hasta principios de 2003 recopilada en su globalidad en una única grapa de la mano de la extinta Forum.

En lo que respecta a los autores, poco se puede decir ya que no se haya dicho de Bendis y de su labor en DD, más allá de que el trabajo realizado en esta mini para nada anticipa los derroteros que más tarde iba a tomar su larga etapa al frente del personaje, en cuanto al dibujo y las tintas el autor será Rob Haynes el cual ya conocía al cuernecitos al haber realizado el MK: Daredevil 12 USA un fill-in en plena saga Mack-Quesada, su estilo descuidado, muy centrado en los primeros planos y con fondos muy pobres no resulta a priori atractivo, pero lo cierto es que leída la historia, resulta muy adecuado para lo que quería contra Bendis, estando las peleas (principal ingrediente de la historia) muy bien coreografiadas, el color sería realizado por David Self habitual colorista de Haynes que realiza un más que correcto trabajo.

Entrando ya en la historia en si, lo cierto es que como se señalabamos antes, poco de lo que en ella se narra hace adivinar nada de lo que luego supondría el trabajo de Bendis con el personaje, la historia como su nombre bien indica se centra en la vertiente más oriental del personaje, una vertiente que solo Miller (padre de la misma) y en mucha menor medida Chichester habían tratado con profundidad hasta entonces, la mini bebe de la etapa Miller de principio a fin ya que supone la recuperación de La Casta, La Mano, Piedra así como un fantasmal Stick y en ella se encuentran todos los ingrediente típicos y tópicos de este tipo de historias: peleas, acción, un objeto mágico, la búsqueda de un elegido por parte de dos bandos que quieren controlarlos, reencarnación etc.

El guión de Bendis (que carece de casi todos los elementos que le caracterizan) se muestra algo timorato en muchos elementos como si no terminara de dominar el género sobre el que escribe, ni el personaje al que luego sabría manejar tan bien cayendo reiteradamente en al descripción de los poderes de Matt (algo bastante común, por otra parte en los guionistas del personaje) en lugar de cómo haría más tarde dejar que el dibujo sea quien transmita la “sensación” de esos poderes al lector.

En cuanto al argumento en si, Bendis aprovecha para profundizar un poco más en los orígenes de La Casta (samuráis) y de La Mano (ninjas) a través de mitos y leyendas japonesas en torno a la figura de un héroe mítico que se reencarna cada cierto tiempo y cuyo control por parte de La Mano hay que evitar a toda costa, en todo ello juega un papel muy importante el bastón que Stick dejo a Matt ya que el senseí como anterior encarnación del elegido usaba el mismo como simbólica espada mítica asociada siempre al héroe.

La Casta tras poner a prueba a Matt y demostrar este que esta de sobra preparado para ayudarles, se enfrenta a La Mano para hacerse con el control del bastón y descubrir la identidad del futuro héroe identidad que permite enlazar con la saga “Diablo Guardián” de Kevin Smith, en un guiño muy bien ejecutado por Bendis.

Sin ser gran cosa, el comic resulta entretenido, bien contado pese a sus defectos y hasta graciosa por momentos (el permanente “odio el rollo ninja” de Matt), una comic en el que los combates y la acción están por encima de la historia en si pero que pese a ello permite pasar un buen rato, un trabajo interesante en definitiva aunque lejos de la trascendencia y calidad de la posterior etapa del guionista con el personaje, lo cual no tiene nada de malo, ya que Ninja lo único que pretende es entretener, y eso lo consigue de sobra.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Daredevil: Father de Joe Quesada.

Siguiendo con la retrocontinuidad, si DD Yellow o en DD The Man Without Fear mostraban distintas versiones del origen del personaje, Daredevil: Father, juega con la figura de una pieza clave en la esencia de Daredevil, su padre Jack “Batallador” Murdock, y lo hace desde una perspectiva muy distinta a Daredevil: Jack Battli´n Murdock.

Daredevil: Father concebida inicialmente como una miniserie de cinco números, que sin embargo al final tuvo seis, se trata de un proyecto de compleja publicación tanto en los USA como en España, enmarcada en el sello Marvel Knights, la miniserie supuso el regreso al tablero de dibujo del editor in chieff de la casa, Joe Quesada, el cual (portadas aparte) llevaba alejado de los lápices desde su estancia en la serie regular del cuernecitos, las ocupaciones propias de su cargo, y una clara falta de planificación hicieron que la miniserie que empezó a publicarse en Octubre de 2004 no concluyese hasta finales de 2006, un retraso que también afecto a su publicación en España, y es que la miniserie incluida como complemento en la serie regular del personaje tras su renumeración, se publico entre los números 1 y 5 de MK: Daredevil volumen II y no se pudó concluir hasta el número 13 de la , los retrasos de esta índole que de por si son graves, lo son más en este caso y es que, ¿cómo va a exigir Quesada a nadie que entregue a tiempo si el mismo es incapaz de hacerlo?, en fin….

Dejando estos menesteres y pasando a los creditos del comic, este cuenta con los guiones y dibujos del propio Quesada mientras que las tintas y el color corren a cargo de Danny Miki (Xtreme-X-Men) y Richard Isanove (Lobezno: Origen), dos de los nombres más prestigiosos de la casa, no iba a ser menos estando el jefe de por medio.

La historia que Quesada plantea parte de una idea interesante en la que la figura del padre juega un papel central en la vida de los cuatro personajes que sustentaran la historia, una historia en la que actos heroicos del pasado volverán no como tales si no más bien como pesadillas, una historia sobre las consecuencias de las acciones que se realizan aun con lo más loables fines, y en la que el destino de los cuatro personajes estará entrelazado de una u otra forma por la figura de sus progenitores.

Estos personajes serán, el propio Matt Murdock cuyo padre trato de inculcarle que estudiara y fuera alguien en la vida, pero cuyos actos le enseñaron todo lo contrario, ya que Matt no ha podido olvidar como Jack fue un en tiempos un mero matón del mafioso local; Nestor Rodríguez “Nero”, poderoso empresario y luchador en tiempos por los derechos de los hispanos en Norteamérica, vio a su padre morir entre sus brazos sin que Daredevil llegara a tiempo de evitarlo; Maggie Farell cliente del despacho de Matt a quien acude en busca de ayuda por haber contraído un cáncer por los productos químicos de una empresa y la identidad de cuyo padre será una de las sorpresas más impactantes de la historia, y Sean Farell marido de Maggie, un antiguo vecino de la Cocina del Infierno que conseguiría salir del barrio y cuyo padre también tendrá un importante relación con Jack Murdock.

La historia se enmarca en una ola de calor terrorífica que asola un New York, que se encuentra inmerso en plena ola de crímenes de un asesino en serie conocido como Johny “Cuencas”, por su costumbre de arrancar los ojos a sus victimas mientras aun están vivas, Murdock más preocupado por completar la erradicación del crimen en la Cocina del Infierno (la historia esta ambientada en plena época Bendis, cuando Matt se había proclamado “rey” del barrio) que en otra cosa, no se interesa en lo más mínimo por este asunto, hasta que descubre por la malas que todos los asesinados son o han sido clientes de su bufete, las pistas parecen conducir a Sean, pero las apariencias siempre engañan y la resolución de la trama dejara a Matt impactado, y agradeciendo a su padre, que pese a haber cometido errores, supo rectificar a tiempo, y finalmente darle esperanzas.

Antes de llegar a todo esto, han pasado 6 largos números en los que Quesada, dispuesto a marcar diferencias con su anterior etapa dibuja a un Daredevil masivo (nunca mejor dicho, a veces parece más Hulk de rojo más que DD), abusa de las pantallas de televisión como hilo conductor de la historia e inventa a un patético grupo de superhéroes nuevo Los Santeros, dirigidos por Nero y cuyas apariciones más allá de lo ridículo de vestimentas o actitudes solo sirven para ver a DD vestido de samurai y cargando contra ellos sobre una moto con una lanza cual caballero medieval (sic).

La historia en si parte de una buena idea y el final es impactante, pero su desarrollo lento y anodino, su dibujo totalmente erróneo para lo que se supone que es DD, y su casi total falta de planificación que trasmite la sensación (casi certeza) de que las cosa pasan por que si, hacen de Father poco más que un experimento visual de manos de un Quesada desbocado que en abusa de splash pages y de recurso estilísticos que solo complican la lectura, en definitiva DD: Father se trata de una obra mediocre que no solo podía haber sido contada en lo cinco números inicialmente previstos si no que incluso así sobrarían números.

Pero aún con todo esto, más allá de la morosidad narrativa, de lo fuera de personaje que esta el protagonista central de la obra, de la sobreabundancia de momentos ridículos o de lo inadecuado del dibujo, lo peor de Father no es nada de esto.

La retrocontinuidad (el visitar el pasado de un personaje y reescribirlo aprovechando los huecos dejados en sus orígenes o reinterpretando estos) es un arma tan maravillosa como peligrosa depende de quien la esgrima y de su talento, el concepto puede dar para un innecesario pero bello ejercicio de nostalgia (Yellow), para revisitación que roza la maestría (El Hombre Sin Miedo) o para escribir una carta de amor a la esencia del personaje (Jack Battli´n Murdock), por desgracia también puede servir para todo lo contrario, puede servir para envilecer al personaje, y ese es el principal problema de Father, convertir un acto de heroicidad y sacrificios puro, en el que además el protagonista pierde la visión, en algo que degenera en maldad habida cuenta de las consecuencias de salvar la vida a esa persona, terminan contagiando la mismas bases sobre las que se asienta Daredevil, al cuestionar su misma heroicidad de base, lo que Quesada hace en Father además de gratuito, es dañino, y esa es la peor de las maneras de usar la retrocontinuidad, que como decíamos es un arma de doble filo, por desgracia Quesada se cortó y con ello daño también al personaje.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Daredevil: Jack Battli´n Murdock de Zeb Wells y Carmine Di Giandomenico

Todo superhéroe tiene un elemento motivador, que más allá de sus poderes le lleva a tomar una la elección sobre que hacer con ellos, en el caso de Daredevil ese elemento motivador tiene nombre y apellidos: Jack “Batallador” Murdock, padre de Matt y cuya vida y muerte ejercen aún hoy una influencia gigantesca sobre Daredevil, esta miniserie trata de ahondar en la figura de un personaje en el que, pese a todo, nunca se ha profundizado demasiado.

Encuadrada dentro del nuevo enfoque del sello Marvel Knights, compuesto ahora por miniseries, que tanto dentro como fuera de continuidad, exploran aspectos o puntos de vista nuevos sobre los personajes de la casa y que tiene como obra más emblemática hasta ahora el Silver Surfer: Requien de JMS y Essad Ribic, Daredevil Battlin´Jack Murdock se trata de una miniserie de cuatro números que explora uno de los personajes más importantes, y sin embargo menos usado de la mitología de Daredevil; su padre Jack Murdock.

Razón fundamental por la que Matt inicio su carrera como Daredevil (algo bastante matizado en las páginas de El Hombre sin Miedo de Miller y Romita Jr.), Jack Murdock sería también clave en su vocación profesional, ya que su pasión por la justicia se inicio en el momento en el que (siendo aún niño), Matt comprendió que incluso su padre se podía equivocar y cometer una injusticia, y que para corregir esas equivocaciones, esas injusticias, debía haber reglas (leyes) que alguien habría de defender.

La figura de Jack “Batallador” Murdock se agiganta a la hora de definir al personaje si tenemos en cuenta su misma esencia; Matt prometió en vida de su padre no recurrir a la violencia, como había hecho él toda su vida, sin embargo ¿qué es, Daredevil, si no una respuesta violenta a los conflictos que el abogado Matt Murdock no puede resolver?, así, bajo este prisma Daredevil puede ser tanto la máscara que Matt se pone para ocultar la vergüenza de haber “mentido” a su padre, como la máscara que le permite alcanzar la libertad, que si cumpliera esa promesa, nunca podría alcanzar.

Sea como sea tanto por su presencia como sobre todo por su ausencia, la figura de Jack “Batallador” Murdock apenas si ha sido esbozada, antes de la llegada de Miller sabíamos que el padre de Matt era un boxeador de segunda fila viudo y semiacabado que vio como la vida le daba una segunda oportunidad relanzando su carrera y llegando al mismísimo Madison Square Garden, sin embargo, su representante, un mafioso de poca monta llamado “El Arreglador”, le amenaza de muerte para que pierda ese combate, cosa que Jack no hará ya que se niega a rendirse delante de su hijo, el asesinato de Jack, inicia la carrera de Matt como justiciero que no duda en vengarse, esto es lo básico; sin embargo como decíamos antes, Miller introduzca de una forma u otra muchos matices, primero descubrimos que Jack no era viudo, la madre de Matt, Maggie, incapaz de asumir la espiral de violencia en la que se había convertido la vida de Jack, decide dejarlo, quedando Jack solo y con Matt apenas si recién nacido, también descubrimos, que antes de retomar su carrera como boxeador, Jack se había visto obligado a trabajar de matón para “El Arreglador”, un trabajo que lo estaba destruyendo por dentro y del que escapo por pura fuerza de voluntad, por otra parte, Miller nos mostró como la venganza emprendida por Matt tras el asesinato de su padre no acabo del todo bien, y aún pasarían unos años antes de que este asumiese su destino.

Con todos estos matices, Zeb Wells coargumentista y guionista de la obra, y Carmine Di Giandomenico coargumentista y dibujante, estructuran una miniserie en cuatro números, que nos relata el último combate de Jack “Batallador” Murdock, cada capítulo nos relata un asalto del combate a la par que a modo de flashback nos cuenta la historia de Jack; antes de entrar en esta y por hablar un poco de los autores; Zeb Wells es un guionista de la nueva hornada marvelita, corresponsable del Brad New Day arácnido y en teoría dotado para el humor y el enfoque menos superhéroico, de momento, tal vez a día de hoy, este Daredevil: Battlin´Jack Murdock, sea su mejor obra, en lo que sin duda influye el italiano Carmine Di Giandomenico que como decíamos también es coargumentista del comic; dotado de un estilo visualmente muy atractivo, cargado de fuerza y expresividad, Di Giandomenico está tiene un trazo simple pero efectivo que en ocasiones recuerda y mucho al del gran Tim Sale, lo que le ha permitido iniciar un prometedora carrera en el comic comercial USA.

Entrando ya en el análisis de la obra en sí, lo cierto es que si por algo destaca esta miniserie es por el enorme respeto y cariño que transmite por la mitología del personaje, al leer el comic, y al contrario de lo que sucedía con la lamentable Father (que no hacía sino envilecer el origen del personaje), uno tiene la sensación de que Daredevil, su pasado su entorno y su misma esencia se ven enriquecidos, detalles como la presencia de una atractiva y entrañable Josie (personaje recurrente en la etapa Miller, como una envejecida dueña de un bar que siempre acababa con la ventana rota por las peleas de DD), o de un infante Turk que ya apunta manera de rufián, son un claro ejemplo de cómo en ocasiones la “retrocontinuidad” puede ser una herramienta maravillosa.

Daredevil: Battlin´Jack Murdock, es sin duda una de esas ocasiones, el gran trabajo de sus autores permite empatizar casi desde el principio con la trágica figura de Jack, un perdedor con muy malas cartas en la vida que sin embargo no está dispuesto a rendirse y más tras la llegada de Matt a su vida; un hombre lleno de defectos, pero fuerte y firme como una roca, que está dispuesto a dejarse vencer (contradiciendo a su misma esencia) solo para salvar la vida a un hijo al que cree débil e indefenso, y que finalmente al darse cuenta de que este es más que capaz de valerse por sí mismo (uno de las grandes sorpresas de la mini, por otra parte muy bien traída), se niega a rendirse, se niega a caer, no solo para dar ejemplo a su hijo, si no para conseguir algo de dignidad ante un mundo que solo le ha maltratado, un sacrificio final (un sacrificio muy distinto al que creyó tener que hacer en un principio) que no será en balde, ya que sentará las raíces de una de las figuras heroicas más importantes del mundo a la par que contribuye a matizar o incluso a alejar las reflexiones sobre motivos ocultos en la mascarada de Matt, antes de morir, Jack supo que su hijo podía valerse por sí mismo, que no era débil y que no iba a caer, que aunque al violencia no fuera su repuesta, si era necesario podría usarla, y no se sintió avergonzado, no se sintió engañado, se sintió feliz y listo para irse.

En fin un comic magnifico del que si acaso cabe mencionar la edición española, donde la mini se ha incluido en los números 27 al 30 de la colección regular del personaje (MK: Daredevil volumen II, VI del global, si contamos Forum y Panini), una decisión no exenta de polémica (por aquello de obligar a pagar un sobreprecio a aquellos que solo quieran la serie regular) que al menos permite que este gran comic no quedará inédito en nuestro país.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Daredevil Yellow de Jeph Loeb y Tim Sale

El origen de los grandes héroes del comic es revisitado una y otra vez, cada cierto tiempo surgen proyectos que desde el cambio o desde la nostalgia regresan a esos primeros años del héroe, si el antes veíamos el origen del hombre sin miedo desde el primer enfoque ahora de la mano de Jeph Loeb y Tim Sale, lo veremos desde el segundo.


Daredevil Yellow fue una miniserie de seis números publicada bajo el sello Marvel Knights entre Agosto de 2001 y Enero de 2002, en España se publico en un bonito tomo en tapa dura en el año 2002 por parte de la extinta Forum, una edición muy buena, con todas las (excepcionales) portadas, un prologo de Stan Lee y unos cuantos bocetos como extras.

El proyecto cabe enmarcarse dentro de las colaboraciones entre Loeb y Sale, colaboraciones de las que han salido comics tan interesantes como Batman: El Largo Hallowen, su secuela Dark Victory, Superman Las Cuatro Estaciones, o “los trabajo de colores” para Marvel como Spiderman Blue, o Hulk Gray, son por regla general proyectos ambientados en los primeros años del héroe en cuestión, donde Loeb gran fan de la época más clásica de los héroes (algo que ha demostrado con creces en su etapa en Superman) realiza guiones que desde la nostalgia y el respeto tratan o bien de evocar o bien de imitar el tomo y estilo de esos tiempos primigenios, el gran atractivo de estas colaboraciones reside sin embargo en Tim Sale, excepcional dibujante lleno de garra y fuerza, cuya sola presencia justifica de por si la compra de un comic, artista capaz de combinar espectacularidad con narratividad, Sale demuestra un manejo de la composición de página y de los personajes que en ella se mueven que para si quisieran muchos de los artistas más hot del momento.

Entrando en lo que a Daredevil Yellow se refiere, el proyecto surge por las ganas que Sale tenía de dibujar al personaje y Loeb lo enfoca de manera casi idéntica que el resto de proyectos con el dibujante para la Casa de las Ideas en la época, así si la historia empieza con Matt recordando su pasado a través de una carta que escribe a Karen Paige el amor de su vida recientemente asesinada a manos de Bullseye, Matt rememora sus orígenes y como conoció a Karen y recuerda de paso sus primeras historias aquellas escritas por Stan Lee y dibujadas por autores como Bill Everett o Wally Word, historias donde Daredevil se enfrenta vestido de amarillo (de ahí el titulo) a villanos tales como Electro, el Buho, o el Matador, a la vez que vive un extraño triangulo amoroso o es contratado por los 4F como abogado, Loeb cuyo trabajo en algunas ocasiones más que homenaje parece copia del de Lee, rememora de esta forma la inocencia inicial de un héroe muy lejano de la oscuridad que la llegada de Miller traería, un héroe simpático que disfruta con lo que hace y cuyo traje amarillo por su propia luminosidad contrasta con el posterior traje rojo o con la oscuridad de las escenas ambientadas en el presente, siendo clave en este aspecto el gran papel el colorista Matt Hollngsworth.

El problema del comic es que las historias que rememora Loeb, más allá de la nostalgia, no eran buenas historias ya en su día, como ya se ha dicho por aquí Daredevil al principio era un personaje muy mal concebido, cuyo único elemento de diferenciación era su discapacidad que casi lo definía siendo por lo demás un Spiderman madurito de segunda, y es que el trabajo de Lee con el personaje no puede situarse ni mucho menos entre los mejores del guionista ya que Daredevil en toda esta época se movería entre historias absurdas con triples personalidades, triángulos amorosos estupidos y una galería de villanos entre triste y lamentable, por ello y pese a sus esfuerzos la historia se convierte en un homenaje nostálgico a una época que tal vez no merezca tal cosa, otro tema sin embargo es el dibujo donde Sale autentico alma mater del proyecto demuestra sus ganas y buen hacer que hacen que por si mismo merezca la pena el comic, lo que no deja de ser curioso, ya que en la época homenajeda, si Daredevil destacaba por algo era por sus excepcionales dibujantes.

Para acabar y respecto al tema de la continuidad, cabría preguntarse que si a nivel “canónico” el origen oficial del personaje es Daredevil: El Hombre Sin Miedo de Miller y Romita Jr., ¿donde queda Daredevil: Yellow?, bueno la cuestión es peliaguda ya que lo aquí descrito entra en clara confrontación con el trabajo de Miller, trabajo por otra parte también difícil de encajar con la narrado en su día por Stan Lee que es en lo que se basa Loeb a la hora de escribir esta obra, tal vez ante estas contradicciones (y viendo la calidad de una y otra obra) lo mejor sea considerar a Daredevil: Yellow un mero ejercicio nostálgico carente de todo interés más allá de su espectacular dibujo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Daredevil: El Hombre Sin Miedo, por Frank Miller y John Romita Jr, el orígen de una leyenda.

El último trabajo de Miller con el personaje supuso un autentico Año Uno para DD, al igual que hiciera en su magnifico Batman: Año Uno, Miller reinventa el origen del hombre sin miedo contando para ello con la magnifica labor de John Romita Jr., uno de los mejores dibujantes de la historia del personaje.

Empezando por los datos técnicos, Daredevil: The Man without Fear se trato de una serie limitada de cinco números publicada entre los años 1993-1994, sus autores fueron Frank Miller a los guiones, John Romita Jr., al dibujo, Al Williamson a las tintas (el cual ya había colaborado con Romita durante su etapa regular en la serie del personaje) y Christie “Max” Scheele al color (colorista habitual en diversas etapas de la serie regular del hombre sin miedo), todos ellos editados por el gran Ralph Macchio editor también por entonces también de la serie regular del personaje.

En cuanto a su publicación en España la miniserie ha gozado de varias ediciones, en primer lugar dentro de la extinta colección One-shots de Forum donde contó con una segunda edición ante el éxito de la primera, una edición bastante digna (con prologo de Macchio incluido) aunque con cierta tendencia al “otoñialismo” si no se tiene extremo cuidado  y en segundo lugar la anunciada reedición que Panini dentro del formato BoME.

Cabría señalar también algunos apuntes creativos, en la miniserie, es conveniente remarcar que inicialmente el proyecto previsto era un One-Shot de más o menos páginas pero en todo caso un número único en el que Miller recontaría el origen del personaje, el proyecto rumoreado primero y anunciado después durante la época de Romita Jr. como dibujante regular de la serie se fue retrasando paulatinamente y es que Miller además de estar ocupado en múltiples proyectos, vio como la idea inicial crecía y crecía siendo incapaz de ceñirse exclusivamente a las páginas pensadas en un principio, el proyecto termino por transformarse en una miniserie de cinco números, cuyo guión se ha señalado en varias ocasiones estaba pensado inicialmente para una presunta (y fallida, por lo visto) adaptación cinematográfica del personaje. Como curiosidad cabe señalar que el comic vio finalmente la luz en plena época Chichester/McDaniel con el regreso de Elektra de por medio, regreso del que Miller siempre ha renegado y que le ha llevado a no volver a colaborar con Marvel salvo en proyectos conmemorativos (con motivo de los atentados del 11-S), así que esta historia, que cuenta la primera historia del hombre sin miedo es paradójicamente la ultima colaboración del Miller con el personaje.

En cuanto al proyecto en si, lo cierto es que aunque Daredevil fue creado a la altura de 1964 por Stan Lee y Bill Everett, el personaje tal y como lo conocemos se debe casi al 100% a Frank Miller y a su trabajo durante su estancia en la serie regular del personaje entre finales de los 70-principios de los 80. Miller cambio y redefinió por completo un personaje mal concebido desde el inicio, al que el autor americano supo hacer suyo desde el principio. Y es que si algo había acusado el Daredevil pre-Miller es una clara falta de definición, aunque el personaje contaba con un origen funcional (aunque nada original), lo cierto es que sus motivaciones y forma de actuar hacían de él una especie de Spiderman de segunda, que pese a contar con buenas e interesantes etapas (sobre todo gracias a la labor del Gene Colan) no terminaba de encontrar su propia voz.

La llegada de Miller supuso un tremendo vuelco a todo esto redefiniendo al personaje, oscureciéndolo y dotándole de una némesis definitiva (Kingpin), recontando su pasado, poniendo en cuestión el verdadero origen de sus poderes (a través de la figura de un sensei de juventud, Stick) y creando el que sería su primer amor, Elektra, en un genial alarde de retrocontinuidad, aprovechándose eso si de un personaje cuyo pasado era casi una tabula rasa del que apenas sabíamos nada. Sin embargo y pese a esto, era obvio que se hacia necesario recontar el origen del personaje, no tanto por que el narrado por Lee no fuera valido, si no por que se hacia imprescindible incluir todos estos elementos (Stick, Elektra, el origen de los poderes del personaje, etc) dentro de los primeros años de aventuras del héroe.

Con esta idea en mente nació Daredevil: The Man Without Fear, como no podía ser de otra manera Miller sería el encargado de contar este año uno de DD no solo por su demostrada valía en estas lides (Batman: Año Uno), si no por que el había introducido todos estos elemento en la biografía del personaje. Como dibujante para el proyecto el elegido fue John Romita Jr. autor de una de las más recordadas etapas del personaje (donde por cierto, y en nuestra opinión, desarrollaría su mejor trabajo en su dilatada e impresionante carrera en el mundo de los comics), Romita se antojaba como el complemento perfecto para una obra que ya desde un primer momento cobraba tintes de definitiva.

El guión de Miller, impactante y vibrante supone (como en el suele ser habitual) un puñetazo directo al estomago, una historia que llega al alma, un guión donde muchas de la obsesiones del autor (un hombre contra el sistema, la violencia sin concesiones, la posibilidad de marcar una diferencia si no te rindes etc) esta plenamente vigentes, en una historia que muestra casi todas las virtudes del genial autor americano y muy pocos de sus defectos. Por otro lado Romita Jr. realizaría también un trabajo excepcional, según el propio autor este proyecto es una de las cumbres de su carrera y sus ganas e ilusión se palpan en cada página, un comic deslumbrante en casi (después hablaremos del por que de este casi) todos los aspectos.

Miller mantiene los elementos básicos del origen del personaje (el accidente que le ciega, el asesinato de su padre etc), introduce toda una serie de aspectos nuevos más que relevantes. El primero se centrara en la llegada de Stick el cual se presentara al Matt tras su accidente (siendo apenas un niño) y le enseñara con dureza la forma de desenvolverse con sus habilidades, habilidades que Miller cuestiona que vengan del accidente en cuestión (o al menos solo del accidente) señalando que Matt (junto con Elektra) en uno de los pocos “elegidos” en esta generación (elegidos para poder entrar en La Casta, en su eterna lucha contra La Mano), además Miller ahonda en la personalidad de Jack Murdock (algo apenas tocado antes) y muestra como este tiene que hacer de matón de medio pelo para pagar la educación de su hijo.

Al igual que en la historia de Lee/Everett, será el asesinato de este el que desencadene que Matt se disfrace, aunque al contrario que allí Miller relata como Matt más que justicia busca venganza, causando en sus imprudentes y violentas acciones la muerte accidental de una prostituta (algo que no sería así exactamente como años después descubriríamos). Esta muerte le lleva a ser rechazado por Stick (“el chico ha fallado, no nos es útil”) y hace que no sea ese el momento en el que inicie su carrera como Daredevil, un Daredevil que como tal no aparecerá prácticamente en toda la miniserie mostrando así Miller su gran conocimiento del personaje, y es que mientras que en Batman: Año Uno, este aparece como tal casi desde el principio, consciente el autor que desde el brutal asesinato de sus padres, Wayne como tal murió y solo quedo Batman, en Daredevil: The Man Without Fear, Miller sabe que Matt es ante todo Matt, que DD es la mascara, y por eso el comic es ante todo una historia de Matt, todo esto termina marcando una clara diferencia con el origen clásico del personaje.

Tras la muerte de su padre y su fallida venganza (desde el punto de vista que solo le proporciona más dolor, nunca satisfacción), Matt va a la universidad donde conoce a Foggy y a Elektra, una Elektra de la que se enamora perdidamente, una Elektra que ya muestra claros síntomas de desequilibrio mental y cuya relación con Matt supone el regreso de Stick para amenazarle diciéndole que se aleje de ella. Tras la muerte del padre de Elektra esta regresa a Europa e inicia su tortuoso camino, mientras Matt acaba la carrera y es contratado por un prestigioso bufete de Boston, Matt abatido y sin esperazas pese a su más que prometedor futuro laboral, regresa a New York, por un encargo de su bufete aprovechando para visitar la Cocina del Infierno, donde conocerá a una niña (Mickey) que desencadenara la llegada de DD, y es que su secuestro a manos de una red de pornografía infantil (dirigida a lo lejos por Fisk) hará actuar a Matt, dándose cuenta de que realmente puede marcar una diferencia, además de que su barrio, su gente, le necesitan, el esperanzador final llega con el recuentro con Foggy y la creación del bufete Nelson&Murdock, así como con la reconciliación con Stick, que finalmente ve que es posible que haya esperanza para Matt.

La historia queda plenamente integrada en continuidad y se convierte en el origen canónico del personaje durante la etapa De Matties, en ella se descubre que Matt había estado todos estos años arrastrando en su conciencia la muerte de la prostituta y solo en esa saga consigue asumirla y superarla, muerte en todo caso, que en el especial DD/Masacre del 97 (98 en España) y de la mano de Joe Kelly descubriríamos que no fue tal, ya que en un absurdo giro argumental, Kelly relata que la prostituta sobrevivió para convertirse en María Tifoidea.

Bien como conclusión final, si el guión es excepcional y el dibujo es increíble, ¿qué ha impedido que esta historia sea reconocida como uno de los mejores trabajos de Miller, y una pieza clave en la historia del hombre sin miedo?, pues precisamente el “casi” al que nos referiamos antes, y es que si al hablar de la etapa de Miller en la serie regular del personaje, se señalaba su maestría a la hora de manejar la retrocontinuidad, no se puede decir lo mismo de Daredevil: The Man Without Fear, y es que el problema no solo estriba en lo difícil de encajar en la historia del personaje que DD se convierta en tal cuando Miller señala, si no que el propio autor se contradice a si mismo presentado una Elektra radicalmente distinta a como fue concebida por él al principio, lo que unido a alguna que otra incongruencia, hace que la obra pese a ser un magnifico comic y un ejemplo de cómo narrar el origen de un personaje, no pueda alcanzar la categoría de obra maestra, que sin duda roza y que podría y debería haber merecido, una lastima, que sin embargo no impide que el comic sea una de las mejores historias jamás contados sobre DD y su origen más que definitivo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Daredevil Anual volumen II

Recuperada recientemente por Marvel, la tradición de los anuales llegó también al volumen II de Daredevil en plena etapa de Brubaker, el cual junto a Ande Parks sería el encargado de relatarnos el viaje personal de Carlos Lamuerto, alias Tarantula Negra, viaje que tendría su continuación en un one shot bajo los mismos guionistas, y que contaría co una activa colaboración de nuestro hombre sin miedo.



-Daredevil Annual vol II 1: Incluido en Marvel Knights: Daredevil vol II número 32, el anual se enmarca dentro de la tendencia de la editorial de recuperar el clásico concepto de anual, concepto que en sus orígenes (cuando las colecciones eran mensuales y “solo” ofrecían 12 números al año, algo que hoy muchas veces no se produce tanto por exceso como por defecto) venía a suponer una suerte de número 13 de la colección, un número con más páginas de lo habitual y por ello con más precio, y que en teoría debía albergar un acontecimiento importante, puesto que por eso costaba más, así en los primeros anuales de la casa asistimos a la boda entre Reed Richards y Sue Storm en Los 4 Fantásticos o al nacimiento de los Seis Siniestros en Spiderman, sin embargo muy pronto los anuales perdieron esta importancia y pasaron a tener historia de relleno sin apenas interés con equipos creativos de poco calado y formando parte de crossovers infumables, así al poco de la llegada de Quesada al puesto de editor en jefe de la casa, se decidió la eliminación de estos especiales, sin embargo en los últimos años primero tímidamente en la línea Ultimate, luego ya a nivel global, los anuales han sido reintroducidos, tratando de recuperar, al menos en teoría su importancia inicial.

Y digo bien en teoría, porque si tomamos como ejemplo este primer anual del volumen II de DD, no parece que haya sido así, y es que si bien la historia que se nos cuenta no está nada mal, está muy lejos de la importancia que esos primeros anuales tuvieron antaño.

En fin entrando ya en el comic en sí este está coescrito por Ed Brubaker y Ande Parks y dibujado por el argentino Leandro Fernández, y narra el regreso de Carlos Lamuerto alias, Tarantula Negra, villano de origen también argentino creado en las páginas de Spiderman; el personaje aparecido durante la primera saga de Brubaker el frente de la colección, reaparece ahora recién salido de la cárcel para pedir ayuda a Matt en su intento de reintegrarse en la sociedad, intento que en no le resultara fácil, y más cuando su pasado criminal reaparezca para confirmarle que no siempre es posible huir de lo que se ha hecho antaño; Carlos dispuesto a remediar sus errores y ayudar a la ciudad la que antes quería destruir, contara con la oposición de Daredevil que no está de acuerdo con sus expeditivos métodos, sea como sea, parece que ha nacido un nuevo justiciero.



-Daredevil: Blood of the Tarantula: Incluido en el MK: Daredevil vol II número 34, se trata de una clara continuación del anterior, ya que además de contar con el mismo equipo creativo a los guiones (el dibujo recae ahora en Chris Samnee) explora el nuevo estatus de Carlos, el número,en su momento sirvió para dar descanso al equipo creativo de la serie regular (ese mes en los USA no salió la colección del Daredevil), y al igual que sucedía en el anual vuelve a contar con Carlos como protagonista casi absoluto siendo Daredevil apenas un secundario, la historia nos cuenta como las intenciones de Carlos de convertirse en justiciero chocan con su familia que van en su busca desde Argentina con el propósito de recuperar el legado de Tarántula Negra, que según su punto de vista ha sido corrompido por Carlos, así, aunque este consigue a duras penas salir adelante (gracias a la ayuda de Daredevil), se vuelve consciente de la necesidad de trabajar más en la sombra y no llamar la atención, para no destruir aquello que pretendía proteger, Carlos, permanecerá en la sombra, a las espera del regreso de más miembros de su familia para hacerles frente; la historia que deja claramente abiertas las puertas a una posible continuación en forma de miniserie, de momento no la ha tenido.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark IV.

Ultimo post de la serie de cuatro dedicados a la etapa de Ed Brubaker y Michael Lark, un final que supuso una leve recuperación con respecto a lo anterior, aun así...

El final de la etapa de Brubaker y Lark al frente del hombre sin miedo comprende los números 107 a 120 del segundo volumen americano del personaje (con fechas de portada de Mayo de 2008 a Octubre de 2009 y que se corresponde con los números 35 al 48 del segundo volumen del personaje bajo la editorial Panini en España, de Enero de 2009 a Febrero de 2010), con motivo de este último número se decidió recuperar la numeración original de la serie llegando así al 500 USA (380 del primer volumen, más estos 120 del segundo), estos números contaron con la colaboración a los guiones de Greg Rucka en los 107-110 USA (35-38 en España) en una saga llamada “Cruel e inusual”. Viejo amigo de Ed Brubaker de sus tiempos en DC, juntos escribieron una de las etapas de mayor calidad de las series regulares del Batman post Crisis en Tierras Infinitas además de ser autores de una de colecciones más destacadas de DC en la pasada década: Gotham Central, donde precisamente colaborarían con Michael Lark, de fuerte querencia por el genero negro (tanta que los trabajos de Rucka lejos del mismo han sido casi siempre decepcionantes), Rucka es otro de esos escritores que a priori parece encajar perfectamente en Daredevil, por otro lado y siguiendo con los guiones, el número 500 contó con una historia corta a cargo de Ann Nocenti (no creo que a estas alturas requiera presentación), que retomaba a su personaje fetiche, en unas páginas donde se muestra porqué Daredevil hace lo que hace. A nivel de dibujo el duo Lark/Gaudiano son autores de todos los números excepto los Daredevil volumen II 111 que contó con lápices de Clay Mann (dibujante de la miniserie de Elektra en el Reinado Oscuro), el 116 con el ya habitual David Aja (en una historia ambientada en la Costa da Morte gallega) y la ya mencionada historia de complemento de nuevo con un Aja más deudor que nunca de Mazzuchelli. Señalar por último que además de la ya mencionada “Cruel e inusual”, estos números se estructuran en torno a otras dos grandes sagas “Lady Bullseye” (111-115, 39-43 en España) y “El retorno del Rey” (116-120/500, 44-48 en España).

Sin contar el espejismo que finalmente supuso “El diablo en la galería D”, si algo había quedado claro hasta ahora en esta etapa, es que Brubaker no le había cogido nunca el tranquillo al personaje principal, por lo que cuando uno lee “Cruel e inusual” no puede dejar de pensar en la influencia que pudo tener Greg Rucka en el desarrollo de la saga, con un Matt mucho más “dentro de personaje” por así decirlo que en los números precedentes (o que en los que vendrán), leyendo esta pequeña historia (y creo sinceramente que esta es una buena y positiva forma de calificarla, a todos los niveles), no puedo dejar de pensar que tal vez Brubaker equivoco el enfoque de su etapa, tal vez el legado de Bendis fuese demasiado pesado, tal vez su propia trabajo en el Capitán América tuvo demasiada influencia, y es que esta pequeña historia, de puro genero negro, parece un oasis dentro de la gigantesca historia-rió que el guionista americano se vio impelido a construir, tal vez si hubiese tomado este camino, si hubiese optado por pequeñas historias bien escritas y desarrolladas las cosas hubieran sido distintas, quien sabe.

“Cruel e inusual”, supone un autentico punto y aparte en la colección, una historia sin demasiadas pretensiones, que siendo sinceros era justo lo que necesitaba tanto la colección como el personaje: Big Ben Donovan, se encuentra en el corredor de la muerte por los brutales asesinatos de unos niños, Luke Cage conoce a Donovan, sabe que es un mal tipo, pero también sabe que no es capaz de hacer algo así, por mucho que él mismo lo haya confesado, pide ayuda a Matt, pero después de lo que Mr. Miedo le hizo esta demasiado ido como para dar (o recibir, ya puestos) ayuda de nadie, Dakota North, conoce a Luke y decide sin mucha convicción ayudarle, cuado es atacada simplemente por acercarse a Donovan, aquí esta pasando algo raro, y Matt se tiene que implicar, quiera o no.

Decía en la presentación de la etapa, que Dakota es probablemente la mayor aportación de esta a la mitología del hombre sin miedo, esta saga es una clara muestra de ello, Dakota, fuerte, inteligente y decidida, no esta dispuesta a permitir que Matt se hunda en la miseria, sabe que este caso, por pequeño que pueda parecer puede suponer una victoria que para Matt marque alguna diferencia tras tanta derrota, Matt ayudara a Donovan aunque tenga que obligarle a hacerlo.

Lo mejor de la saga, a parte de un tono y un ambiente que tan bien le sientan a la colección, tal vez este en al profundización en la relación entre Matt y Dakota, la química, la tensión sexual entre ambos era evidente y aquí Lark fue un autentico maestro, con miradas y gestos que delataban cosas que las palabras parecían negar, al relación termina llegando a un punto culminante que tanto Matt como Dakota tendrán tiempo de lamentar, entre medias, la resolución de la intrincada conspiración que estaba detrás de las acusaciones a Donovan (y aquí Brubaker vuelve a recuperar a un viejo personaje de la colección, Slaughter, que tendría su importancia en los primeros números de Miller como dibujante allá por finales de los 70), supone un cierto respiro para un Matt, que muestra unos recursos y habilidades que Brubaker parecía haber olvidado que tenía, el respiro sin embargo será breve.

Y es que la siguiente saga, “Lady Bullseye”, retoma el hilo de lo que Brubaker había estado construyendo desde su llegada a la colección, dejando así atrás el agradable paréntesis que termino siendo “Cruel e inusual”, la saga de explicito titulo se centra en la llegada de un nuevo personaje al juego, Lady Bullseye, de ridículo nombre (pese a la justificación que encuentra en su origen), Lady Bullseye será un peligrosa asesina (entroncando en cierta forma con personajes como Elektra, María Tifoidea o en menor medida Eco), al servicio de La Mano que tiene como objetivo aislar a Daredevil de su entorno para prepararle para un ofrecimiento cuando menos sorprendente, y es que la poderosa organización ninja, tras descubrir que había sido liderada por una extraterrestre disfrazada de Elektra, ha llegado a la conclusión de que Daredevil es el líder que necesitan para recuperar la gloria perdida, por supuesto Lady Bullseye, pese a que finge seguir ordenes, tiene otros planes.

La idea que se esconde tras la saga es interesante y llena de potencial, pero el desarrollo de la misma presenta diversos problemas, para empezar la propia Lady Bullseye, que recuerda en exceso a otros personajes femeninos que han pasado por la colección, pero que no consigue adquirir la suficiente entidad (por mucho que Brubaker haga que patee el culo a Matt) como para hacer de ella un personaje atractivo, tiene el acierto, de que, pese a lo que el nombre pueda sugerir, no estamos ante un versión femenina del letal enemigo de Daredevil, y es que aunque Bullseye tenga que ver de manera indirecta con el origen del personaje, Lady Bullseye es otra cosa totalmente distinta, otro problema, ya endémico en la etapa, es la caracterización que Brubaker hace de Matt, lo que se hace más evidente cuando se compara con como trata el guionista a Danny “Puño de Hiero” Rand que juega un papel secundario en la saga, Rand es un personaje que obviamente si gusta al guionista, lo que se deja notar cada vez que los escribe, así que de nuevo tenemos un Daredevil que no sabe a donde ir, desbordado por los acontecimientos y sin apenas recursos para afrontar lo que le viene encima, además Brubaker vuelve a abusar de al vena egoísta del personaje con su comportamiento con los padres de Milla, o su actitud hacía Dakota tras lo que paso entre ellos.

Entre tanto desastre al rescate de Matt viene otro personaje de nuevo cuño, el Maestro Izo, con cientos de años de vida, y al parecer uno de los fundadores tanto de La Mano como de La Casta, Izo lleva años siguiendo a Matt y fue él quien puso a Stick tras su pista, el personaje, al igual que Lady Bullseye, resulta algo redundante, y al final terminara usado como un Deux ex Machina, que todo lo sabe y que indica a un Matt totalmente incapaz de tomar sus propias decisiones, lo que hacer.

“El retorno del rey”, es la ultima saga de Brubaker y Lark, y tiene curiosamente su mejor parte en la primera dibujada por Aja, un comic que recuerda en cierta medida a esos números “entre sagas” que ha habido en la etapa y que se centraron en personajes como Foggy Nelson, Milla Donovan o Ben Urich, aquí el foco pasa a Wilson Fisk, quien cumpliendo su pacto con Daredevil y tratando de honrar la memoria de Vanessa, intenta una vez más de dejar su pasado como Kingpin atrás, de nuevo hay ecos de la etapa Miller en todo esto, solo que ahora en lugar de Japón, el exilio autoimpuesto por Fisk tendrá lugar en España, en concreto en las costas gallegas, allí Fisk, conseguirá en cierta medida rehacer su vida, e incluso encontrara una mujer con quien compartirla, siempre tendrá tras de si el temor a que todo acabe, porqué en el fondo sabe que no merece ser feliz, y como no podía ser de otra forma, todo acaba cuando La Mano, rechazada por Murdock acude a él, llevándose por el camino su recién encontrada felicidad, así de nuevo, y al igual que sucediera con Vanessa, la muerte (entonces la desaparición), de su amor, de la esperanza de llevar una vida normal, será lo que lleve a Fisk a asumir de nuevo el manto de Kingpin.

La excelente introducción de la saga no se ve tan bien acompañada por el desarrollo de la misma, un Daredevil ya totalmente desquiciado, sin apenas aliados tras haberse enfrentado con Foggy y Dakota, forja un nuevo pacto con el diablo (Fisk), para acabar con La Mano, quien mueve los hilos sin embargo es Izo, y tanto Fisk, como Lady Bullseye, como el propio Matt bailan a su son con el objetivo final de colocar a Matt como líder de La Mano, pero en sus propios términos, con la intención de transformarla desde dentro, aquí una vez hay ecos de la etapa Miller, ya que la situación recuerda a cuando Elektra tras ser expulsada de La Casta acabo en La Mano con el objetivo de derrotarla desde dentro...solo para acabar corrompida por la secta de asesinos, ¿pasará lo mismo con Matt?, Brubaker deja la respuesta en manos de su sucesor, Andy Diggle, ya que al igual que él tuvo que lidiar con el final abierto de la era Bendis/Maleev, ha decidido dejar su etapa totalmente abierta para continuar lo que ha querido llamar la “tradición de Daredevil, tradición que veremos si se hace tal cuando acabe la etapa Diggle que de momento apenas si ha dado sus primeros pasos.

Como balance global, esta fase, dentro de al etapa de Brubaker y Lark en la colección es bastante mejor que todo lo que se desarrollo en torno a Mr. Miedo, sin embargo esta a años luz de lo que prometía una etapa que parecía tener de todo para ser gloriosa, no lo ha sido y el sabor que queda es amargo, como de oportunidad perdida, ahora la cosa esta en manos de Andy Diggle y Roberto de la Torre, esperemos que les vaya mejor.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark III.

Tercera parte de cuatro de la serie de post dedicados al Daredevil de Brubaker y Lark, de nuevo cargado de spoilers y centrado en este caso en las sagas más polémicas de esta etapa con Mr. Miedo como eje.

Los números objeto de este post son los Daredevil volumen II USA números 95-106 (con fechas de portada de Mayo de 2007 a Mayo de 2008) y que se corresponden con los 23 al 31 y 33 españoles (el 32 incluyo el Anual 1 del volumen II americano); estructurados de nuevo en dos sagas, “Al diablo lo que es del diablo”, (95-99, 23 al 25 español) y “Sin Miedo” (100-105, 26 al 31 español), todos ellos dibujados por Michael Lark, quien contaría con la colaboración de Paul Azaceta en los números 104-105, precisamente sería Azaceta el encargado de dibujar el 106 (33 en España) bajo el titulo de “Simpatía por el diablo” su estilo mucho menos fluido y realista que el de Lark es el que más contrasta en una serie en la que los demás dibujantes sustitutos (David Aja y Lee Wecks) trabajaron con un estilo similar al del dibujante regular, mencionar de nuevo que en el 100 serían varios los dibujantes que participarían en el comic, encargandose de dibujar las alucinaciones de Matt bajo los efectos del gas de Mr. Miedo mientras que Lark dibujo la historia central, los dibujantes fueron: Marko Djurdjevic (habitual portadista de la colección y autor de 5 planchas), John Romita Sr. (leyenda de la editorial, siempre ha declarado que DD es su personaje preferido, en este número haría dos planchas), Gene Colan (el dibujante que más páginas ha dibujado en la historia de la colección, leyenda viva del comic al igual que Romita y autor aquí de tres planchas), Bill Sienkiewicz (cuya principal aportación al mundo de Daredevil viene de sus excepcionales colaboraciones con Miller en la miniserie de Epic, Elektra Asesina y la novela gráfica Daredevil: Love and War, y que aquí haría dos planchas), Alex Maleev (dibujante de la anterior etapa con Bendis y autor aquí de tres planchas) y Lee Bermejo (también portadista, y también autor de tres planchas).

Superado ya el legado de la etapa Bendis/Maleev, Brubaker ya plenamente libre para desarrollar sus propios argumentos, inicia en esta fase de su estancia en la colección la revisitación e intento de actualización de algunos de los principales enemigos del hombre sin miedo más allá de los sobreexplotados Bullseye o Kingpin, así en estos números veremos pasar a personajes tan dispares como Turk, Los Forzadores, Gladiador o (sobre todo) Mr. Miedo, usando también personajes de nuevo cuño como Lilly Lucca (ya vista en “El diablo se da un paseo”), mujer que gracias a un perfume proporcionado por Mr. Miedo, hace sentir a los hombres que están cerca de ella, que es la mujer que más ha querido nuca, a Matt en concreto su olor le recuerda a Karen.

La primera sagas se inicia cuado Melvin Potter, el Gladiador, apunto ya de cumplir su condena y en apariencia rehabilitado, es acusado de asesinar con sus propias manos y a sangre fría a un par de presos en Ryker´s Island, todo esto mientras Matt trata de poner en orden su vida y de volver a establecer el control en una enloquecida Cocina del Infierno, y lo hace cual pollo sin cabeza, totalmente desbordado por la situación, sin apenas recursos más allá de una violencia no pocas veces excesiva, en fin, un personaje que desde luego tiene poco que ver con el que hasta ahora estábamos acostumbrados a ver en la serie.

Así, esta primera saga ya deja de manifiesto lo que Brubaker parece pensar de Matt, él y Melvin han pasado por un infierno juntos, varias veces, Matt ya se equivoco una vez con Melvin, pero desde entonces ha sido un aliado, un amigo y alguien en quien podía confiar, y ahora que esta en apuros ¿Becky tiene casi suplicar a Matt que le ayude?, no, realmente Brubaker no parece conocer (y apreciar) demasiado a Matt y su forma de comportarse.

Sea como sea, la saga nos permite recuperar de nuevo, aunque brevemente al Gladiador y su magnifico diseño como villano, y es que sin razón aparente, sin causa que lo justifique, Melvin sufre ataques irracionales de ira que le llevan primero a matar a unos guardas y después a fugarse, disfrazarse de nuevo y a estar a punto de matar a Milla, después Melvin, no parece recordar con claridad sus actos, es consciente de haber hecho algo malo, pero no parece saber exactamente que, y porqué, ¿se trata de que la mente de Melvin siempre inestable y frágil ha estallado por fin, o hay algo más, alguien detrás manipulándolo todo?.

Las respuestas se agolpan al final de la saga, Daredevil descubre que la existencia de una droga, llamada “sin miedo” que parece sumir a sus consumidores en un estado de euforia y carencia de limites que les hace hacer cosas que luego no parecen recordar, una droga que a través de Lily Lucca termina en el cuerpo de Milla quien en un ataque irracional de celos termina asesinado a un inocente viandante arrojándole a las vías del metro cuando trataba de matar a Lily, una droga que tiene detrás un hombre, Larry Cranston, alias Mr. Miedo, que ha vuelto para destrozar a Matt.

“Sin Miedo” será el titulo de la saga que Brubaker utilice para relanzar a Mr. Miedo y convertirlo en un villano supuestamente interesante para el Daredevil actual, sin embargo....Brubaker vuelve a errar el tiro, ni Miedo necesitaba un relanzamiento, ya que ya lo tuvo en un gran saga de Joe Kelly a finales del primer volumen, en la que puso contra las cuerdas a Matt (por cierto forzando un acusación de asesinato contra Karen, cuando menos curioso) y donde además descubrió su identidad secreta, aunque todo esto quedo casi olvidado con el cambio de volumen, ni el destino de Milla era necesario, y es que lo de las novias de Matt ya pasa de castaño oscuro, ni parece que transformar a Mr. Miedo en una suerte de Hombre Púrpura “a distancia”, sea un buen relanzamiento.

Los pasos e intenciones de Brubaker parecen estar claramente inspirados en el magnifico trabajo que Bendis realizará en la serie Alias con el Hombre Púrpura, un villano clásico de Daredevil bastante desaprovechado y en que en manos de Bendis se convirtió en terrorífico, sin embargo Mr. Miedo siempre había sido ya de por si una amenaza seria, si los guionistas no lo habían usado es porqué no habían querido, no porqué no fuera un personaje interesante, ya que Kelly por ejemplo demostró que si lo era; pero aún y con eso lo peor de esta saga no es el relanzamiento innecesario y la modificación de los poderes de Mr. Miedo, no, lo peor es, una vez más es el tratamiento que Brubaker da a Daredevil, un Daredevil incapaz de hacer nada contra los planes de Mr. Miedo, que recurre a la tortura más brutal para conseguir derrotar a sus enemigos, y que cuando se ve incapaz de curar a Milla de los efectos del gas de Miedo (no hay antídoto, pero él lo venció ¿cómo pudo hacerlo?, y rizando el rizó, Matt es un hombre de recursos es amigo de gente como Reed Richards, ¿no puede recurrir a él para intentar vencer los efectos del gas y crear un antídoto?), su única respuesta es la autocompasión (y eso que el mismo Brubaker había puesto en boca de Matt una frase bastante elocuente “hace tiempo que aprendí a echar la culpa a los malos”) y la violencia desenfrenada.

Si el “Diablo en la galería D” era la mejor saga de la etapa, esta “Sin miedo” es la peor con diferencia, Brubaker transforma a Matt en un ser mezquino, llorón, por momentos despreciable, y hace del un hombre sin recursos ante sus enemigos, además Milla que en manos de Bendis era un personaje fuerte, inteligente, seguro de si mismo y bastante atractivo, se transforma en manos de Brubaker en ser pusilánime, la típica damisela en apuros sin apenas personalidad, su destino, que vista la etapa en su conjunto entra dentro de la idea del guionista de aislar por completo a Matt, parecía en un principio más condicionado por que Brubaker no sabía que hacer con el personaje que por otra cosa.

Queda todavía por mencionar un número “Simpatía por el diablo”, que enlaza con los dos anteriores números fuera de saga que tuvo la etapa, y que en este caso se centra en Ben Urich, un Ben Urich que vuelve a ver caer a su amigo en un pozo sin fondo, y que se encuentra a si mismo comportándose como lo hacia Jameson, cortando historias solo para proteger a su amigo, de nuevo Brubaker muestra la influencia, negativa, siempre negativa desde su punto de vista, que Daredevil ejercer en su entorno.

Es esta fase, cuando una etapa que prometía tanto se tuerce de manera lamentable, Brubaker demuestra que ni entiende ni quiere al personaje, y que le importa mucho más contar lo que desea contar que los personajes con los que lo esta contando y su trayectoria, a esto se añade un excesivo abusa del decompressive, algo bastante habitual en el guionista, pero coincide aquí además con unos números carentes de todo ritmo, lo que ya no suele ser habitual, en fin, en los números que quedan para finaliza la etapa (14) la colección recuperara algo el pulso, pero eso queda ya para el próximo día.