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lunes, 14 de febrero de 2011

Bullseye y el Reinado Oscuro.

Junto con la de Elektra, esta es la segunda miniserie de cinco números dedicada a un personaje relacionado con el universo de Daredevil y ambientada en el Reinado Oscuro de Norman Osborn.

Al igual que en caso de Elektra antes de entrar en materia conviene contextualizar un poco las cosas para comprender mejor el estatus con el que Bullseye encara esta miniserie; tras el final de Civil War, y ante la ambigüedad moral que se instalo en las fuerzas de seguridad de los EEUU, Norman Osborn fue rehabilitado, y se le puso al frente de los Thunderbolts, grupo que hasta entonces había estado compuesto fundamentalmente por ex-villanos en permanente intento de redención, con Osborn al frente los Thunderbolts se convirtieron en caza-héroe, persiguiendo a todos aquellos superhéroes que se negaban a facilitar su identidad al gobierno y a entrar a formar parte de su programa superhéroico (La Iniciativa), entre los miembros de los Thunderbolts, ocultos a los ojos del público estaban algunos de los villanos más peligrosos de la Tierra, gente como Veneno...o como Bullseye.

Con la promesa de una suculenta paga y la exoneración de sus crímenes a cambio de un año de servicio, Bullseye se convirtió en un destacado miembro de los Thunderbolts de Osborn y en pieza clave para que este se mantuviera en su puesto, por eso, tras el fin de la Invasión Secreta y con Osborn al frente del cotarro, Bullseye fue uno de los invitados por el antiguo Duende Verde para convertirse en uno de sus vengadores...ocultando su identidad bajo la máscara de uno de los Vengadores más importantes de siempre: Ojo de Halcón.

En este contexto se sitúa la miniserie de cinco números, Dark Reign: Hawkeye, recopilada en España por Panini en tan solo dos grapas y que cuenta con los guiones del británico Andy Diggle, actual guionista de Daredevil y los lápices de Tom Raney (Aniquilación Conquista), excepto en su quinto y último número, salido en los USA con varios meses de retraso, y en el que Diggle conto con la colaboración en los guiones del semi desconocido Antony Johnson, mientras que Raney, ocupado en una miniserie sobre el origen de la Viuda Negra, es sustituido por otro ilustre desconocido, Andrés Guinaldo.

Ante una miniserie así uno tal vez podría esperar un enfrentamiento entre Clint Barton (el verdadero Ojo de Halcón) y Bullseye, o incluso siendo Diggle el guionista, un nuevo encuentro de Bullseye con Daredevil en una situación claramente nueva, en lugar de esto (que tal vez quede para más adelante), Diggle opta por dar una vuelta de tuerca a esa mediocridad que fue Bullseye: Grandes Éxitos, retomando argumentos allí narrados y dándoles una conclusión que ahora sí parece definitiva.

La obra se centra en un Bullseye, que lejos de sentirse atraído por su nueva faceta heroica, y por el halago del público que eso conlleva (pese a que, a su personalidad exhibicionista le encantan los elogios, tener que ocultarse bajo otra mascara no le entusiasma precisamente), sigue siendo un autentico psicópata que tiene que dar rienda suelta a sus instintos criminales para no volverse loco, esto pone en más de un brete a un Osborn que se las ve y se las desea para tapar las barbaridades de un subordinado absolutamente incontrolable, a lo que se une un Ben Urich que empieza a hacerse muchas preguntas sobre el errático comportamiento de este nuevo Ojo de Halcón.

Así las cosas, el principal interés de esta miniserie se centra en lo bien retratado que esta Bullseye, cuyo violento comportamiento no es edulcorado, ni mucho menos justificado, y en la investigación de Urich, que homenajea sin disimulo, a la que en la etapa Miller en Daredevil hiciera sobre el corrupto Winston Cherry, candidato a la alcaldía de Fisk, con resultados por otra parte bastante similares.

Más allá de esto, la trama resulta un tanto ridícula, con un misterioso personaje que parece pretender llevar a la locura (más de lo que ya está, claro) a Bullseye, la identidad de ese personaje y la justificación de cómo está vivo (recurriendo a Solo, un personaje secundario de Spiderman, que no se sabe muy bien que pinta en la historia), resulta pillada por los pelos, y parece estar ahí solo para demostrar lo que es capaz de hacer Bullseye, como si las salvajadas que hace en el primer número no fueran más que suficiente para ello.

En definitiva estamos ante una miniserie tan innecesaria y superflua (al contrario que la de Elektra ni sirve para situar al personaje en el Universo Marvel actual, ya que para eso ya están Los Vengadores Oscuros, ni cuenta nada sobre el mismo que no sepamos ya), como entretenida, algo es algo, pero en otros tiempos cuando este tipo de proyectos se hacían para aportar algo al personaje sobre el que se centraban, un comic como este era poco menos que inimaginable, y es que ¿para qué dedicar una miniserie a un personaje si no vas a contar nada nuevo o relevante sobre el mismo?, para sacar dinero a cuenta del Reinado Oscuro supongo y lo cierto es que al menos conmigo les ha funcionado, maldito sea el completismo.

domingo, 13 de febrero de 2011

Bullseye en Marvel Knights.

El sello Marvel Knigths ha sido un autentico semillero de series, miniseries y proyectos relacionados con el hombre sin miedo y su entorno, y así, si Elektra contó con su propia serie regular y diversas miniseries y Kingpin tuvo una frustrada serie regular tornada en limitada, Bullseye no podía ser menos protagonizando dos series limitadas de cinco números cada una.

La primera cuenta con guiones de Daniel Way y lápices de Steve Dillon, que, bajo unas espectaculares portadas, de Mike Deonato Jr. y con el título de Bullseye: Grandes Éxitos, se dedicaron a ahondar un poco en los truculentos orígenes del personaje.

En lo que a los autores respectas, Way se trata de una especie de Ennis de segunda, que aunque carente del talento de este, trata de imitar alguno de sus principales tics, estando sus comics plagados de palabras mal sonantes, y situaciones de violencia extrema, entre sus trabajos más destacados cabrían mencionar su etapa en Lobezno, o en el Motorista Fantasma, por su parte Dillon se trata de un dibujante británico habitual colaborador de Ennis en comics como Predicador o Punisher, buen narrador, y con gran habilidad para reflejar la violencia, su estilo carente de espectacularidad y algo simple en ocasiones (todos sus rostros se parecen demasiado, y así no es difícil ver a Tulip en casi cualquier personaje femenino que dibuja, o al Santo de los Asesinos en Punisher cuando este se enfada), hace que tenga tantos defensores como críticos.

Entrando ya en lo que sería el comic en sí, en el nos encontramos a Bullseye detenido en una prisión de máxima seguridad, sin un solo objeto a su alcance pero con una baza a su favor, unas ojivas nucleares robadas que solo él sabe donde están, de esta forma y como si en el Silencio de los Corderos estuviéramos, un Bullseye totalmente inmovilizado, es interrogados por dos agentes federales con el objetivo de localizar los artefactos nucleares, a lo largo del interrogatorio asistimos a los primeros pasos de Bullseye como criminal, tras una infancia bajo un padre maltratado y opresivo, el comic, sigue los pasos de la vida de Bullseye, deteniéndose en aspectos desconocidos como su carrera como jugador de beisbol profesional (finalizada de forma extremadamente violenta), o su paso por el ejército americano como líder de una facción de la contra nicaragüense, y con Punisher implicado en el tema, volviendo a narrar además elementos como la muerte de Elektra o sus enfrentamientos con DD, para revelar finalmente el verdadero plan de Bullseye y el motivo por el cual estaba en esa prisión en concreto y no en cualquier otra, una sorpresa no demasiado impactante, pero que al menos aporta un interesante giro argumental.

La historia simple y carente de interés, apenas si aporta un par de matices a un personaje al que le va mucho mejor el misterio, y si acaso le dota de una vena maquiavélica hasta entonces prácticamente desconocida, el que en su infancia fuera maltratado, o que el aburrimiento le llevara a matar no es algo especialmente original y el comic, aunque se deja leer, es totalmente prescindible.

La segunda miniserie tiene el explicito titulo de Bullseye vs Punisher, y contando con el mismo equipo creativo, narra un nuevo y maquiavélico plan de Bullseye para cargarse por encargo a una familia mafiosa, manipulando para ello al Punisher, al que había sido contratado para matar precisamente por esa misma familia.

Si la primera miniserie era mediamente interesante pero prescindible, esta segunda no pasa ni de la anécdota, siendo tal vez su momento de mayor interés el enfrentamiento físico entre Bullseye y Punisher muy bien narrado por un buen Dillon, el que Bullseye recurra a Punisher para matar a unos mafiosos de los que podía encargarse el mismo solo encuentra su explicación en el deseo de este de pasar un buen rato y vengarse un poco del Punisher, con quien ya había tenido varios enfrentamientos en el pasado.

En definitiva dos miniseries mediocres y carentes de interés (en especial la segunda), que no solo no aportan nada al personaje, si no que contribuyen a empobrecerlo, aumentando el grado de exposición de un villano (ya demasiado expuesto con su presencia-ausencia en los Thunderbolts o en Los Vengadores Oscuros), cuyas apariciones empiezan a ser vistas como una más, cuando deberían tratarse de un acontecimiento realmente especial.

viernes, 11 de febrero de 2011

Daredevil, grandes enemigos: Bullseye.

Después de Kingpin, Bullseye es sin lugar a dudas el peor enemigo al que jamás se ha enfrentado Daredevil, responsable de la muerte de las dos mujeres que más ha amado en su vida, con Bullseye (al contario que con Kingpin, cuyo enfrentamiento con DD parece en ocasiones una partida de ajedrez), encontramos la némesis física definitiva de Daredevil.

Creado por Marv Wolfman y John Romita Sr, y plasmado por primera vez en Daredevil 131 con lápices de Bob Brown, Bullseye apareció desde un principio como un villano dotado de una excepcional puntería capaz de convertir cualquier cosa que tocara en un arma, en un principio, y aunque como casi todos los villanos de Daredevil el personaje resultaba atractivo desde un punto de vista meramente visual, lo cierto es que no pasaba de ser un villano de opereta que incluso llega a lanzar a Daredevil desde un tirachinas gigante, aún así sus enfrentamientos con DD eran interesantes ya que al ser dos personajes muy físicos y de parecidas capacidades, estas luchas eran intensas e igualadas.

Con todo, y al igual que sucediera con Kingpin, el personaje no despegó hasta que se convirtió en uno de los puntos clave en los que se apoyo Miller en su etapa, haciendo suyo al personaje y transformándolo en un asesino psicópata y sin escrúpulos, Miller uso a Bullseye como catalizador del lado oscuro de Daredevil, siendo el personaje que le haría cruzar la línea a la que Matt nunca deseo ni acercarse.

Los primeros números de Miller en DD, nos muestran a un Bullseye totalmente obsesionado con sus continuas derrotas ante el héroe, un Bullseye que ve a DD en todas partes, y que cuando es capturado, queda libre de todo cargo, ya que se le encuentra un tumor cerebral, que justifica su psicopatía y le exonera de sus delitos, aquí Miller juega sus cartas con maestría, poniendo a Matt en un aprieto del que no puede salir indemne y que le hace cuestionarse la fuerza de su tan amada justicia, cuando Bullseye es derrotado, antes de ser operado, Matt le salva, sabe que es un asesino, un maniaco, pero es incapaz de no hacer nada cuando alguien va a morir, tras la operación observa como su preciada justicia deja libre a un asesino en masa, a partir de entonces cada muerte de Bullseye, será en cierta medida una muerte causada por Matt, el camino hacia la locura esta prendado de buenas intenciones, y cada acción tiene su consecuencia, algo que Matt aprenderá muy rápido y por la vía dura.

Bullseye, por supuesto vuelve a matar, y vuelve a ser detenido, y se vuelve a fugar, y es entonces cuando asesina, fría y salvajemente a Elektra, que muere en los brazos de un impotente Matt, consciente tal vez de que si en el pasado hubiera tomado otra decisión, todo sería distinto; Daredevil sale a la caza de Bullseye, y de nuevo su vida vuelve a estar en sus manos, pero en esta ocasión Matt le deja caer a una muerte segura, el que finalmente sobreviva no es relevante, Matt ha asesinado conscientemente a una persona, da igual que fuera un asesino, se ha convertido en lo que no quería ser, juez, jurado y verdugo, el descenso a la locura se ha consumado y solo la ordalía a la que será sometido en Born Again le permitirá recuperarse, pero antes de eso todavía queda un nuevo enfrentamiento que bien pudo ser el definitivo.

En el número 191 de Daredevil, Frank Miller, con la ayuda de Terry Austin y Lynn Varley, concibe una obra maestra en tan solo un número, en “Ruleta”, Daredevil juega a la ruleta rusa con un hospitalizado e inmovilizado Bullseye, se pregunta si combate la violencia o la enseña, se pregunta si realmente marca una diferencia, se cuestiona sobre si él y Bullseye no son en realidad dos caras de una misma moneda, y es que a la hora de la verdad cuando realmente puede hacer algo que signifique un cambio real, su pistola no tiene balas, ni real ni metafóricamente.

Un comic maravilloso que como es obvio no puso fin a la eterna lucha entre el hombre sin miedo y el hombre de la puntería perfecta (¡¡el espectáculo debe continuar!!), O´Neil sería el primero en recuperarlo, curando sus heridas y obteniendo incluso una columna vertebral de adamantiun, mucho más tarde Nocenti, lo pondría en el papel de Daredevil, le haría creerse realmente el hombre sin miedo, solo para ser vencido por el verdadero, años más tarde Kevin Smith utilizaría al personaje para volver a matar a un amor de Matt entre sus brazos, y Bendis haría que fuese humillantemente derrotado por DD.

Por el camino Bullseye se ha convertido en un personaje importante en el Universo Marvel, ha buscado el Disco de las Identidades, ha sido obligado a unirse a los Thunderbolts de Osborn, se ha convertido en el Ojo de Halcón de los Vengadores Oscuros del mismo Osborn y se ha enfrentado a Gambito, Elektra (de nuevo) o Punisher, incluso se han elaborado proyectos donde se trataba de bucear en sus orígenes (sin tener en cuenta que Bullseye es uno de esos personajes, que de cuanto menos se sepa mejor, un poco, salvando las distancias, como el Joker), pero lo cierto es que su historia fue contado con maestría por Miller, que incluso le dio un glorioso epilogo en Elektra Lives Again (que tal vez debió llamarse, Elektra Dies Again), lo que ha venido después tiene su interés, mayor o menor en función de los autores, pero todo lo que necesitas saber sobre Bullseye ya lo ha contado Miller…lo demás es accesorio.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Elektra Reinado Oscuro de Zeb Wells y Clay Mann.

Miniserie de cinco números en los USA recopilada aquí en dos por Panini, la obra permite fijar el nuevo estatus de la asesina creada por Frank Miller en el Universo Marvel post-Invasión Secreta, saga en la que jugó papel indirecto pero clave.

Contextualizando brevemente esta miniserie, habría que decir que todo empieza en el Lobezno de Mark Millar y Romita Jr., cuando Elektra vuelve a ser asesinada, para luego ser resucitada bajo el control de La Mano, de la que teóricamente se convierte en su principal asesina, durante esta saga, Elektra lidera el asalto al Helitransporte de S.H.I.E.L.D donde mueren decenas de agentes de esta organización, más tarde se descubrirá que todo era una tapadera de Elektra y Lobezno para destruir la alianza entre La Mano e Hidra, y permitir a Elektra hacerse con el control de La Mano, conseguido el objetivo, Elektra ejercerá como líder de tal organización en varios comics (con especial importancia en la saga final de Bendis en Daredevil), hasta que termina enfrentándose con los Nuevos Vengadores, donde cae asesinada a manos de Eco, solo para descubrirse que se trataba de una Skrull infiltrada, que no había sido detectada ni por los supersentidos de Daredevil o Lobezno, ni por la magia del Doctor Extraño, a partir de ahí se inicia la paranoia y la desconfianza entre los héroes lo que llevara a la Invasión Secreta largamente planificada por los Skrulls, durante la misma Iron Man y S.H.I.E.L.D son fácilmente derrotados, y Norman Osborn se convierte en el nuevo héroe del los USA al ser él quien asesine a la reina Skrull durante la batalla final, tal circunstancia provoca que Osborn llegue al poder como líder de la seguridad superhumana y cabeza visible del Universo Marvel sustituyendo al caído en desgracia Iron Man, durante la Invasión Secreta, tras la derrota de los Skrull son rescatados múltiples miembros de la comunidad superpoderosa que estaban en garras de los alienígenas, entre ellos se encuentra Elektra.

Entrando ya en la miniserie, esta se encuentra guionizada por Zeb Wells (Daredevil: Battlin' Jack Murdock) y dibujada por Clay Mann(Daredevil, Fantastic Four…), Elektra: Reinado Oscuro, viene a situar con claridad la fecha en la que fue sustituida Elektra por su doble skrull cuya muerte desencadeno la Invasión Secreta.

Hace tiempo que se conocía que Elektra fue sustituida durante la etapa de Mark Millar y John Romita Jr. en Lobezno, quedaba por concretar el momento exacto en el que esto sucedió, y en gran parte este será el enfoque de una historia que bebe de principio a fin de la obra de Zeb Wells y Clay Mann.


Tal vez lo más destacado del comic sea lo bien que refleja el “cambio de régimen” del Universo Marvel, cuando Elektra es rescatada de las garras de los Skrull, cae en manos de S.H.I.E.L.D todavía dirigida por Iron Man que trata de ayudarla a recuperarse de sus múltiples heridas, sin embargo la llegada de Osborn al poder cambia totalmente la situación y Elektra empieza a ser torturada sin escrúpulos en busca de una respuesta clara sobre que buscaban los Skrull realmente en ella.

A partir de aquí los hechos se desencadenan cuando Elektra consigue escapar, Osborn manda a Bullseye (ahora con el traje de Ojo de Halcón) tras ella, mientras que unos antiguos agentes de S.H.I.E.L.D tratan de matarla en venganza por sus actos en la colección de Lobezno, a la par que este o Foggy Nelson hacen acto de presencia a lo largo de la miniserie (el reencuentro con Daredevil, de producirse, queda para adelante).

Wells realiza un buen trabajo a la hora de encajar la historia en la continuidad del personaje, asistido por un Mann cuya labor contrasta con lo impactante de las portadas de Lee Bermejo, Mann, realiza un trabajo más bien mediocre en el interior, con ausencia casi total de fondos y una planificación de pagina bastante manida.

El principal merito de Wells reside, en que consciente de la práctica imposibilidad de manejar un personaje como Elektra, hace que este se transforme en secundaria en su propia miniserie para mostrarnos las consecuencias de sus actos para con los demás, esto que en principio podía ser algo negativo, no lo es tanto en personaje como Elektra, a la que nadie, salvo su creador ha sabido tratar como realmente se merece, así Wells nos muestra una Elektra fría, dura, casi insensible, que en no pocas ocasiones parece al borde del autismo (algo que por otra parte, ya se podía ver en Elektra Asesina), una autentica maquina de combatir, consciente de su fuerza, que en ningún momento va a mostrar arrepentimiento por sus actos (en su momento solo Matt la hizo dudar), una Elektra mucho más cercana a sus orígenes, y por ello bastante distante a la que se nos ha venido mostrando desde su regreso en “Caída del Paraíso”.

Con todo esto, en Elektra: Reinado Oscuro nos encontramos con un bien hilvanado relato que encaja a la perfección en el contexto del Universo Marvel del momento, y que fija la nueva posición de Elektra en el mundo, posición que en el fondo de nueva no tiene nada, pero que tal vez permita evitar los vaivenes que el personaje ha sufrido desde su regreso.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Elektra de Peter Milligan y Mike Deonato Jr.

Por una u otra razón las series protagonizadas por feminas Marvel no suelen durar demasiado, el caso de Elektra no sería diferente y su primera serie regular alcanzaría tan solo la veintena de números, dividios claramente en dos etapas.

Publicada con fechas de portada de noviembre de 1996 a junio de 1998, la serie regular contó a lo largo de sus veinte números con dos guionistas, y un único dibujante, el primer guionista fue el génial pero tremendamente irregular Peter Milligan que tuvo el acompañamiento del espectacular y noventero Mike Deonato Jr, su etapa abarco los 13 primeros números de la colección, más el mes –1, experimento marvelita de la época según el cual todas sus series regulares se ambientarían durante un mes en el pasado de los personajes.

En lo que a la trayectoria de los autores se refiere, con Peter Milligan nos encontramos ante un guionista llegado al comic americano en la llamada “segunda oleada británica”, acompañado de autores como Grant Morrison o Garth Ennis (oleada esta que llegaría después de la protagonizada por gente como Alan Moore o Jaime Delano), Milligan desde un principio brillo con luz propia y de su mente salieron trabajos tan apreciables como Shade y Blanco Humano para Vertigo, o X-Foce/Statix para Marvel, autor de calidad y prestigio, lo cierto es que salvo excepciones (El origen de Mr Siniestro, donde contó con la complicidad de un magnifico Jean Paul León), siempre ha dado lo mejor de si en series alejadas de los focos mediáticos, series tal vez más pequeñas pero donde ha podido desarrollar libremente su inmenso potencial creativo, su trabajo en series más “mediáticas” como puedan ser los X-Men o esta misma Elektra, están presididos (pese a puntuales aciertos) por la más absoluta de las mediocridades.

Por su parte Mike Deonato Jr. se trata de un dibujante de origen brasileño que a finales de los 90 fue uno de los auténticos reyes del mambo en el comic mainstream, sus etapas en Thor, Hulk, Los Vengadores o Wonder Woman, estuvieron caracterizadas por un dibujo espectacular plagado de sensuales mujeres salidas de un desplegable del playboy y hombre poderosamente musculados salidos de una competición de halterofilia, su estilo tan puramente noventero en forma (mucho splash page, poses continuas, espectacularidad visual etc) como en fondo (rostros parejos, la espectacularidad vacua por encima de la lectura del comic etc) hizo que desapareciera del mapa durante varios años, para reaparecer hace poco habiéndose en cierta medida reinventado a si mismo, si, sigue siendo espectacular, su narrativa no es perfecta, y el gusto por las top model y el cachistas de playa siguen estando ahí, sin embargo su juego de luces y sombras (que en todo caso sirve más para tapar sus carencias que para otra cosa), su mayor implicación en la historia y no tanto en la pose sin sentido, y su profesionalidad que le permite hacer unos 8-10 números al año (casi una rara avis hoy en día), han hecho que haya vuelto para quedarse participando en algunos de las series más importantes (comercialmente hablando) de Marvel, como es el caso de Amazing Spiderman, New Avengers, o los New Thunderbolts de Warren Ellis.

Entrando ya en materia los 14 números que Milligan permaneció en la serie se pueden estructurar en tres etapas, un primer arco que ocupo los 8 primeros números, tres números sueltos y una saga de tres números que supone el esperadísimo reencuentro con Daredevil, conviene si acaso mencionar antes que nada que tras su regreso en Caída del Paraíso, tras sus diversas apariciones en DD, y su propia mini (Elektra Raíz del Mal), el personaje todavía tendría tiempo para pasarse durante 6 números por las páginas de Wolverine, por lo que este se convertiría en uno de los personajes secundarios recurrentes de esta etapa.

El primer arco, como ya se ha mencionado se prologara a lo largo se 8 números, y en el conoceremos el nuevo status de Elektra y los personajes secundarios de su entorno, Elektra se ha cansado de matar, y ahora desea dedicarse a hacer el bien, convirtiéndose en una suerte de superheroina y despojada de paso de toda su aura mítica y misteriosa, afincada en New York, comparte la regencia de un Dojo con King Lau, un exiliado Hongkones con problemas con la mafia y que busca en EEUU una segunda oportunidad y con McKinley Stewart, exboxeador de los pesos pesado que llego a competir por el campeonato del mundo, y que ahora regenta el Dojo junto con Lau, Mc como será conocido por sus amigos enseguida se enamorara de Elektra, que si bien no enamorada pero si encariñada, no dudara llegado el caso en usarlo como desahogo sexual y cómplice de su propia soledad, el plantel de secundarios inicial se completar con Konrad, un en primer momento hombre más tarde mujer, que dueño de una compañía de danza trata (con éxito) de convencer a Elektra para que monte un número musical dada la gracilidad y facilidad de sus movimientos, a estos habría que añadir a Lobezno que hará apariciones puntuales, bien para servir de chofer bien para “probar la valía” de Mc como novio de Elektra, y la presencia de un fantasmagórico Stick que tratará de guiar a Elektra en su nueva vida.

La trama central de estos 8 números pivota en torno a un misterioso personaje conocido únicamente como el Arquitecto, que con cientos quizás miles de años a sus espaldas monta una competición de asesinos en pleno New York con el fin de que el vencedor le mate para de esa forma poder reencarnarse, Elektra se verá atrapada en medio de todo cuando Bullseye entre en juego y trate de volver a matarla, este esperado encuentro tiene lugar en el segundo número, y aunque Elektra finalmente consigue vencer el precio a pagar será muy elevado ya que atrapada en medio de la batalla Nina McCabe una niña de apenas 16 años ve como su padre muere ante sus propios ojos, Elektra, identificándose con la desgracia al haber vivido algo muy parecido en el pasado, se tornara en mentora y amiga de Nina, que para de esa forma a engordar el plantel de secundarios.

A lo largo de estos 8 números asistiremos a la profundización de las relaciones entre los distintos personajes, veremos como gracias a los tejemanejes de el Arquitecto, Konrad acaba en el cuerpo de una mujer, y veremos como Elektra intenta detener la guerra de los asesinos, contando con la ayuda del Doctor Extraño para derrotar finalmente al Arquitecto, se trata por lo tanto de un arco bastante entretenido, plagado de acción y que sin embargo adolece del mismo problema que Raíz del Mal, esto es, la banalización de Elektra, que pasa a ser un personaje más cuyo interés es más bien escaso y que además no termina de asentarse en el nuevo status que uno no sabe muy si es cosa del guionista o de la propia Marvel directamente.

Sea como sea tras este primer arco que presenta todos los elementos que configuran la serie le toca el turno al mes –1, un autentico despropósito argumental, de difícil encaje en la continuidad, en la que una Elektra que apenas parece poseer unas nociones básicas de artes marciales, trata chapuceramente de vengarse de los hombres responsables del secuestro y posterior muerte de su padre,

Tras esto vendrían un número donde Elektra combate y vence a una secta de origen chino llamados los Cuatro Vientos, número en el que destaca la aparición de Sang Chi que después tendría su importancia en la etapa de Larry Hama al frente de la serie, y otro donde se profundizan las relaciones personales, destacando por lo surrealista del asunto al relación amorosa que se establece entre Konrad y Lau, con esto entramos de lleno en la última saga de Milligan el frente de la colección, una saga de tres números llamada American Samurai, y a lo largo de la cual (en un uso totalmente erróneo de los personajes y sus características) Daredevil y Elektra están en un tris de retomar su relación, la saga se centra en un octogenario samurai que se dedica a despedazar a criminales y que finalmente vencido por Elektra y DD pide ayuda a la primera para cometer seppuku (suicidio ritual japonés), esta opta por ayudarle pese a la frontal oposición de Matt que dándose cuenta de la incompatibilidad de caracteres y actos entre ambos (como si no lo supiera ya de sobra) opta por cortar la relación antes de que esta siquiera empiece.

Termina así una etapa en general gris y mediocre, muy lejos de lo que de un autor del calibre de Milligan cabria esperar, errores en la caracterización de algunos personajes, un status para el personaje central que ni el propio guionista parece creerse y un dibujo vistoso pero vacío, son las señas de identidad de una etapa que ni siquiera se salva por sus altas dosis de acción ante la incertidumbre del rumbo adoptado, una autentica lastima, pero nada extraño teniendo en cuenta los mediocres antecedentes del personaje desde su regreso de una tumba de la que tal vez nunca debió salir.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Elektra, un breve repaso a su trayectoria.

Concebida inicialmente como mero contraste y foco de problemas emocionales para Daredevil, Elektra llegó incluso a igualar la popularidad del hombre sin miedo, veamos por que.

Cuando Frank Miller se convirtió en el autor completo de Daredevil a la altura de 1981, decidió explorar en el casi desconocido pasado del personaje para traer desde allí el que fuera su primer amor, el objetivo, en palabras del propio Miller era encontrar una antagonista femenina a la altura del propio Daredevil, para ello pretendía crear un conflicto emocional brutal: por un lado Elektra era la primera mujer a la que Matt había amado de verdad, los avatares del destino les habían separado y ahora cuando años después volvían a encontrarse Elektra era todo aquello que Matt debía odiar: una mercenaria, asesina sin escrúpulos dispuesta a vender sus servicios al mejor postor sin ningún tipo de cortapisa moral (algo que Miller se encargaría de matizar con el tiempo); Matt debería odiar a Elektra, pero no podía, cuanto más se esforzaba por no amarla, más se encerraba en una insoportable dicotomía de amor-odio que amenazaba su propia estabilidad mental, por su parte Elektra hace tiempo que había dejado atrás a Matt y la luz de esperanza y felicidad que él había significado en su vida, su regreso supuso un vuelco brutal e inesperado en su bien planificada vida, debería olvidarle es más debería matarle, pero no podía, la llama ardía con más fuerza que nunca; esta particular relación configuraría de inicio a fin toda la primera etapa de Miller al frente del cuernecitos.

Aparecida por primera vez en Daredevil volumen I 168 (Enero de 1981), en el primer número de Miller como autor completo de la serie, Elektra sería mostrada como una estudiante más o menos normal (situación esta que sería ampliamente modificada por el propio Miller en la miniserie El hombre sin miedo), hija de un diplomático griego por el que profesaba un gran amor (vamos que el nombre no fue escogido al azar), a la que Matt conseguía enamorar con audacia e inteligencia, tras vivir una intenso y apasionado romance, el secuestro y posterior muerte de su padre (con una poco afortunada intervención de Matt y ella misma) alejo a Elektra de Matt a quien se veía incapaz de seguir amando si antes no se encontraba a si misma, el posterior reencuentro entre ambos años después y ya como héroe enmascarado uno y peligrosa mercenaria la otra (encuentro calcado, como el propio Miller reconoce, al de Sand Saref y Spirit en el mítico comic de Eisner), provocaría que por primera vez en su vida Elektra llorase, destapándose de paso la caja de los truenos.

Una aparición tan contundente y espectacular como esta, no podía si no generar ansias en los lectores por conocer más sobre este personaje, y así aunque Miller se hizo de rogar (tras una breve aparición en el 169, el personaje no volvería a parecer hasta el DD 174) poco a poco fuimos describiendo más sobre el mismo, así vimos como, pese a su enorme valía como luchadora, La Casta de Stick (el mismo que había entrenado a DD) no la encontró valida para su milenaria lucha contra La Mano habida cuenta del profundo odio que anidaba en su interior, descubrimos como Elektra intentando demostrar el error de Stick se infiltra en La Mano para acabar con ella desde dentro, solo para acabar al borde de la corrupción definitiva, estatus del que escapa de milagro y solo para convertirse en una brutal mercenaria.

Como ya dijimos el regreso de Elektra se hizo esperar, pero fue tan contundente como se cabría imaginar, La Mano había puesto precio a la cabeza de Matt y aunque tras descubrirlo Elektra se dice a si misma que no le importa lo primero que hace es coger un vuelo a New York, una vez ahí el conflicto esta servido, la tensión entre Matt y Elektra alcanza limites insoportables, y será Heather Gleen (pareja sentimental de Matt por entonces) la que pague los platos rotos por parte de un Matt cada vez más desequilibrado; una vida llena de violencia solo puede acabar de forma violenta y así será cuando Elektra es brutalmente asesinada (¿violada?) por Bullseye deseoso de recuperar el puesto de asesino principal de Kingpin, estatus perdido a mano de la misma Elektra, es interesante analizar el contexto en el que muere Elektra, asesinadas tras perdonar la vida a Foggy Nelson (Miller muestra así que el personaje no ha caído del todo) este síntoma de debilidad preludia su caída a manos de un ser definitivamente amoral y némesis física de su gran amor, Elektra todavía tendría tiempo de arrastrarse para morir en los brazos de su amado, en una de las escenas más tristes y desgarradoras de la historia del género, podía haber acabado aquí, tal vez debería haber acabado aquí, pero Miller tenía otros planes, planes que propiciarían la apertura de la Caja de Pandora que tantos dolores de cabeza provocarían en el autor americano en un futuro.

Tal vez queriendo abrir una puerta a la esperanza en una etapa tan sombría, Miller decidió dar una segunda oportunidad a Elektra, y así La Mano en su afán por encontrara al asesino perfecto (y tras haber perdido a su anterior estilete, Kirigi, a manos de la propia Elektra), trata de volver a la vida a la asesina para tenerla bajo su control, solo la intervención de DD, la Viuda Negra y lo que queda de La Casta evita tal situación, aunque Matt tras ver que es posible salvar a Elektra trata de dar todo lo que tiene para salvarla; sin embargo falla, pero Piedra el último superviviente de La Casta, se da cuenta de que, el amor de Matt ha purgado el odio y la maldad en Elektra, tal vez merezca una segunda oportunidad, la siguiente escena que veremos será la de Elektra vestida de blanco en lugar de su habitual rojo sangre, escalado ahora si, con éxito la montaña de La Casta, esa misma montaña que años antes se había tornado infranqueable, Elektra estaba pura, era libre, en el que tal vez fuera el único resquicio a la esperanza en una etapa tan genial como sombría, Miller había purgado a SU personaje y le había dado la oportunidad de redimirse por el amor.

Años después Miller aduciría que todo esto había sido puramente simbólico, que Elektra estaba muerta y bien muerta, sin embargo tal vez consciente que su deliberada ambigüedad podía traer problemas de cara al futuro, decidió escribir Elektra Lives Again, obra conocida popularmente como Elektra Dies Again, en la que Miller trataba dejar definitivamente muerta a Elektra (y a Bullseye de paso), pero claro como esto es un negocio, y aunque esta muy bien dejar que el autor superventas se divierta, no lo esta tanto dejar que se cargue a dos personajes con tanto potencial, Marvel saco Elektra Lives Again de continuidad, dejando abierta una puerta, que sin embargo prometía a Miller no usar jamás, y es que Elektra era SU personaje y nadie más debía escribirlo, pero ¡hay!, las palabras se las lleva el viento, y cuando DD llevaba demasiado tiempo sin ser el centro de atención y sin vender en exceso, Marvel decidió dar un vuelco (tanto en forma como en contenido) al estatus del personaje y para ello nada mejor que recurrir al regreso de Elektra usando las puertas que el propio Miller (que monto en cólera) había dejado abiertas.

La saga donde tal evento tendría lugar se llamaría Caída del Paraíso (DD 319-325) y bajo guiones de D.G. Chichester y lápices de Scott McDaniel, Elektra volvería definitivamente, eso si divida en dos, primero la Elektra pura que Matt había salvado, y luego por las acciones de La Mano su parte “malvada” que Elektra asumiría como propia para de esta forma derrotar a La Mano y estar completa.

Desde entonces Elektra a contado con diversas miniseries, dos serie regulares y múltiples apariciones por todo el Universo Marvel (en especial en DD y el Lobezno), pese a esto nadie ha sabido captar la esencia de un personaje tan intrínsecamente milleriano y lo cierto es que sus apariciones has oscilado entre lo mediocre (convertir a Elektra en un personaje convencional debería ser delito) y lo directamente penoso, solo Greg Rucka, consciente de la imposibilidad de seguir el camino impuesto por Miller trato en su momento de evolucionar al personaje, sus esfuerzos y aportaciones sin embargo caerían en saco roto tan pronto dejo de escribir al personaje, y es que en su “segunda vida” Elektra o bien ha sido una “superheroina” casi convencional (durante la serie noventera) aunque dura como el turrón de jijona (como cabria esperar de la época), o bien una asesina mercenaria sin escrúpulos, su actual estatus en el Universo Marvel, al menos hasta Invasión Secreta, queda por ver como evoluciona el personaje a partir de aquí, pero auque sería injusto decir que no ha habido buenos comics de Elektra más allá de Miller, no lo es tanto señalar que su Elektra y la que ha venido después son personajes bien distintos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Daredevil algunos cameos II.

Tras repasar de manera somera alguno de los principales cameos de Daredevil dentro del Universo Marvel, conviene resaltar también la presencia del personaje a lo largo de la década recién finalizada, una década marcada por preponderancia de la figura del “editor estrella”, el “guionista estrella” y los grandes megacrossovers.



Empezando por los grandes crossovers que últimamente han sacudido la antigua Casa de la Ideas, como siempre la presencia de Daredevil en estos, no ha sido muy destacada, sin embargo si cabría mencionar varias cosas; así sería Daredevil, la colección que daría paso al relanzamiento de Iron Fist con los guiones de Ed Brubaker, Matt Fracttion y los lápices de David Aja; con Matt en la cárcel durante la Civil War, sería Danny Rand quien se disfrazaría de diablo durante el conflicto superhéroico, los motivos los descubriríamos después durante la etapa de Brubaker en la colección del cuernecitos todo esto serviría para poner de nuevo a Danny en el candelero y dispuesto para el lanzamiento de su ya cancelada serie regular, serie que además de en las páginas de Daredevil, tendría su prologo en el Civil War: Chosing Sides, un especial ambientado en plena Civil War, donde se mostraba el papel de diversos personajes secundarios del Universo Marvel en el conflicto, entre ellos Iron Fist, con presencia también del cuernecitos.

Pasando al siguiente gran evento de Marvel, el papel de Daredevil durante World War Hulk, sería más bien anecdótico, es obvio que el que Hulk ataque Nueva York ha de afectar a alguien como Matt, como también lo es que Daredevil pintaba muy poco en ese conflicto, así las cosas, Daredevil haría unos breves cameos, en la serie World War Hulk: Primera Línea, protegiendo a los habitantes de la Cocina del Infierno, que sin embargo no dudarían en echarle en cara que son los superhéroes quienes han montado todo este lío, también aparecería brevemente en la miniserie Control de Daños ayudando en la reconstrucción de la ciudad.



Entrando ya en Invasión Secreta, el papel de Daredevil más que escaso es casi nulo, sin embargo no será así la función de dos personajes surgidos en las páginas del cuernecitos, primero Eco; infiltrada en La Mano y sin saber cómo salir, pide ayuda a Matt que a su vez acude a Los Vengadores para que la rescaten, el posterior combate, culmina con la muerte de Elektra, líder de la secta japonesa, que resulta ser una skrull, cuya infiltración no había sido detectada ni por los supersentidos de Daredevil o Lobezno, ni por la magia del Doctor Extraño, ni por los telepatas de S.H.I.E.L.D, la muerte de la falsa Elektra, da inicio a la paranoia en el Universo Marvel, y asienta las bases de la Invasión Secreta, que al parecer B.M. Bendis llevaba planeando desde el número 1 de Los Nuevos Vengadores; ya durante el conflicto se descubrirá cuando fue sustituida Elektra y el papel de su sustituta en la Invasión; para conocer el destino de la autentica Elektra habría que esperar a su ya mencionada miniserie, Dark Regin: Elektra, situada tras el final del evento.

Hablando de personajes surgidos de las páginas del hombre sin miedo, cabe destacar también la labor de Bullseye en la filas de los Thunderbolts, allí y de la mano de guionistas como Warren Ellis o Christos Cage hemos asistido a su vertiente más psicótica, sobre todo cuando puntualmente se ha visto libre de las nanitas que permiten a los Thunderbolts mantenerlo bajo control, sin embargo, su presencia en el grupo, no ha sido especialmente relevante, más allá de la violencia desatada y el caos que aporta cuando se le deja suelto, elementos estos, que por contra resultaron claves en la resolución del segundo arco argumental de Ellis.

Más relevancia tendrá Daredevil en el interregno entre los megacrossovers de Invasión Secreta y Asedio, en el llamado “Reinado Oscuro” (donde por cierto Bullseye también tendrá un papel clave, con miniserie incluida, al adoptar la identidad de Ojo de Halcón en Los Vengadores Oscuros de Osborn, con un rol en cualquier caso parejo al que tenía con Ellis en los Thunderbolts), con Norman Osborn como nuevo hombre fuerte de la seguridad en los USA, Daredevil se verá obligado a tomar medidas drásticas que le acercaran cada vez más al abismo.

Queda para el final el ya mencionado Asedio, el por ahora último gran crossover de la casa, si en los crossovers anteriores la presencia de Daredevil era escasa, en este será nula, y es que el héroe sin miedo anda demasiado ocupado en propio crossovers: Shadowland, el primero de la colección regular desde Juego Mortal en los 90 y en el que Daredevil en su nuevo status como líder de La Mano es protagonista absoluto.



Fuera ya de los grandes crossovers y para terminar es necesario mencionar dos comics más, por una lado la presencia del cuernecitos en las páginas de Amazing Spider-man, durante la saga “La primer Cacería de Kraven”, con guiones de Zeb Wells y lápices de Phil Jimenez, donde Matt prestaría su traje a Spidey para proteger la identidad secreta de este, todo esto tras haber colaborado en la detención de un villano de poca monta, por supuesto tras el Brand New Day, Matt no sabe la identidad secreta de Spidey, cosa que no ocurre a la inversa, al ser la identidad de Matt semipública, por último Matt tiene gran importancia en el lanzamiento de la miniserie del nuevo Tigre Blanco, o más bien la nueva Tigresa Blanca, la ex detective del FBI, Ángela Ayala, cuyo origen estaría en las páginas del cuernecitos durante la etapa Bendis, la miniserie de 6 números, cuenta más con la presencia de Danny Rand vestido de Daredevil que con la de Matt, y tendrá guiones de Tamora Pierce y Timothy Liebe, lápices de Phil Briones y portadas de David Mack; a día de hoy permanece inédita en nuestro país.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Elektra Lives Again de Frank Miller y Lynn Varley.

A pesar del titulo, Elektra Lives Again se trata de una novela grafica sobre DD (o mas bien sobre Matt) ya que la presencia de la asesina griega, aunque sentida en toda la obra, es más bien en casi todo el comic más eterea que real.

Publicada originalmente a la altura de 1990 y enmarcada dentro del sello Epic, Elektra Lives Again llegó a nuestro país por primera vez a altura de 1991 de la mano de la extinta Forum, que respeto el tamaño (superior al habitual) y la sobrecubierta de la obra original una edición digna aunque con cierta tendencia al “otoñalismo”, tendencia esta solucionada en la reciente reedición por parte de Panini, edición que sin embargo carece de sobrecubierta.

La obra, penúltimo trabajo de Miller con el personaje, contaría con los acabados y el color de su por entonces inseparable Lynn Varley y suponía un intento por aclarar el destino de Elektra tan confuso tras los acontecimientos narrados en la serie regular, y es que fue el propio Miller el que abrió la caja de los truenos al jugar con la posibilidad de la resurrección de Elektra y sobre todo al no dejar claro cual fue su destino final; así en el ya mitico número 190 de Daredevil el amor de Matt pareció purificar a Elektra y Piedra pareció sacrificar su vida para resucitarla, de esta forma el comic acababa con Elektra escalando por fin la montaña de La Casta y vestida de un impoluto blanco en contraste con el violento y sangriento rojo de antaño, un guiñó de esperanza en una etapa bastante sombría, Elektra había sido redimida por el amor de Matt, sin embargo ¿era todo eso simbólico o realmente Elektra había resucitado?, Miller sostenía lo primero, pero lo cierto es que la puerta a lo segundo había quedado abierta y aunque Marvel hasta el momento se había mostrado respetuosa con su creación lo cierto es que esa puerta podía ser usada por cualquier autor para en un futuro retomar el personaje, y esto era algo que Miller quería evitar a toda costa; así que básicamente ese fue el motivo por el que surgió Elektra Lives Again: un intento de Miller por asegurarse de que en futuro nadie tocase a “su” personaje, motivo por el cual y no sin cierta ironía (y razón) muchos llaman a esta obra “Elektra Dies Again”.

Con un fin tan claro, argumentalmente, no se puede decir que Elektra Lives Again sea precisamente brillante, lo que no impide que estemos ante una retorcida y algo enfermiza historia de amor con un nivel gráfico como minimo espectacular; Miller parece situar a Matt desde un punto de vista psicológico antes de lo narrado en Daredevil 182 número en el que Matt (y el propio lector) asume definitivamente que Elektra esta muerta, así Matt se ve incapaz de dejar de pensar en ella, y los sueños (pesadillas) sobre su regreso le atormentan, la realidad demuestra finalmente la veracidad de esos sueños cuando Elektra regresa solo para morir de nuevo a manos de un Bullseye muerto y resucitado por La Mano que pretendía encontrar un asesino perfecto a sus ordenes tras los fracasos con Kirigi y la propia Elektra, un Bullseye que de paso encuentra también (y de nuevo) la muerte a manos de la propia Elektra.

Así, y de un plumazo Miller intenta cargarse definitivamente a Elektra y de paso mata a un antagonista de peso como es el caso de Bullseye, Marvel esta claro no podía permitir algo como eso y pronto Elektra Lives Again fue enviada al limbo ya que desde la editorial se señalo que la historia no entraba en al canon del personaje quedando fuera de continuidad, es curioso destacar como el propio Miller tal vez adelantándose a esta posibilidad trata de insertar plenamente la historia en continuidad con guiño a Born Again incluido, cuando Matt solo y desesperado llama a Karen y esta le dice que esta en Los Angeles haciendo películas “educativas”.

Es destacable el que Daredevil apenas aparezca en el comic, pareciera que Miller quisiera dejar claro que el que sufre es Matt y que Daredevil esta de más, bajo este punto de vista Miller si maneja muy bien el aspecto psicológico del personaje, consigue transmitir su dolor y sensación de impotencia ante lo que esta pasando, así el autentico protagonista de la obra es Matt, un Matt que haciendo un poco de metalenguaje, juega el mismo papel que el lector, un lector desconcertado ante el destino de Elektra que la hecha de menos y que desea que vuelva para al final tener que asumir que realmente esta muerta y que si es por Miller no va a volver, otro apunte que conviene señalar es el que hace referencia al aspecto gráfico: la evolución, la falta de miedo al cambio y las ansias de experimentación de Miller alcanzan en Elektra Lives Again un punto culminante que anticipa muchos de los aspectos de la futura Sin City (ese Matt plagado de tiritas cual Marv en El largo adiós....), así que desde un punto de vista gráfico Elektra Lives Again es ante todo un gran espectáculo y un paso más en la evolución de un artista en continuo cambio y crecimiento, por otro lado la calidad gráfica de esta obra, unida al espectacular trabajo de Varley al color, hacen de este comic una de las más claras muestras de que la fama de Miller de dibujar mal pero narrar espectacularmente bien, es bastante discutible en lo que a la primera parte del tópico se refiere.

Para terminar si quisiera hacer una reflexión sobre Elektra y sus posterior regreso de la mano de Chichester y McDaniel, hoy en día una de las principales razones por que Miller no realiza ninguna colaboración con Marvel (desde hace muchos años ya) tiene que ver con que según él, Elektra esta muerta”, bajo este punto de vista esa claro que Miller creo al personaje, lo moldeo y ha sido el único autor que ha sabido tratarla, sin embargo no es menos cierto que cuando creas un personaje para los universos superheroicos de Marvel o DC has de ser consciente de que ese personaje pasa a ser propiedad de la editorial y es bastante probable que otros autores acaben tratándolo, además en este caso es el propio Miller quien fue ambiguo y jugo con la posibilidad de la resurrección del personaje, y cuando trató de solucionarlo además de ser algo tarde (casi 7 años después de al muerte y "resurrección" de Elektra) solo consiguió estropearlo más al intentar cargarse también a Bullseye, algo que Marvel no iba a consentir así como así, por ello Miller puede quejarse todo lo que quiera por el regreso de Elektra pero uno de los principales responsables del mismo es él.

lunes, 30 de agosto de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark II.

Segundo post dedicado al Daredevil de Brubaker y Lark centrado en este caso en las dos primeras sagas del dúo en la colección del hombre sin miedo, a medio camino del resumen y el breve análisis el post viene (como siempre) cargado de spoilers para quien no haya leído estos comics aún.

Empezando una vez más por los créditos, los números aquí reseñados serán los Daredevil volumen II USA 82-94 (Abril de 2006-Abril de 2007) incluidos en los números 12 a 23 del segundo volumen del personaje bajo la editorial Panini en España, estos comics se estructuran en dos grandes sagas, “El diablo en la galería D” (82-87, 12-17 en España) y “El diablo se da un paseo” (89-93, 19-22 en España), entre las dos sagas tenemos el 88 (18 español) dibujado por el español David Aja titulado “La vida secreta de Foggy Nelson”, y al final esta el 94 (23 español) dibujado por Lee Wecks y con una portada alternativa de John Romita Sr. titulado “Nuestra historia de amor”.

La primera saga de Brubaker y Lark en la colección empieza realmente fuerte: de noche, Cocina del Infierno, una lluvia implacable y molesta que parece no tener fin, un intento de robo, Daredevil, raudo, veloz sin dejar respirar a sus enemigos, detiene una vez más el crimen; cambio de escenario, estamos en una celda lúgubre, Matt Murdock reflexiona sobre como ha podido acabar ahí...un momento ¿no es Murdock, Daredevil?, entonces ¿qué demonios esta pasando aquí?.

Un arranque realmente prometedor para la que sin duda es la mejor saga de Brubaker y Lark en la colección, ¿quién es el Daredevil que patrulla las calles de la Cocina del Infierno?, ¿cómo saldrá Murdock de la cárcel?, ¿por qué el director del FBI quiere a Murdock muerto antes de llegar a juicio?, todas estas preguntas encontraran su respuesta en este primer año del nuevo equipo creativo en al colección.

El final de la etapa Bendis/Maleev tan impactante como difícil de continuar es el punto de arranque de una etapa que sabe lidiar con la Civil War (el Daredevil que veremos por allí no será Murdock), y que busca restaurar el status quo para poder contar sus propias historias, la primera saga “El diablo en la galería D”, centrada en la estancia de Murdock en prisión, empieza a dejar claro que detrás del deseo de encarcelar a Daredevil hay mucho más, alguien quiere que Murdock muera en prisión, los hilos se mueven y Matt acaba encerrado en la misma cárcel que gente como Carlos Lamuerto (Tarántula Negra), Cabeza de Martillo, Kingpin, Bullseye o incluso Punisher.

La idea es poner a Murdock al límite, obligarle a cometer una locura y conseguir un motín en el que todos se maten entre todos, para ello nada mejor que asesinar a Foggy Nelson y dar pruebas a Matt de que alguien de la cárcel estuvo involucrado en ello, sin embargo nadie cuenta con que Murdock ya ha caído muchas veces, pero siempre se ha levantado, nadie cuenta con que él pueda tener sus propios planes para salir de la cárcel, cierto, necesita un ligero empujó de Frank “Punisher” Castle (un Brubaker magistral muestra en una sola frase el porqué del odio de Matt hacia Castle, en el fondo teme convertirse en él, y en la prisión eso esta a punto de pasar), Murdock consigue escapar, reteniendo en prisión a Bullseye y a Kingpin y tapando además su identidad al fingir un secuestro por parte del Punisher quien supuestamente le habría usado para tapar su fuga; es la hora de buscar respuestas y a fe que las conseguirá, primero habrá de averiguar quien es el Daredevil que le ha estado sustituyendo, conseguido esto será la hora de ir a por quien le contrato, la pista conduce a Europa, ya tocaba que el diablo se diera un paseo.

Esta primera saga esta llena de tensión, de impactantes continuaras, de caracterización de personajes, de un dibujo perfecto para lo que se esta narrando, es decir de todo lo que se le debe pedir a un comic de este tipo, Brubaker recupera a Becky Blake y presenta a Dakota North ¿trata de esta forma, ampliando el reparto de secundarios, justificar el que se quite de en medio a Foggy Nelson?, nada más lejos de la verdad, Foggy no estaba muerto, estaba de parranda, o algo parecido, en lo que tal vez sea el primer resbalón (en la medida en que Brubaker hace trampa con sus lectores, no dándole pistas reales para averiguar que estaba pasando en verdad) de los muchos que tendrá la etapa, en “La vida secreta de Foggy Nelson”, Brubaker nos narra como Foggy en realidad sobrevivió a su apuñalamiento y ahora se haya metido en el programa de protección de testigos del FBI (si ese mismo FBI que trata de destruir a Matt) y protegido por La Mano liderada por Elektra (si esa Elektra que resulto ser un Skrull en los meses previos a Invasión Secreta), el número intimista pero no por ello exento de acción, se centra en como ser el mejor amigo de Daredevil ha afectado a Foggy Nelson, un Foggy que termina demostrando que a lo mejor es él quien merece el calificativo de “El hombre sin miedo”.

Entrando ya en la segunda saga, Brubaker decide sacar a Matt de Nueva York y llevarlo a la vieja Europa, casi desde el principio ha querido dejar claro que detrás de los males de Matt hay una figura en la sombra manipulándolo todo, lo cierto es que los males de Matt vienen de no saber proteger su identidad secreta y de ejercer de justiciero y abogado a la vez, no es necesaria ninguna conspiración para saber porqué esta metido en semejante lío, pero claro si no hay conspiración, si no hay nadie detrás, ¿cómo salimos de este embrollo?, eso es lo que debió pensar Brubaker, y así, lo cierto es que lo narrado en “El diablo se da un paseo” no deja de ser un Deux ex Machina en toda regla, pero no es menos cierto que no se adivinaban en el horizonte muchas alternativas, y ya de tener que recurrir a un Deux ex Machina, por lo menos hacerlo bien, respetando la lógica interna de al serie y lo narrado por Bendis y Maleev en la anterior etapa, y aquí, al menos, Brubaker si supo estar a la altura.

Vanesa Fisk, esposa del gran Kingpin, había sido la razón por la que este intento dejar su mundo criminal atrás, había sido la única mujer a la que había amado, su presunta muerte había propiciado su regreso al crimen, el que fuera usada por Daredevil como peón en su eterna partida de ajedrez con Wilson Fisk, terminaría desencadenado, aunque fuera de manera indirecta la muerte de Elektra, si, Vanessa siempre había sido pieza clave en la lucha entre Fisk y Murdock, pero tal vez nunca hasta la etapa Bendis se había tornado en pieza activa, harta de ser usada y manipulada por unos y otros Vanessa, se vio obligada a actuar, teniendo que matar a su propio hijo y liquidando el imperio criminal de Kingpin, que ahora estuviera detrás de los males de Matt aunque innecesario, tenía toda la lógica del mundo.

Vanessa propone a Murdock un trato en apariencia irrechazable, esta al borde de la muerte por una enfermedad terminal y quiere irse a la tumba asegurándose de que su marido y su principal enemigo se destrocen mutuamente en su odio sin sentido, Vanessa puede devolver a Matt su vida demostrando la existencia de una conspiración del director del FBI para acabar con él, a cambio quiere que Matt saque a Fisk de la cárcel, Matt ha pactado muchas veces antes con el diablo, y Vanessa (que en el fondo lo considera un egoísta ¿o es el propio Brubaker quien piensa eso hablando por boca de Vanessa?, el devenir de la etapa propiciara inquietantes respuestas) lo sabe, sin embargo ahora Matt se niega, claro, no podía ser de otra forma, pero cuando Vanessa, pese a todo devuelve a Matt su vida, este, que siempre paga sus deudas siente que debe cumplir con lo que Vanessa quería, pero no para lo que ella quería, sacará a Fisk de la cárcel, si, pero lo hará solo para que acabe su eterna batalla, entre los dos han destrozado y pervertido a una mujer en esencia buena, es hora de por lo menos honrar a la verdadera Vanessa ahora que ha muerto, poniendo fin a su disputa.

Con el final de esta segunda saga, Brubaker consigue sacarse de encima el legado de Bendis y Maleev, a partir de ahora podrá iniciar su propio camino (y curiosamente será cuando pierda el rumbo), además sabe que pese a haber devuelto a Matt su vida, esto no significa que las cosas vuelvan a ser como antes, que no se pueda probar judicialmente que sea Daredevil no significa que todo el mundo (amigos y enemigos) haya olvidado que Murdock es Daredevil, el panorama que asoma es interesante y lleno de posibilidades, pero antes todavía queda otro número, “Nuestra historia de amor”; que recuerda en cuanto a estructura al episodio de Foggy, de nuevo estamos ante una historia intimista centrada en Milla Donovan y su sufrimiento ante las largas noches de vigilia en espera de que Matt vuelva a casa sano y salvo, un número que adquiere otra luz ante lo que después le pasara a Milla, pero eso queda para más adelante.