lunes, 30 de agosto de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark II.

Segundo post dedicado al Daredevil de Brubaker y Lark centrado en este caso en las dos primeras sagas del dúo en la colección del hombre sin miedo, a medio camino del resumen y el breve análisis el post viene (como siempre) cargado de spoilers para quien no haya leído estos comics aún.

Empezando una vez más por los créditos, los números aquí reseñados serán los Daredevil volumen II USA 82-94 (Abril de 2006-Abril de 2007) incluidos en los números 12 a 23 del segundo volumen del personaje bajo la editorial Panini en España, estos comics se estructuran en dos grandes sagas, “El diablo en la galería D” (82-87, 12-17 en España) y “El diablo se da un paseo” (89-93, 19-22 en España), entre las dos sagas tenemos el 88 (18 español) dibujado por el español David Aja titulado “La vida secreta de Foggy Nelson”, y al final esta el 94 (23 español) dibujado por Lee Wecks y con una portada alternativa de John Romita Sr. titulado “Nuestra historia de amor”.

La primera saga de Brubaker y Lark en la colección empieza realmente fuerte: de noche, Cocina del Infierno, una lluvia implacable y molesta que parece no tener fin, un intento de robo, Daredevil, raudo, veloz sin dejar respirar a sus enemigos, detiene una vez más el crimen; cambio de escenario, estamos en una celda lúgubre, Matt Murdock reflexiona sobre como ha podido acabar ahí...un momento ¿no es Murdock, Daredevil?, entonces ¿qué demonios esta pasando aquí?.

Un arranque realmente prometedor para la que sin duda es la mejor saga de Brubaker y Lark en la colección, ¿quién es el Daredevil que patrulla las calles de la Cocina del Infierno?, ¿cómo saldrá Murdock de la cárcel?, ¿por qué el director del FBI quiere a Murdock muerto antes de llegar a juicio?, todas estas preguntas encontraran su respuesta en este primer año del nuevo equipo creativo en al colección.

El final de la etapa Bendis/Maleev tan impactante como difícil de continuar es el punto de arranque de una etapa que sabe lidiar con la Civil War (el Daredevil que veremos por allí no será Murdock), y que busca restaurar el status quo para poder contar sus propias historias, la primera saga “El diablo en la galería D”, centrada en la estancia de Murdock en prisión, empieza a dejar claro que detrás del deseo de encarcelar a Daredevil hay mucho más, alguien quiere que Murdock muera en prisión, los hilos se mueven y Matt acaba encerrado en la misma cárcel que gente como Carlos Lamuerto (Tarántula Negra), Cabeza de Martillo, Kingpin, Bullseye o incluso Punisher.

La idea es poner a Murdock al límite, obligarle a cometer una locura y conseguir un motín en el que todos se maten entre todos, para ello nada mejor que asesinar a Foggy Nelson y dar pruebas a Matt de que alguien de la cárcel estuvo involucrado en ello, sin embargo nadie cuenta con que Murdock ya ha caído muchas veces, pero siempre se ha levantado, nadie cuenta con que él pueda tener sus propios planes para salir de la cárcel, cierto, necesita un ligero empujó de Frank “Punisher” Castle (un Brubaker magistral muestra en una sola frase el porqué del odio de Matt hacia Castle, en el fondo teme convertirse en él, y en la prisión eso esta a punto de pasar), Murdock consigue escapar, reteniendo en prisión a Bullseye y a Kingpin y tapando además su identidad al fingir un secuestro por parte del Punisher quien supuestamente le habría usado para tapar su fuga; es la hora de buscar respuestas y a fe que las conseguirá, primero habrá de averiguar quien es el Daredevil que le ha estado sustituyendo, conseguido esto será la hora de ir a por quien le contrato, la pista conduce a Europa, ya tocaba que el diablo se diera un paseo.

Esta primera saga esta llena de tensión, de impactantes continuaras, de caracterización de personajes, de un dibujo perfecto para lo que se esta narrando, es decir de todo lo que se le debe pedir a un comic de este tipo, Brubaker recupera a Becky Blake y presenta a Dakota North ¿trata de esta forma, ampliando el reparto de secundarios, justificar el que se quite de en medio a Foggy Nelson?, nada más lejos de la verdad, Foggy no estaba muerto, estaba de parranda, o algo parecido, en lo que tal vez sea el primer resbalón (en la medida en que Brubaker hace trampa con sus lectores, no dándole pistas reales para averiguar que estaba pasando en verdad) de los muchos que tendrá la etapa, en “La vida secreta de Foggy Nelson”, Brubaker nos narra como Foggy en realidad sobrevivió a su apuñalamiento y ahora se haya metido en el programa de protección de testigos del FBI (si ese mismo FBI que trata de destruir a Matt) y protegido por La Mano liderada por Elektra (si esa Elektra que resulto ser un Skrull en los meses previos a Invasión Secreta), el número intimista pero no por ello exento de acción, se centra en como ser el mejor amigo de Daredevil ha afectado a Foggy Nelson, un Foggy que termina demostrando que a lo mejor es él quien merece el calificativo de “El hombre sin miedo”.

Entrando ya en la segunda saga, Brubaker decide sacar a Matt de Nueva York y llevarlo a la vieja Europa, casi desde el principio ha querido dejar claro que detrás de los males de Matt hay una figura en la sombra manipulándolo todo, lo cierto es que los males de Matt vienen de no saber proteger su identidad secreta y de ejercer de justiciero y abogado a la vez, no es necesaria ninguna conspiración para saber porqué esta metido en semejante lío, pero claro si no hay conspiración, si no hay nadie detrás, ¿cómo salimos de este embrollo?, eso es lo que debió pensar Brubaker, y así, lo cierto es que lo narrado en “El diablo se da un paseo” no deja de ser un Deux ex Machina en toda regla, pero no es menos cierto que no se adivinaban en el horizonte muchas alternativas, y ya de tener que recurrir a un Deux ex Machina, por lo menos hacerlo bien, respetando la lógica interna de al serie y lo narrado por Bendis y Maleev en la anterior etapa, y aquí, al menos, Brubaker si supo estar a la altura.

Vanesa Fisk, esposa del gran Kingpin, había sido la razón por la que este intento dejar su mundo criminal atrás, había sido la única mujer a la que había amado, su presunta muerte había propiciado su regreso al crimen, el que fuera usada por Daredevil como peón en su eterna partida de ajedrez con Wilson Fisk, terminaría desencadenado, aunque fuera de manera indirecta la muerte de Elektra, si, Vanessa siempre había sido pieza clave en la lucha entre Fisk y Murdock, pero tal vez nunca hasta la etapa Bendis se había tornado en pieza activa, harta de ser usada y manipulada por unos y otros Vanessa, se vio obligada a actuar, teniendo que matar a su propio hijo y liquidando el imperio criminal de Kingpin, que ahora estuviera detrás de los males de Matt aunque innecesario, tenía toda la lógica del mundo.

Vanessa propone a Murdock un trato en apariencia irrechazable, esta al borde de la muerte por una enfermedad terminal y quiere irse a la tumba asegurándose de que su marido y su principal enemigo se destrocen mutuamente en su odio sin sentido, Vanessa puede devolver a Matt su vida demostrando la existencia de una conspiración del director del FBI para acabar con él, a cambio quiere que Matt saque a Fisk de la cárcel, Matt ha pactado muchas veces antes con el diablo, y Vanessa (que en el fondo lo considera un egoísta ¿o es el propio Brubaker quien piensa eso hablando por boca de Vanessa?, el devenir de la etapa propiciara inquietantes respuestas) lo sabe, sin embargo ahora Matt se niega, claro, no podía ser de otra forma, pero cuando Vanessa, pese a todo devuelve a Matt su vida, este, que siempre paga sus deudas siente que debe cumplir con lo que Vanessa quería, pero no para lo que ella quería, sacará a Fisk de la cárcel, si, pero lo hará solo para que acabe su eterna batalla, entre los dos han destrozado y pervertido a una mujer en esencia buena, es hora de por lo menos honrar a la verdadera Vanessa ahora que ha muerto, poniendo fin a su disputa.

Con el final de esta segunda saga, Brubaker consigue sacarse de encima el legado de Bendis y Maleev, a partir de ahora podrá iniciar su propio camino (y curiosamente será cuando pierda el rumbo), además sabe que pese a haber devuelto a Matt su vida, esto no significa que las cosas vuelvan a ser como antes, que no se pueda probar judicialmente que sea Daredevil no significa que todo el mundo (amigos y enemigos) haya olvidado que Murdock es Daredevil, el panorama que asoma es interesante y lleno de posibilidades, pero antes todavía queda otro número, “Nuestra historia de amor”; que recuerda en cuanto a estructura al episodio de Foggy, de nuevo estamos ante una historia intimista centrada en Milla Donovan y su sufrimiento ante las largas noches de vigilia en espera de que Matt vuelva a casa sano y salvo, un número que adquiere otra luz ante lo que después le pasara a Milla, pero eso queda para más adelante.

viernes, 27 de agosto de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark I.

Primer post de la serie de cuatro dedicados al Daredevil de Brubaker y Lark hoy toca una revisión a los “títulos de crédito” de la etapa y una valoración general de la misma.

Etapa iniciada en el Daredevil volumen II USA (ya fuera del sello Marvel Knights) número 82 (con fecha de portada de Abril de 2006) y finalizada en el Daredevil 500 USA (que correspondería al 120 del segundo volumen americano y que tendría fecha de portada de Octubre de 2009), el comic se ha publicado en España entre los números 12 y 48 del segundo volumen del personaje bajo el sello de Panini (de Febrero de 2007 a Febrero de 2010).

De los 38 números que componen la etapa (más un anual y un especial fuera de colección), Brubaker ha sido el guionista de todos, contando eso si con la colaboración de su amigo Greg Rucka (Gotham Central, Detective Comics...) en los números 107-110 (Mayo-Octubre de 2008), también cabria mencionar que el numero 500 americano trae una historia de complemento con guiones de Nocenti y lápices del vallisoletano David Aja (Iron Fist), más deudor que nunca de Mazzuchelli; por su parte los lápices de la colección han corrido a cargo de Michael Lark (con su inseparable Stefano Gaudiano a las tintas) en 34 de los 38 números , las únicas excepciones han sido los números 88 (con David Aja), 94 (Lee Wecks, un viejo conocido en la colección ya desde la etapa Nocenti en la misma), 106 (Paul Azaceta, cuyo estilo ha sido tal vez el más discordante en una etapa que ha sabido mantener siempre la misma estética) y 116 (de nuevo David Aja, en un numero ambientada en A Costa da Morte gallega), a esto habría que añadir que el 100, como todo especial que se precie contó con la colaboración de diversos artistas, en ese número mientras que Lark dibujo la historia central, las diversas alucinaciones que sufrió el personaje, victima del gas de Mr. Miedo fueron reflejados por artistas como Alex Maleev, John Romita Sr., Marko Djurdjevic, Lee Bermejo y Bill Sienkiewicz.

Señalar por ultimo la labor de ya habitual Matt Hollingsworth al color (aunque los primeros números fueron de Frank D´Amata), mantenido en todo momento la estética fría y oscura tan característica de la colección, y la de los portadistas destacando sobre todo Tommy Lee Edwards, Lee Bermejo y Marko Djurdjevic, los cuales han mantenido la tradición de este segundo volumen (con autores como Quesada, Mack o Maleev) de crear unas portadas llamativas y que permiten a la serie destacar entre la multitud de comics presentes en las estanterías, pero que (al menos en la mayoría de los casos) no son meros pin-ups que nada tienen que ver con lo que luego se va a contar en el comic.

Empezando ya con la etapa en si, lo que esta claro es que tanto Brubaker como Lark lo tenían muy difícil, no solo por que Bendis y Maleev hubieran creado una de las mejores etapas del personaje, no, el “problema” era como habían dejado la colección a sus sustitutos, con Matt en la cárcel y con su identidad secreta en boca de todo el mundo; esta situación de partida, tan estimulante como compleja fue la base de la que partieron Brubaker y Lark para crear la que probablemente sea su mejor saga en la colección, “El diablo en la galería-D”, donde Brubaker supo tratar al personaje como luego no fue capaz en el resto de la etapa.

Esta primera saga introduce ya alguna de las claves de lo que será la etapa, Matt siempre el limite, sin ningún momento de respiro, puesto contra las cuerdas tanto por sus propios actos como por lo de sus enemigos, sin embargo solo en esta primer saga nos encontramos en el Matt que todos conocemos, el Matt inteligente, fuerte, lleno de recursos, que se cae, si, pero que siempre, siempre se levanta, Brubaker pronto pareció olvidarse de quien era Matt, transformándolo a lo largo de su etapa en un personaje débil, de pocos recursos, insoportablemente lacrimógeno, y egoísta en extremo, y es que si bien el personaje siempre ha tenido un punto de egoísmo que ha configurado su personalidad, en manos de Brubaker se convierte en un autentico cabrón; y es que salvo en la primera saga, Brubaker dejo bien claro que nunca termino de comprender al personaje.

Esto es curioso, porque en contraste, Brubaker, si manejo de manera brillante el entorno y secundarios de la serie, retratando magníficamente a Foggy Nelson, aquí más guía y apoyo que nunca para Matt, rescatando del olvido a Becky Blake, antigua ayudante del dúo y ahora tornada en abogada y socia de Matt y Foggy, recuperando de una miniserie olvidada a Dakota North, detective privada de contrastada solvencia, personaje clave en la etapa y probablemente la principal aportación de Brubaker a la mitología del cuernecitos dado el potencial y el carisma del personaje; este afán nostálgico que tan buen resultado estaba teniendo llevo también a recuperar a Turk, aunque perdiendo esa vena humorística que tenía el personaje en al etapa Miller, además de estas recuperaciones, Brubaker uso clásicos en las serie como Ben Urich o Kingpin (al que manejo con maestría) a parte de recurrir a aliados como Danny Rand (cuya presencia en la serie fue clave para el lanzamiento de la colección Iron Fist), Tigre Blanco, o redefinir a personajes ajenos como Tarántula Negra (de nuevo como Kingpin proveniente del entorno de Spiderman) que se convertiría en un aliado vital de Daredevil, también crearía personajes de interés como el Maestro Izo (maestro de Stick) o Lady Bullseye (una peligrosa ninja asociada a La Mano y admiradora enfermiza de Bullseye), manejando con oficio e inteligencia un volumen de secundarios no muy habitual en la serie.

En general y como decía, Brubaker supo controlar el entorno del personaje (aunque no pudo evitar caer en tópicos ya excesivos como el trágico destino de Milla Donovan, esposa de Matt, y que se une a la excesivamente larga lista de parejas de Matt con destinos indeseables), el tono de al serie (mezcla entre genero negro y superhéroes, siempre en su propio microcosmos dentro del Universo Marvel), y hasta el ritmo (lento, si, pero sabía mantener el interés), es una lastima que con todos estos factores a su favor, no supiera llevar ni entender al personaje principal, haciendo que el balance global no pueda ser positivo.

Vista en su conjunto la etapa se puede dividir claramente en tres fases, la primera que se compondría básicamente de las dos primeras sagas, carga con la herencia de Bendis y Maleev, y lo que se trata sobre todo es de meter el genio de nuevo en la botella, lo que se consigue con un Deux-Ex Machina en toda regla, pero al menos bien llevado, en la segunda, que abarcaría las siguientes dos sagas, Brubaker libre ya de la herencia de Bendis busca su propio camino y lo hace tratando de revitalizar un villano, Mr. Miedo en su encarnación de Larry Cranston, que ni necesitaba esa revitalizacion (ya acometida de manera bastante brillante en su momento por Joe Kelly), ni desde luego necesita ser otro Hombre Púrpura, ya que básicamente lo que viene a hacer Brubaker es lo mismo que con ese villano hiciera Bendis en la magnifica Alias, la tercera y última fase, tras el interludio que supone la saga con Rucka (sin duda y después de la primera, la mejor de la etapa), abarca las dos últimas sagas, y en ellas cambia radicalmente el estatus del personaje, aprovechando para ello lo que se había construyendo en los números anteriores, para dejar una nueva “patata caliente” a su sucesor Andy Diggle, que suponemos tendrá que meter de nuevo el genio en la botella.

Hablando por ultimo, y aunque sea brevemente de Michael Lark, la verdad es que en este caso si supo manejar a la perfección todos los elementos de la serie, siendo un sustituto más que digno para el gran Alex Maleev, su estilo cargado de luces y sombras y con enorme habilidad narrativa encontró en Daredevil un vehículo de expresión ideal para su forma de concebir el comic, siendo este la clase de dibujantes que el tono característico en la serie, desde hace tantos años ya, requiere.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El Daredevil de Brian Michael Bendis y Alex Maleev IV.

Ultimo post dedicado a la etapa de Bendis/Maleev, etapa cuyo fin trajo consigo de paso un cambio que no por pasar desapercibido es menos importante, y es que con el número 81 de este segundo volumen la serie dejo de publicarse bajo el sello Marvel Knights.

Los números incluidos en este post son los MK: Daredevil volumen II números 66-81 USA (Diciembre de 2004 a Marzo de 2006), el equipo creativo es el de siempre con Brian Michael Bendis a los guiones y Alex Maleev al dibujo, siendo la única variación la confirmación del colorista Dave Stewart como sustituto definitivo de Matt Hollingsworth que dejo el puesto en mitad de la saga Viuda.

De nuevo estos dieciséis números se estructuran en arcos arguméntales (en concreto tres) para facilitar su posterior recopilación en tomos, el primero de estos arcos titulado Edad de Oro y desarrollado en los MK: Daredevil volumen II USA números 66-70 (Dicembre de 2004-Abril de 2005), es probablemente uno de los peores arcos de toda la etapa Bendis/Maleev, por lo menos en lo que se refiere a términos de continuidad y de manejo del llamado “tiempo Marvel”, la historia que Bendis llegó a definir como el “Érase una vez en América” de Daredevil se queda pese a tener ecos de la cinematográfica obra maestra de Sergio Leone muy lejos de la misma. La saga plantea el regreso a las calles del Kingpin antes del Kingpin: Alexander Bont, señor del crimen de la Cocina del Infierno durante los primeros años de Daredevil, el cual acabó con sus huesos entre rejas por la acciones de este, así cuando años después sale libre inicia su plan de venganza.

Bendis maneja hábilmente los flashback, (jugando con el blanco y negro cuando se centra en los años 40, y con el “color a puntitos” cuando muestra los primeros años de la carrera de DD), a lo largo de un comic que narra el retorno a su barrio de un hombre que lo fue y lo tuvo todo y que ahora se encuentra con un mundo totalmente distinto al que dejo, un mundo además en manos de la persona a la que el considera responsable de todos sus males (aquí es donde se pueden encontrar ciertas similitudes con la película de Leone), habiendo descubierto gracias a la prensa que Matt Murdock (el abogado que se negó a defenderlo y se rió de el en su cara) y Daredevil (responsable definitivo de su captura) son la misma persona, un Bont de 93 años de edad, puesto hasta las cejas de HCM (Hormona del Crecimiento Mutante), y ayudado por un chantajeado Gladiador (al que amenaza con matar a su hija), secuestra y tortura a Matt, para luego exponerlo a la luz y tratar de ejecutarlo públicamente, solo la intervención del nuevo Tigre Blanco (más bien la nueva Tigresa Blanca) permite a Matt salvar la vida, finalmente Bont acaba muriendo con el corazón destrozado incapaz de soportar por más tiempo los efectos de la HCM.

La historia por otra parte sirve también para introducir a la nueva Tigresa Blanca, la cual es ni más ni menos que la agente Del Toro, agente del FBI asignada al caso Murdock, que como familiar de Hector Ayala recibe los amuletos del Tigre Blanco tras su muerte, y pide ayuda a DD para que le enseñe a comprender su legado y le muestre por que se viste de diablo y sale todas las noches a combatir el crimen.

La saga en si es bastante interesante, cuenta un buena historia, y como suele ser habitual en Bendis maneja muy a casi todos los personajes con unos diálogos más que acertados por su parte Maleev realiza un trabajo visual sobresaliente, posiblemente el mejor de toda la etapa, con estilo sabiamente adaptada a cada una de las periodos temporales en los que transcurre la saga, el problema estriba en que varios elementos de la historia son bastante difíciles de tragar, dejando aparte errores de continuidad de poca importancia, pero que en todo caso muestran que Bendis no tiene mucha idea de continuidad, y que por ello tal vez debería dejar de meterse en camisas de once varas, con temas de retrocontinuidad que no domina y que en muchas ocasiones le hacen quedar en ridículo, como el que en los flashback Daredevil aparezca con el traje amarillo combatiendo al Doctor Octopus junto a Spiderman y el Tigre Blanco (cuando este personaje apareció en los 70, y DD solo uso el traje amarillo durante los 7 primeros número de la colección en 1964), lo cierto es que el manejo del “tiempo Marvel” no es bien llevado en esta saga: cuando DD detiene a Bont en los primeros años de su carrera todavía con el traje amarillo, este aparenta tener unos 50-60 años como mucho, sin embargo cuando sale de la cárcel dice tener 93, esto indicaría que DD lleva más de treinta años combatiendo el crimen, lo cual en términos de tiempo Marvel, simplemente no es posible.

El siguiente arco argumental, titulado Decálogo se desarrolla a lo largo de los MK: Daredevil volumen II números 71-75 y tendrá también inspiración cinematográfica a través de la figura de Krzysztof Kieslowski (autor de la famosa trilogía de los colores, Blanco, Rojo y Azul) el cual había desarrollado en su momento un proyecto para la televisión llamado también Decálogo en torno a los diez mandamientos, la influencia se vera sobre todo en las magnificas portadas de un inspiradísimo Alex Maleev en la cuales y con fondos de distintos colores aparecerá la figura de DD en sombras acompañada por alguno de los diez mandamientos, una composición bella y arriesgada, muy bien resuelta por Maleev.

En cuanto a la historia en si, lo cierto es que presenta casi todos los ingredientes que hacen que muchos detesten a Bendis, y es que Decálogo es ante todo una serie de personas hablando entre si, en la que la acción o el estilo superheroico brilla casi por su ausencia, además su resolución sin ser mala, resulta algo cogida por los pelos; pese a eso, lo cierto es que Decálogo es una gran historia no tanto de Daredevil, como si sobre Daredevil, y es que la saga se inicia con una reunión en la Iglesia de St. Mary's, a la que diversos vecinos de la Cocina del Infierno acuden para hablar sobre la influencia de las ultimas acciones de Daredevil en sus vidas, a través de las historias de estas personas, de sus vivencias, de sus experiencias, aprendemos más sobre quien es y que significa DD, sobre su influencia en la gente y sobre las diferencias que marca, una historia emotiva resulta de forma un tanto extraña, recurriendo a la mitología japonesa a través de un antiguo miembro de La Mano, que gracias a la magia negra habría traído un horror ancestral a la Cocina del Infierno, DD desenmascara al antiguo miembro de La Mano que había acudido a la reunión haciéndose pasar por un ciudadano normal, y este acaba suicidándose y de paso matando al monstruo, una especie de bebe de forma horrible y repulsiva que se introducía por la boca de la gente concediéndoles más poder y de paso volviéndoles locos.

De nuevo y como ha ocurrido otras veces con Bendis, lo importante no es la trama central si no todo lo que lo rodea, es entonces cuando Bendis se maneja como pez en el agua, como demuestra el monologo final que Matt dirige a los congregados en la Iglesia, un monologo donde Bendis vuelve a mostrar su gran conocimiento y cariño por el personaje y su esencia.

El último arco argumental de la etapa Bendis/Maleev, será El Dossier Murdock saga desarrollada en los MK: Daredevil volumen II números 76-81, y que supondrá un autentico broche de oro a toda la etapa, siendo probablemente la mejor historia del dúo y una de las mejores de la historia del personaje, El Dossier Murdock supone una culminación lógica y coherente de todo lo que se había narrado hasta ahora; la saga (tras el relativo paréntesis de los tres anteriores) retoma de lleno el tema que ha sido el asunto central de toda la etapa, el tema de la identidad secreta de Daredevil y lo hace gracias a la figura de Kingpin, el cual a cambio de su libertad ofrece al FBI un dossier con pruebas concluyentes sobre que DD y Murdock son la misma persona, la historia se desarrolla a un ritmo frenético (para ser Bendis) y serán múltiples los personajes que en ella harán acto de presencia, Milla, Elektra, la Viuda Negra, Luke Cage y Puño de Hierro, Bullseye etc, y culminara con un Murdock abatido entregándose al FBI para salvar las vidas de varios de sus agentes que sin duda iban a morir por los Ninjas de La Mano que Elektra había llamado para proteger a Matt, una historia perfectamente construida, y llena de momentos impactantes, como cuando Ben Urich mero peón en el juego de Fisk se ve obligado a traicionar a Matt, o cuando este en pleno juicio piensa en escaparse y Bendis nos muestra cual hubiera sido su destino si así lo hubiese hecho, una saga impactante y que en muchas ocasiones consigue llegar al alma, recordando algunos de los mejores momentos de la etapa Miller, una despedida a la altura de una etapa más que notable, y que sin duda ha supuesto un antes y un después en la historia del hombre sin miedo.

lunes, 23 de agosto de 2010

El Daredevil de Brian Michael Bendis y Alex Maleev III.

Tercer post dedicado al DD de Bendis/Maleev, en este caso le toca el turno a las cuatro sagas que llevaron a DD a convertirse“rey de la Cocina del Infierno”, así como a tener que hacer frente a las consecuencias de ello.

Los números que tocan comprenden los MK: Daredevil volumen II, 41 a 50 (Marzo-Octubre 2003) y 56 a 65, (Marzo-Noviembre 2004), de nuevo los autores, serán Brian Michael Bendis a los guiones, Alex Maleev al dibujo y Matt Hollingsworth al color, aunque en este caso se deben hacer unos pequeños matices, el número 50 contaría a modo de homenaje con el dibujo en algunas viñetas concretas de autores como Gene Colan, John Romita Sr, Joe Quesada, Klaus Janson o David Mack, todos importantes en la carrera del cuernecitos por un motivo u otro, por otro lado el número 65 al coincidir con el 40 aniversario del personaje, contó con más páginas de lo habitual y solo tuvo el dibujo de Maleev en la páginas finales, siendo el resto del comic realizado por una pléyade de artistas invitados del talento de Michael Golden (Doctor Extraño), Phil Hester (Green Arrow), Chris Bachalo (Patrulla X)o Greg Horn (Elektra), además la portada sería la única de toda la etapa que no contó con la excelente labor de Maleev, siendo realizado por Greg Land (Ultimate Fantastic Four), en un trabajo interesante pero inferior al habitual de Maleev sin duda uno de los mejores portadistas de panaroma USA, por otra parte y por último señalar que los números 51 al 55 corresponden a la saga de David Mack, “Eco”, concebida para dar al dúo Bendis/Maleev un descanso y que ya hablamos en su momento.

Entrando ya en materia y como es habitual en el caso de Bendis, esta etapa se estructuro en cuatro grandes ciclos arguméntales muy ligados entre si el primero de los cuales titulado “Bajos fondos” se publico a lo largo de los números 41 al 45, la saga vuelve a tener claros ecos de la etapa de Chichester en la colección y explora la situación de los bajos fondos neoyorquinos tras la caída de Kingpin, el Búho con la ayuda de antiguos abogados de Fisk se ha hecho con el control de la situación y se dedica a comercializar una droga de diseño llamada HCM (Hormona de Crecimiento Mutante), que permite a quien la toma obtener poderes temporalmente, la trama central aunque interesante se desarrolla de manera previsible, y el Búho pese a los consejos de sus abogados cae victima de su propia sed de sangre y es derrotado por DD y detenido por la policía (es destacable en todo caso la diferencia casi radical existente entre el Búho que nos presenta Bendis y en el que Millar nos muestra en MK: Spiderman, con personalidades y formas de actuar radicalmente opuestas), lo más interesante de la saga es sin duda los aspectos secundarios de la misma, referidos sobre todo al desarrollo de la lucha por de Matt por recuperar su vida bruscamente interrumpidos por el brutal asesinato de Mr. Rosenthal propietario del Globe, periódico que desvelló la identidad de DD, y que complica todavía más un asunto ya de por si complejo, o a la aparición de un más que interesante personaje femenino nuevo, Milla Donovan, invidente a la que Matt salva la vida en su identidad de DD, y con la que inicia una relación llamada a adquirir gran protagonismo, Milla resulta en manos de Bendis un gran personaje que enseguida sabe ganarse el cariño del lector y que incluso se antoja como la pareja ideal para Matt tras la muerte de Karen, destacable es también en esta saga el “combate” dialéctico entre Matt y Luke Cage, muy bien llevado por Bendis y con unos diálogos brillantes en los que Matt se ve reflejado en el espejo, para poder salvar su modo de vida esta mintiendo y limitando demasiado sus labor como Daredevil, perjudicando con ello a la gente que ha jurado defender, la conversación tendrá su peso en Matt cuando en la próxima saga decida dar un paso adelante casi definitivo.

El siguiente arco argumental titulado “Implacable comprende los números 46 al 50, y es para el que esto escribe uno de los puntos culminantes de la etapa Bendis/Maleev, Kingpin esta de vuelta dispuesto a reclamar lo que es suyo y en su empeño no duda en hacer de todo para mantener ocupado a su rival, desde matar a Rosenthal, hasta liberar a María Tifoidea o contratar a Bullseye, Fisk lanza todo lo que tiene y más contra un DD que no solo sale victorioso de la ordalía si no que ataca y derrota directamente al propio Fisk, desenmascarándose ante sus esbirros y autoproclamandose rey de la Cocina del Infierno, desde ese momento no consentirá un solo crimen en el barrio al que ha dedicado media vida, desde ese momento todo habitante de la Cocina queda bajo su protección directa y quien haga algo responderá ante el, no habrá más Kingpins, no lo consentirá, será implacable, se acabaron los juegos y las medias tintas.

Un paso adelante en toda regla de imprevisibles consecuencias, para llegar a todo esto la saga cuenta con momentos realmente fascinantes como el brutal combate entre DD y Bullseye, donde DD derrota y humilla totalmente al asesino de las dos mujeres que más a amado en su vida, la lucha con una recuperada María Tifoidea (aunque no es excesivamente bien tratada por Bendis) o el combate definitivo entre Fisk y DD, dibujado por toda una serie de artistas en su mayoría historia viva del cuernecitos, todo esto además acompañado por un regreso estremecedor de Fisk regreso que ya se apuntaba en el anterior arco donde Fisk acaba con Silke (al que no se había vuelto a ver desde los primeros números) con sus propias manos o con Mr Rosenthal, a lo largo de Implacable, el antiguo del rey del crimen, recuperado de sus heridas y de nuevo en posesión de la vista tras una extraña operación de reconstrucción, tomara represalias contra todo aquel que le traiciono, incluyendo a su antigua mano derecha que en su momento ayudo a su esposa (desaparecida) a matar a su hijo y a deshacer su imperio, los cuidadosos planes de Fisk sin embargo se vienen abajo ante un DD inconmensurable y más terrorífico que nunca, a lo largo de la saga se explica por que Fisk nunca volvió a usar como arma la identidad de DD, “sabía que lo superarías, por eso nunca lo hice yo, sabía que la amenaza era más fuerte que el hecho, sabía que le darías la vuelta que lo negarías por pura fuerza de voluntad, y también se explica por que los villanos no han asediado su casa y su vida “te temen, te temen de verdad, tu no eres como Spiderman, una saga redonda que es de lo mejorcito de una ya de por si brillante etapa.

Las repercusiones de todo esto se dejaran traslucir en el siguiente arco argumental, titulado más que adecuadamente “El rey de la Cocina del Infierno” y desarrollado entre los números 56 a 60 la acción se sitúa un año después del anterior ciclo argumental, y se inicia con una conversación entre Milla y Ben Urich en una cafetería, conversación a lo largo de la cual nos enteramos de algunos detalles de lo acontecido en ese año, tras su declaración de intenciones DD inicio una rápida, espectacular y brutal campaña por los bajos fondos de la Cocina, dejando esta casi limpia de cualquier tipo de actividad criminal, tras esto y habiendo ganado el juicio contra el Globe, DD desaparece casi de escena y Matt invierte los cientos de millones obtenidos como indemnización en el barrio convirtiéndolo en un lugar completamente distinto, había salvado su barrio, estaba completo, sin embargo las cosas empiezan pronto a torcerse.

Primero varios superhéroes de civiles y en Central Park le recriminan su actitud, su labor en la Cocina solo ha llevado el crimen a otras zonas de la ciudad, además Matt ha cruzado una línea muy peligrosa que deja a toda la comunidad heroica en una situación muy comprometida, y lo ha hecho sin contar con nadie, a partir de ahora tendrá que rectificar o estar solo, Matt rechaza las acusaciones y se marcha airado, solo para descubrir que los sus compañeros pueden tener razón, la Yakuza aprovechando lo que ellos creen una situación de vacío de poder en la Cocina y atacan el barrio para hacerse con su control, así y aunque en primer envite son derrotados por DD.

La situación sin embargo, esta lejos de acabar, tras el combate DD acaba muy malherido, y desaparece, y es cuando Milla pide ayuda a Ben para encontrarlo a la par que le confiesa haberse casado con Matt casi en secreto, un Ben al que Matt había apartado de su vida para según él protegerlo y evitar que tuviese que mentir por él, así Ben inicia su búsqueda y tras un inocente cometario de Foggy llega a la conclusión de que Matt lleva comportándose de manera tan extraña en los últimos tiempos (autoproclamandose rey, casándose en secreto, aislándose la comunidad superheroica etc) por que es victima de una crisis nerviosa no superada tras la muerte de Karen, cuando tras encontrarlo en manos de la “enfermera de noche” (un interesante concepto de Bendis, según el cual una enfermera simpatizante de los héroes lleva años ayudándoles a recuperarse de sus heridas en las más estricta intimidad) le espeta esto a Matt y este se muestra incapaz de negarlo; es destacable aquí el interesante giro que Bendis introduce al asunto, y es que la muerte de Karen parecía en su momento haber pasado casi desapercibida, siendo sus repercusiones más bien escasas, lo cual era un tremendo error ante la innegable importancia de Karen en la vida de Matt, equiparable o incluso superior a la de Elektra, con esto Bendis cierra un circulo y hace a Matt asumir una muerte que por fin tiene las repercusiones que se merece un personaje de la importancia de Karen.

Siendo consciente de que todo esto es más que probable, Matt reflexiona asume que lo dicho por Ben y pide ayuda a Luke para salir del pozo, el cual se muestra más que dispuesto a prestársela, primero ayudándole a derrotar definitivamente a la Yakuza (junto a Spiderman y a Puño de Hierro) y luego prometiéndole apoyo para salir del atolladero donde esta, la saga culmina con Matt incapaz de negar ante Milla la posibilidad de una crisis nerviosa por lo de Karen, lo que acaba con Milla huyendo de su lado convencida de que su matrimonio ha sido una farsa orquestada por un hombre inestable mentalmente tras la muerte ante sus narices del amor de su vida.

El último ciclo argumental de hoy se titula de forma harto significativa “Viuda”, y supone una especie de pausa con respecto a la trama central de la etapa, a ese nivel destacara sobre todo la petición de nulidad matrimonial de Milla, que Matt pese a amarla de todo corazón (o por ello precisamente) le concede, la trama central de la saga gira entorno al regreso de una Viuda Negra más sexy que nunca en manos de Maleev, en una interesante aunque intrascendente historia de espionaje, con el retorno del primer marido de Tasha de por medio, y la aparición de Madame Hydra o de Puzzle tradicional enemigo del Punisher.

El número 65 único número no perteneciente a una saga de la etapa, supone un especial de más páginas con motivo del 40 aniversario del personaje y es ante todo una muestra de la reacción de los principales héroes del Universo Marvel, ante lo acontecido en la vida de Matt, por sus páginas pasan, Spìderman, Nick Furia, el Capitán América o el Punisher, y supone sobre todo un número de transición y homenaje que se cierra en la últimas páginas ya con Maleev con un avance de lo que será la siguiente saga, La edad de oro.

viernes, 20 de agosto de 2010

El Daredevil de Brian Michael Bendis y Alex Maleev II.

Pese a su condición de historia-rió, la estructuración de la etapa Bendis/Maleev en arcos arguméntales facilita bastante su divisón, así pues en pues hoy hablaremos de las tres primeras sagas del dúo.

Empezando como siempre por los créditos, los números comprendidos aqui son los Marvel Knights: Daredevil vol II USA 26-40 (Diciembre 2001-Febrero 2003), 15 números en total, estructurados en tres sagas, la primera “Lugarteniente”, incluye los números 26-31 (Diciembre 2001-Mayo 2002), la segunda “A la vista” cuenta de nuevo con seis partes componiéndose por tanto de los números 32-37 (Junio -Noviembre 2002), ambas están realizadas por el equipo habitual de la etapa Brian Michael Bendis a los guiones, Alex Maleev en el dibujo y Matt Hollingsworth (The inmortal Iron First) al color, no sucederás así sin embargo con la tercera saga “El juicio del siglo”, (números 38-40 de Diciembre de 2002 a Febrero de 2003), saga que no contara con la excelente labor de Maleev (siendo estos, los únicos números de la etapa no dibujados por él, no obstante si se encargara de las portadas, con resultados como siempre geniales), así los dos primeros números estarán dibujados por el argentino Manuel Gutierrez (Punisher), siendo el tercero realizado por el dúo Terry y Rachel Dodson (Wonder Woman), la saga eso si, contó con los guiones de Bendis (y con el color de Hollingsworth), por lo que como tal esta inmersa claramente en la globalidad de la etapa.

Entrando ya en la etapa, lo cierto es que desde el primer momento queda muy claro que Bendis sabe lo que quiere contar y a donde quiere ir a parar...tomándose su tiempo para mostrárselo a los demás, en la primera saga “Lugarteniente” no solo se sientan las bases de lo que será toda la etapa, si no que Bendis realiza un más que interesante análisis de la relación existente entre Matt Murdock/Daredevil y Wilson Fisk/ Kingpin, relación marcada por el odio pero también por el respeto mutuo de quienes saben haber encontrado un rival de altura, relación que supone ante todo un duelo de ingenio, prestigio y orgullo, relación que sin embargo sufrirá un importante descalabro tras esta primera saga, saga a lo largo de la cual Bendis además de jugar con su estructuración temporal (rara vez lineal a lo largo de la historia), muestra quien es tanto Matt Murdock (cuya primera aparición en el comic sucede como abogado defendiendo a una familia de una poderosa y corrupta empresa) como Daredevil (en palabras de un policía “ese hombre es lo único que evita que esta ciudad se convierta en un infierno” ), y la situación en la que se encuentra, con problemas cada vez más claros para controlar la violencia cuando se viste de diablo, situación que encontrara explicación en futuras sagas.

De nuevo y como tantas veces ha sucedido en el pasado la vida de Matt Murdock esta a punto de dar un espectacular vuelco, y de nuevo su identidad secreta será en gran medida responsable de tal situación, alguien a puesto precio a su cabeza (no a la DD si no a la de Matt) y este desconoce quien y por que, las pistas apuntan a un Fisk debilitado por la perdida de la visión acaecida a manos de Eco en la saga “Partes de un Hueco”de Mack y Quesada.

Fisk sin embargo que niega saber nada, lo que demuestra como poco a poco va peridiendo el control de su imperio del crimen, y es que es alguien en su organización, desobedeciendo sus ordenes directas quien ha puesto precio a la cabeza de Murdock, con un simple gesto de audacia su imperio de desmorona, el responsable de todo esto es un nuevo jugador Sammy Silke hijo de un importante mafioso de New Jersey ha llegado a New York donde gracias a un desmejorado y casi destrozado Richard Fisk (hijo de Kingpin y antiguo villano conocido como La Rosa) descubre que en realidad Matt Murdock y DD son la misma persona y que Kingpin no solo lo sabe si no que impide a su organización hacer algo al respecto y se niega a compartir la información con las demás familias mafiosas, habiéndose tomado su duelo con Murdock como algo personal, una cuestión de honor.

Silke con la ayuda de Richard, consigue varios aliados contra Kingpin, y en una suerte de “golpe de estado” con ecos del asesinato de Julio Cesar, apuñalan a Kingpin, hasta lo que ellos piensan su muerte, así cuando todo parecía apuntar que el camino que iba a tomar Bendis transcurriría por la senda de la llegada de un nuevo señor del crimen, entra en escena Vanessa Fisk, la cual (en una actitud un tanto extraña en relación con sus anteriores apariciones) y con la ayuda de los fieles que le quedan a Kingpin, trasladan a este (casi moribundo) a Europa, y asesina brutalmente a todos los participantes en la conspiración...incluyendo a su propio hijo que muera a manos de Vanessa, solo Silke consigue escapar entregandose al FBI buscando (y no encontrando) protección, en un intento desesperado por conseguirla Silke revela al FBI que Murdock es en realidad DD, tras esto y pese a que el FBI decide no investigar el asunto uno de sus agentes con problemas económicos vende la historia al Daily Globe, el cual la publica al día siguiente en primera página.

De esta forma finaliza “Lugarteniente” y se inicia “A la vista”, la identidad de Murdock ha sido revelada, y este se encuentra que tanto su casa como su despacho, como en definitiva su vida, se han convertido en un circo mediático, su vida es (por enésima vez) destrozada, y Matt esta ante la disyuntiva de que hacer: si asumirlo y reconocer la verdad con las consecuencias legales y personales que su doble vida como justiciero y abogado conllevan, o negarlo todo en una huida hacía delante tratando de demostrar una falsedad: que el no es en Daredevil.

Mientras toma una de las decisiones más importantes de su vida, Matt contara con el apoyo de varios amigos: Foggy Nelson el cual trata de convencerlo de que renuncie a ser DD, y le hace reflexionar sobre la espiral de violencia a la que se ha visto reducida su vida desde que se puso la mascara y de la que en parte el mismo es responsable, Ben Urich, que negara ante Jameson que DD y Matt sean la misma persona, Peter Parker, que ve como en la vida de su amigo se ha materializado su mayor pesadilla, o de Danny Rand (Iron First) y Luke Cage, que ejercerán la labor de amigos y guardaespaldas, recibirá también la vista de la Viuda Negra y de una turbadora Elektra que de nuevo cae en manos del guionista que después de su creador, Frank Miller, mejor la ha sabido comprender , a esto se añade la visita de Vanessa Fisk, la cual le anuncia que ha desmantelado y vendido el imperio de su marido y que en un gesto de buena voluntad le dice quien fue el agente del FBI que desvelo su identidad, al final, Matt decide tirar hacía delante y negarlo todo con todas sus fuerzas, demandara al Globe y hará todo lo posible para demostrar una inocencia que no es tal, ante un Rosethal (propietario del Globe) que tampoco se muestra dispuesto a rendirse.

De esta forma se sientan las bases de lo que será la etapa Bendis/Maleev, la identidad de Daredevil comprometida, New York sin rey del crimen blanco fácil para cualquiera que pretenda el poder, y un DD desbordado por todos los lados y que sin embargo siendo fiel a si mismo nunca se rendirá.

Bendis ha necesitado 12 números para marcar la dirección de lo que quiere contar, sin duda son demasiados y si a esto se le une el tratamiento cuando menos cuestionable de personajes como Richard Fisk o Vanesa Fisk con formas y maneras de actuar (en especial en el caso de Vanessa, ya que el de Richard es fácilmente justificable) muy diferentes a como hasta ahora lo habían hecho estos personajes, o que el tema tanto de la identidad secreta con el de la caída de Kingpin ya habían sido tratado en al etapa Chichester, uno entiende las criticas a esta etapa, sin embargo y pese a ello, Bendis ha conseguido captar no solo la esencia del personaje, si no que ha sabido dar mucha más fuerza e importancia a ideas ya usadas, no ha tenido miedo de jugar al limite y al contrario que Chichester ha optado por no hacer trampas, ha sentado las bases de una etapa que no solo se antojaba ya desde el inicio como esperanzadora si que además mejorara con cada nueva saga, alcanzando cotas de calidad elevadísimas.

Queda todavía hablar de la tercera saga: “El juicio del siglo” cuyo engañoso titulo puede hacer creer que se trata del juicio de Matt contra el Globe, cuando en realidad es un juicio a toda la comunidad superheroica, representada por Héctor Ayala el Tigre Blanco, personaje surgido del Spiderman de los 70 y que acusado en falso del asesinato de un policía cuenta con la defensa de un Matt al principio receloso ya que no considera que en su situación deba defender un caso así, sin embargo y pese a las abrumadoras pruebas a favor de la inocencia de Héctor, este es condenado y finalmente ejecutado por al policía cuando trataba de huir.

La saga en si y aunque no son números fill-in, se aparta bastante de lo que venía siendo (y lo que será) la etapa, y es que la ausencia de Maleev, se dejara sentir y mucho ya que ni el trabajo de Gutiérrez ni el de los Dodson llegara a las suela de los zapatos al del búlgaro, sobre por unos estilos casi diametralmente opuestos, lo que contribuirá a aumentar la sensación de saga de transición, en la que muchos de los defectos y pocas de las virtudes de Bendis saldrán a la luz, saga en todo caso interesante, pero que desentona en la globalidad de la etapa, y que supone un leve intermedio en lo que esta por venir.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El Daredevil de Brian Michael Bendis y Alex Maleev I.

Después de un inicio caracterizado por la sucesión de sagas cortas, por fin llego al Daredevil bajo el sello Marvel Knights un equipo estable para protagonizar una etapa que más de uno ha llegado a poner por encima de la de Miller en lo que a calidad se refiere, no llegare yo a esos extremos, pero al igual que en la etapa de este o en la de Nocenti, antes de entrar en materia propiamente dicha, toca realizar una reflexión global de la etapa en si.

Empezando con los “títulos de crédito” globales de la etapa, esta se desarrolla desde el Marvel Knights: Daredevil volumen II 26 USA hasta el 81 (Diciembre de 2001 a Marzo de 2006), y cuenta con la interrupción a la altura de los números 51-55 (Noviembre 2003- Febrero 2004) del arco de David Mack concebido para dar descanso a los autores, Bendis será el encargado de guionizar toda la etapa, mientras que Maleev se encarga de los lápices y portadas (magnificas por otra parte) de todos los números excepto de los comprendidos entre el 38 y el 40 (Diciembre 2002-Febrero 2003) dibujados y entintados los dos primeros por el argentino Manuel Gutiérrez (Punisher) y el tercero por la pareja formada por Terry y Rachel Dodson (Spiderman/Gata Negra: El Mal que hacen los hombres), aun así Maleev se ocupa de las portadas de los tres números,

El dúo formado por Bendis y Maleev es sin duda uno de los más prolíficos de la historia de Daredevil, Bendis de por si es el guionista que más tiempo ha estado hasta el momento con el personaje (55 números), mientras que Maleev con 48 números es el segundo que más números ha dibujado para la serie (solo superado por el casi centenar del mítico Gene Colan), además su colaboración es la más larga que un mismo equipo creativo ha tenido en la colección, por lo tanto estamos ante una etapa clave en la historia del hombre sin miedo y que sin duda a supuesto un antes y un después para el personaje.

Habiendo realizado ya con motivo del post dedicado al DD de Bendis y Mack, una breve biografía del primero le toca ahora el turno a Alex Maleev, excepcional dibujante de origen búlgaro, cuya carrera en el mundo del comic USA ha estado ligada casi en exclusiva a Bendis, y es que tras su labor en Batman, durante la saga Tierra de Nadie, su trabajos con Bendis han sido continuos, primero en Sam and Twich para Image, luego en Daredevil, y tras el fin de su etapa en el cuernecitos han seguido colaborando en el especial de los Illuminaty, en la miniserie de los mismos, en un número de los New Avengers o en Spiderwoman, su estilo foto-realita y a la vez deudor en cierta medida del de Sienkiewicz y Mignola se ha caracterizado durante su etapa en DD por gran dominio de la narrativa y la compsición de página, lo que unido a su impecable dominio de las luces y las sombras han convertido a Maleev en artista nacido para dibujar la serie.

Entrando ya en la etapa en si, lo cierto es que a pesar de estar estructurada en varios arcos arguméntales (sin duda para facilitar su posterior recopilación en tomo), si algo a caracterizado al DD de Bendis y Maleev, ha sido su condición de historia-rió, una historia que fluye desde sus mismo inicios, y cuyo planteamiento inicial se va desarrollando a lo largo de los diferentes arcos.

La idea de la que parte Bendis no es en si nada original, y se muestra en un principio extremadamente deudora de la etapa Chichester en el cuernecitos, un nuevo jugador aparece en la ciudad dispuesto a tomar el lugar de Fisk en su imperio del crimen (aquí se observan ecos de La Caida de Kinping de Chichester/Weeks), tal situación termina como no podía ser de otra forma implicando a un Daredevil, que ve su identidad secreta comprometida cuando en la portada de un importante periódico neoyorquino se desvele que DD y Matt son la misma persona (planteamiento similar al usado en Caída de Paraíso por Chichester/McDaniel), a partir de este momento se estructura toda la etapa con un Matt, tratando de demostrar que no es DD mientras que su mundo comienza a derrumbarse.

A pesar de que la idea en si no es original, si lo es el desarrollo de la misma, y es que Bendis decide no hacer trampas, y asume la revelación de la identidad del héroe con todas sus consecuencias, de esta forma se distancia y supera con creces al etapa de Chichester que resolvió el tema de la identidad secreta de forma tramposa (Matt finge su propia muerte), y que no profundizó en absoluto en un tema que Bendis ha demostrado que puede dar muchísimo de si.

A lo largo de toda la etapa, Matt tendrá que hacer frente a una serie de situaciones que le desbordaran por completo, pero antes las que nunca se rendirá, demostrando así Bendis, que si bien no domina a la perfección la continuidad del personaje (a lo largo de la etapa habrá varios errores al respecto), si conoce y comprende quien es Matt Murdock, y como actuarían ante situación así, de la mano de Bendis y Maleev, Daredevil da un paso adelante, asumiendo su rol como protector de la Cocina del Infierno hasta sus ultimas consecuencias, la etapa alcanza cotas elevadísimas de calidad al medida que la trama avanza (lenta pero segura), y culmina en una brillante y lógica resolución.

Atrás quedan casi 50 números de colaboración, en los que Matt ve su vida destruida el verse comprometida si identidad secreta, se autoproclama “Kingpin” de la Cocina del Infierno, o asume por fin la muerte de Karen (que parecía que había muerto y nadie se había enterado), una etapa maravillosa, que se sitúa entre las mejores del personaje, y que asume y desarrolla el legado de Miller (sin limitarse a emularlo como hizo Chichester) como probablemente nadie había hecho antes.

Sin embargo y pese a todo esto, hay toda una serie de sombras que deslucen la etapa y que le impiden situarse por encima de la de Miller o de la de Nocenti/Romita Jr, y es que la lentitud y la morosidad habitual en Bendis, se hacen muy patentes en un Daredevil, que no parece concebido para el formato de garpa mensual (formato que por otra parte Bendis ha dado siempre muestras de no manejar en absoluto), lo que Bendis cuenta en 51 números, se podía haber contado en 30 y aun así sobrarían comics, esto unido al manejo erróneo de la continuidad (la saga La edad de oro es un paradigma el respecto) o al uso discutible de algunos personajes si se evalúa su trayectoria anterior (la mujer y el hijo de Fisk por ejemplo), hacen que si bien la etapa Bendis/Maleev, sea de sobresaliente no llegue a la matricula de honor que si alcanzan las dos etapas antes mencionadas, sin embargo solo el que se pueda comparar sin demasiado temor con esos comics demuestra la calidad de un comics que hicirón historia.

lunes, 16 de agosto de 2010

El Daredevil de David Mack

Con el fin de afrontar el análisis de la etapa Bendis/Maleev, de corrido y sin interferencias, pasaremos primero por la saga que David Mack realizo para la serie situada cronológicamente en medio de esa etapa.

Desarrollada ente los números 51-55 USA de MK:Daredevil, (Noviembre de 2003-Febrero de 2004, números 431-435 según la antigua numeración), la saga titulada adecuadamente “Eco”, supone la tercera colaboración de David Mack con la strip desde la renumeración de la misma y la primera en la que se ocupara de todo el aspecto creativo del comic (portadas, guión, lápiz, tintas y color), ya que en las dos anteriores o se había ocupado del guión (“Partes de un hueco) o de la parte artística ("Despierta") amen de la realización de diversas portadas tanto en ambas sagas como en la de Bob Gale (“Actuando para la cámara" ).

La historia ambientada en plena época Bendis/Maleev, fue concebida inicialmente como una miniserie de cinco números centrada en Eco, el personaje creado por el propio Mack junto a Joe Quesada en Partes de un hueco”, sin embargo y visto la necesidad de descanso del equipo creativo regular de la serie, se decidió que finalmente la saga se realizaría en la propia MK:Daredevil, dando a Bendis/Maleev cuatro meses de margen ya que los dos primeros números de la saga de cinco fueron quincenales.

Esto sin embargo se demostró desde el principio como un error y es que la historia concebida por Mack, viene a suponer ante todo una especie de Año Uno y reafirmación de Eco, quedando Daredevil (presunto protagonista de su propio titulo) en un segundo plano bastante marginal, lo cual durante los cinco largos meses que duro la saga en la edición española se hizo casi insoportable, y es que como se señalo en “Partes de un hueco”, Eco no es en ningún momento un personaje que atrape o atraiga, no tiene ni el carisma de Elektra, ni el morbo y misterio de Maria Tifoidea, ni mucho menos la fuerza de la Viuda Negra, féminas todas ellas más que relevantes en la historia del cuernecitos, a esto se añade el que la etapa Bendis/Maleev estaba alcanzando ya por entonces cotas de calidad altísimas, lo que hacía que la espera a su regreso se antojase como excesiva.

Así que ya desde el principio la saga comienza lastrada, lastrada por un personaje falto de carisma, y cuya vida, orígenes y motivaciones, carecen por lo general del menor interés, y lastrada por estar situada en medio e interrumpir una grandiosa de etapa de Daredevil, sin que este salga, por otro lado, más que en apenas unas paginas, a esto se le añade el que el estilo de dibujo de Mack, más propio de la pintura que del comic, no facilita ni la narratividad ni capta el interés, para unos comics que lo único transmiten es el deseo de que acaben pronto.

“Eco”, se inicia con Maya López (verdadera identidad de Eco), de regreso a Nueva York, tras un tiempo alejada de la ciudad por los sucesos acaecidos en “Partes de un hueco”, traicionada por el que pensaba su mentor (Kingpin) y enamorada del que consideraba su mayor enemigo (Daredevil), decide retomar las riendas de su vida (tras desahogarse de lo sucedido mediante la escritura de una obra de teatro donde a grandes rasgos lo narra) y retornar a la vida de Matt, un Matt enamorado ahora de Milla Donovan y que por ello no puede corresponder sus anhelos, Maya confusa y desconcertada, sin saber muy bien que camino tomar decide acudir entonces a Fisk, a quien había dejado ciego en“Partes de un hueco”, retomando y recordando parte de un pasado que en gran medida ya conocíamos y al que se van añadiendo nuevos detalles.

Maya rememora así sus orígenes, sorda de nacimiento y tomada por retrasada por su problemas de comunicación, no llego a conocer a su madre al morir esta en el parto, de origen indigena, su padre se convierte en su gran referencia y modelo a seguir, sin ser realmente consciente de que era en realidad socio del mafioso Wilson Fisk, el cual se convierte para ella en una especie de tío, al morir su padre contando Maya con apenas nueve años.

Fisk
asesino de su padre, dato que ella desconocería hasta “Partes de un hueco”, se hace cargo de ella, y al descubrirse que no solo no era retrasada, si no más bien todo lo contrario (una superdotada, capaz de imitar a la perfección todo aquello que ve), Fisk la envía a estudiar a los mejores centros donde enseguida destaca, y a partir de ese momento se desarrollan los acontecimientos, narrados en “Partes de un hueco” (saga presente de forma permanente en la historia de una manera u otra), en su visita a Fisk, Maya descubre que este no tiene nada que aportarle en su nuevo camino, y decide retomar sus raíces indígenas y acudir a “El jefe”, una especie de chaman o guru indio que hace años ya en una reserva intertribal, le había hablado de algo conocido como “la búsqueda de la visión”, una especie de trace físico-místico, que exigía meditación y ayuno y que permitía a un individuo encontrase a si mismo y con ello su propio camino, Maya inicia así tal búsqueda a lo largo de la cual se encontrara con el de nuevo omnipresente Lobezno, el cual amigo de “El jefe” (que le había prestado en el pasado una ayuda similar a la que ahora requiere Maya), encaminara a Eco por la senda correcta y le ayudara a encontrar se verdadero destino; a lo largo de su ordalía Maya aprenderá muchas cosas sobre si misma y lo que debe hacer así como sobre su padre, y al terminarla, se sentirá más completa y segura de si misma de lo que nunca antes lo hubiera estado, habiendo encontrado su nuevo camino como narradora de historias, terminado la saga despidiéndose como amiga de Daredevil.

“Eco” se trata en definitiva de una historia de búsqueda interior que poco tiene a estas alturas de sorprendente, y que si bien leída de un tirón se hace cuando menos soportable, estructurada de forma mensual se convierte en insostenible, demostrando Mack en esta ocasión y al contrario que en "Partes de un hueco", un pésimo manejo de la grapa como formato para contar una historia, en definitiva un comic concebido como miniserie sobre Eco que nunca debió ser otra cosa.

viernes, 13 de agosto de 2010

El Daredevil de Bob Gale, Phil Winsdale y David Ross

Antes del duo Bendis/Maleev, queda un última saga corta que contó de nuevo con un autor “mediático” a los guiones, Bob Gale, guionista (entre otras) de las popular trilogía cinematográfica Regreso al Futuro.

La saga titulada “Actuando para la cámara” se estructuro entorno a seis capítulos quincenales (en los USA claro ,en España fue mensual), publicados en los MK Daredevil números 20 a 25 (Septiembre-Diciembre del 2001), el equipo creativo se compuso de: Bob Gale (Batman) a los guiones, el dúo Phil Winslade (números 20, 21, 22 y 25) y David Ross (23 y 24) a los lápices, Mark Pennington y James Hodgkis a las tintas siendo el color realizado por Chris Chuckay, las portadas (tal vez para mantener un elemento de enlace con anteriores etapas) contaron con el trabajo de David Mack, con un resultado cuando menos llamativo.

Señalar, antes de entrar en materia, que el número 20 coincidió con el que hubiera sido número 400 de la serie de haber seguido con la anterior numeración, por lo que para celebrar tal evento el comic tuvo un complemento de lujo, una breve historia realizada por Stan Lee y Gene Colan mítico dúo de los primeros tiempos del personaje. La historia cuenta un nuevo encuentro entre Spidey y DD y aunque esta lejos de ser brillante, transmite nostalgia por los cuatro costados, con un gran Colan que aunque habiendo dejado atrás sus mejores día (tal vez mermado por sus problemas de visión) realiza un trabajo más que notable.

Analizando brevemente el equipo creativo, cabe destacar, desde el punto de vista artístico que tanto la labor de Phil Winslade (Spiderman/Daredevil) como la de David Ross (Punisher) cabe calificarse de aceptable, buenos narradores, su dibujo (especialmente el de Winslade) acompaña a la perfección el tono que Gale traza para la historia a lo que sin duda también ayuda el color, más luminosos de lo habitual en la serie, sin embargo se trata de un trabajo gráfico que aunque interesante y adecuando, no consigue ni quedar en la retina, ni llamar la atención por nada en especial, estando muiy lejos de los llamativos lapicés de Quesada en las sagas anteriores.

En lo que al guionista se refiere, lo cierto, es que aunque la carrera de Bob Gale esta más ligada al cine sobre todo (aunque no solo) por su gran trabajo en la ya mencionada Regreso al Futuro, Daredevil no supuso su primera incursión en el mundo del comic mainstrein, y es que antes de trabajar con el cuernecitos realizó una interesante aportación a Batman durante la saga Tierra de Nadie, su llegada a la Casa de las Ideas se enmarca dentro de la política muy de moda por entonces (y ahora, aunque tal vez con menor intensidad) consistente en atraer a guionistas de fuera del mundo del comic mainstrein para trabajar con los principales iconos de este, tendencia en la que podríamos enmarcar a autores como Kevin Smith (conocido cineasta), David Mack (reputado autor independiente) o Brad Meltzer (novelista autor de varios best-sellers), la llegada de este tipo de autores permitía a priori generar una mayor atención sobre las series en las que trabajaban, aunque por el contrario, impedía garantizar (salvo excepciones) una estabilidad en su labor, ya que sus múltiples ocupaciones (o su trabajo personal) impedían una estancia demasiado prolongada en las series donde trabajaban, en el caso de Bob Gale si la intención fue atraer más publico y conseguir por ello más ventas lo cierto es que su etapa no puede calificarse de plenamente exitosa, consiguiendo tan solo mantener más o menos las ventas con las que ya contaba la serie por entonces.

Entrando ya en la historia propiamente dicha, la saga permite recuperar una forma de hacer las cosas no vista desde los tiempos de Kesel y Kelly, y que enlaza con el pasado primigenio (preMiller) del personaje, con un tono de comedia de enredo que se puede apreciar en casi todos los trabajos cinematográficos de Gale (1941, o Regreso la Futuro), la historia (que supuso un soplo de aire fresco tras la casi claustrofobica saga de Bendis y Mack) analiza un tema muy interesante, que no por tratado en otras ocasiones deja de serlo, esto es, las consecuencias de los actos de los héroes en los ciudadanos de a pie, es decir, ¿quién se hace responsable de si mi coche queda destrozado en una batalla entre Spidey y el Rino?, ¿quien me paga el escaparate roto de mi tienda tras una pelea entre DD y el Zancudo?, aun más y aunque los seguros cubran estos gastos, ¿no tiene los héroes algún tipo de responsabilidad legal por estos actos? la situación parte de un planteamiento inteligente, aunque resuelto de forma harto tramposa, uno de los ciudadanos afectados por estos hechos acude a Matt Murdock con el objetivo de denunciar a Daredevil por los destrozos ocasionados en una de sus peleas con un supervillano, para sorpresa de Foggy, Matt acepta el caso, y es que no recuerda haber participado en ningún momento en la reyerta que describe su cliente y decide que podrá investigar mejor las circunstancias de lo sucedido si esta en el proceso.

La saga se va complicando y alcanza momentos kafkianos cuando Matt cita a DD a declarar, ¡y este acude!, claro (y ahí esta la primera trampa), que en realidad no es otro que Spìdey disfrazado (o redisfrazado más bien), la historia consigue enganchar, pero sin embargo termina por resolverse de manera un tanto decepcionante cuando se descubre que quien esta detrás de todo es el antiguo Amo de la Pista, quien desde su profesión actual de psiquiatra, hipnotizo al cliente de Matt para formular la falsa acusación y probar sus nuevos procedimientos de hipnotismo consistentes en la implantación de recuerdos falsos, una resolución de nuevo tramposa, puesto que evita entrar de lleno en el tema que al principio parecía plantear la historia, la ya mencionada responsabilidad de los héroes por sus actos.

Pese a este final decepcionante, la historia resulta amena, y es que de vez en cuando se agradece recuperar ese tono de tragicomedia que acompaño a la serie durante sus primeros años, además el comic esta lleno de guiños y detalles, recuperándose personajes clásicos de la época como un rehabilitado Bufón (que más tarde también sería recuperado por Bendis en condiciones menos divertidas) que es quien consigue entregar a DD la citación judicial, un también rehabilitado Matador que también ve reprogramados sus recuedos, o el ya mencionado Amo de la Pista, introduce además un par interesantes personaje secundarios que por desgracia ha sido olvidado posteriormente como es caso de la activa secretaria de Matt, Elaine Kendrik que es quien contrata al Bufón para conseguir entregar la citación a DD, o la abogada llamada Kate Vinokur que defiende Daredevil y por la que este empieza a sentir una evidente atracción que se antoja mutua desde el primer momento, atracción que se ve cortada cuando Kate empieza a sospechar que Matt y DD son la misma persona y que ha sido engañada, y es que el tema de las identidades también juega su papel en el comic, y anticipa en cierta medida lo que esta por venir con la llegada de Bendis, ya que desde el momento en el que Matt disfraza a otro de DD esta engañando a un jurado para beneficiarse y eso tendrá su importancia más adelante.

En definitiva una historia interesante de decepcionante conclusión que cierra todo un ciclo en la serie, una serie que hasta este momento se había estructurado en torno a equipos creativos variables por sagas y que a partir de ahora pasara a contar con un equipo fijo, el del dúo Bendis/Maleev, etapa que sin embargo no eprotagonizará el próximo post ya que con el fin de afrontarla toda seguida, primero le tocara al turno a la saga de cinco números de David Mack situado en medio de esta etapa y que tuvo como fin dar un descanso a los dos autores.