lunes, 9 de agosto de 2010

El Daredevil de David Mack y Joe Quesada.

Tras el gran éxito de Diablo Guardián lo difícil era mantenerse, para conseguirlo Quesada eligió como guionista de la nueva saga del hombre sin miedo a alguien traído también de fuera del mundillo superheroico, en este caso el elegido fue David Mack, autor de la independiente Kabuki.

Empezando como siempre con los datos “técnicos”, la saga de la que vamos a hablar a continuación se compone de los números 9 al 15 de Marvel Knights: Daredevil USA, sus autores serán, David Mack a los guiones, el dúo Quesada/Palmiotti a los lápices y a las tintas de forma respectiva, siendo el color realizado de nuevo por el excelente Richard Isanove (Lobezno: Origen), la historia contará con un fill-in a la altura del número 12, guionizado por los propios Quesada/Palmiotti y dibujado por Rob Haynes (Daredevil:Ninja), este fill-in, no ayudo sin embargo a paliar la gran rémora de esta saga en el momento de su publicación, y es que desde el inició de la misma en Diciembre de 1999 hasta su fin en abril de 2001 pasaron la friolera de 17 meses, (el retraso llevó, es España, a suspender temporalmente la serie, hasta acumular material, y causo bastante revuelo en su momento), estos retrasos, no permitieron sin embargo dar coherencia artística a la saga, y es que los tres últimos números de la misma ya no serían entintados por Palmiotti (cuya relación con Quesada empezaba a resquebrajarse, lo que le llevaría a abandonar las labores editorial en el sello Marvel Knights), si no por Mark Morales (Superman), e incluso en los lápices Quesada contaría en el número 14 con la ayuda de Dave Ross (JLA) siendo este el autor en solitario de los del número 15.

Por lo que respecta al equipo creativo de nuevo, y aunque solo sea por lo llamativo de la elección, la estrella vuelve a ser el guionista, y es que los intereses de David Mack, parecían hasta entonces bastante alejados del denominado comic “mainstream”, americano. Autor completo de la independiente Kabuki (entonces publicada por Image, hoy por el sello Icon de Marvel), había destacado tanto por su guiones, como por su peculiar estilo narrativo, realizando páginas con recursos y técnicas más propias de la pintura que del comic tradicional, su llegada a Daredevil aunque menos espectacular que la de Kevin Smith, parecía prometer también, cuando menos una buena historia,

La historia en si, titulada “Partes de un hueco”, supone la presentación en sociedad de un nuevo personaje ideado por David Mack, Eco (rescatada del olvido en Los Nuevos Vengadores de Bendis), el personaje de raíces cheyenes y de nombre Maya López, fue criada tras la muerte de su padre por un socio de este, ni más ni menos que por Wilson Fisk, alias Kingpin.

El personaje guarda en sus mismos orígenes una similitud, claramente buscada, con Matt Murdock/Daredevil, y es que al igual que este se trata de un personaje con una importante minusvalía (Maya es sorda), que se ve compensada por unos dones extraordinarios que, en este caso, le permiten copiar y memorizar a la perfección todo aquello que sus ojos vean (en una habilidad que recuerda mucho al Supervisor, villano de los Vengadores), lo cual la convierte en (además de por ejemplo una excelente pianista) una autentica maquina de combate capaz de imitar cualquier estilo de lucha, a esto se debe añadir el que ambos personajes están marcados por el trágico suceso que supuso el asesinato de sus padres, y que ambos por diferentes motivos tienen a Fisk, marcado a fuego en sus vidas.

La historia supondrá, como no podía ser de otra forma, un nuevo enfrenamiento entre Fisk y Murdock, donde Maya (bajo la identidad de Eco) jugara en principio el papel de peón del primero. De nuevo las raíces de la historia pueden buscarse en el pasado, así si Diablo Guardián tenía claros ecos de la etapa Miller en la serie, en especial de Born Again, “Partes de un hueco”, presenta en su estructura claros parecidos con la historia de María Tifoidea de la época Nocenti/Romita jr., y es que al igual que entonces, Kingpin, trata de destrozar a Murdock/DD, dándole un nuevo amor (Maya), a la vez que la doble identidad de ese amor (Eco ahora, Tifoidea entonces), destrozan a DD, para ello, Fisk, que goza de la plena confianza de Maya, a la que ha criado como una hija, convence a esta de que Daredevil es el responsable del asesinato de su padre años atrás, mientras que por otra parte prepara un encuentro entre Matt y Maya, en el que la química entre ambos se hace evidente.

Con esta estructura y a lo largo de los diferentes números observamos la evolución de Maya, y como esta adopta la identidad de Eco, para vencer a Daredevil, todo esto a la par que se ahonda en la relación entre Matt y Maya, y en el pasado de Fisk, el cual de niño acomplejado y débil, pasa paulatinamente a convertirse en el futuro rey del crimen, la saga culmina con el descubrimiento de Maya, de la verdad, tanto sobre el asesinato de su padre, como sobre la identidad secreta de Daredevil, la venganza de Maya no se hace esperar y termina por dejar ciego a Fisk, desapareciendo después de la vida de Matt, ante la necesidad de “encontrarse a si misma” tras descubrir que durante gran parte de su vida ha vivido una mentira.

Como balance final de la saga, el sabor que queda de “Partes de un hueco”, es cuando menos agridulce, y es que pese a momentos interesantes (sobre todo en lo que se refiere al pasado de Fisk), lo cierto es que la trama central de la saga suena y mucho a ya visto, y sobre todo el personaje de Eco no consigue en ningún momento trasmitir la fuerza y el carisma que en su día trasmitieron otras féminas creadas en las páginas de DD, como es el caso de Elektra o de María Tifoidea, es por ello que esta saga supone un claro descenso desde el punto de vista creativo, si se compara con su predecesora “Diablo Guardián”, aun así estamos ante una saga interesante, que se le de un tirón, y que pese a estar muy lejos de las mejores del personaje, es sin duda una buena lectura, que sin embargo se vio enormemente lastrada en su momento por sus continuos retrasos, cabe destacar antes de finalizar el fill-in realizado por Quesada/Palmiotti y Rob Haynes, un comic interesante, que supone un momento de impasse en el transcurrir de la historia, y donde se muestra la gran influencia que una “mera” batalla superheroica puede tener en las personas normales y corrientes.

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