lunes, 30 de agosto de 2010

El Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark II.

Segundo post dedicado al Daredevil de Brubaker y Lark centrado en este caso en las dos primeras sagas del dúo en la colección del hombre sin miedo, a medio camino del resumen y el breve análisis el post viene (como siempre) cargado de spoilers para quien no haya leído estos comics aún.

Empezando una vez más por los créditos, los números aquí reseñados serán los Daredevil volumen II USA 82-94 (Abril de 2006-Abril de 2007) incluidos en los números 12 a 23 del segundo volumen del personaje bajo la editorial Panini en España, estos comics se estructuran en dos grandes sagas, “El diablo en la galería D” (82-87, 12-17 en España) y “El diablo se da un paseo” (89-93, 19-22 en España), entre las dos sagas tenemos el 88 (18 español) dibujado por el español David Aja titulado “La vida secreta de Foggy Nelson”, y al final esta el 94 (23 español) dibujado por Lee Wecks y con una portada alternativa de John Romita Sr. titulado “Nuestra historia de amor”.

La primera saga de Brubaker y Lark en la colección empieza realmente fuerte: de noche, Cocina del Infierno, una lluvia implacable y molesta que parece no tener fin, un intento de robo, Daredevil, raudo, veloz sin dejar respirar a sus enemigos, detiene una vez más el crimen; cambio de escenario, estamos en una celda lúgubre, Matt Murdock reflexiona sobre como ha podido acabar ahí...un momento ¿no es Murdock, Daredevil?, entonces ¿qué demonios esta pasando aquí?.

Un arranque realmente prometedor para la que sin duda es la mejor saga de Brubaker y Lark en la colección, ¿quién es el Daredevil que patrulla las calles de la Cocina del Infierno?, ¿cómo saldrá Murdock de la cárcel?, ¿por qué el director del FBI quiere a Murdock muerto antes de llegar a juicio?, todas estas preguntas encontraran su respuesta en este primer año del nuevo equipo creativo en al colección.

El final de la etapa Bendis/Maleev tan impactante como difícil de continuar es el punto de arranque de una etapa que sabe lidiar con la Civil War (el Daredevil que veremos por allí no será Murdock), y que busca restaurar el status quo para poder contar sus propias historias, la primera saga “El diablo en la galería D”, centrada en la estancia de Murdock en prisión, empieza a dejar claro que detrás del deseo de encarcelar a Daredevil hay mucho más, alguien quiere que Murdock muera en prisión, los hilos se mueven y Matt acaba encerrado en la misma cárcel que gente como Carlos Lamuerto (Tarántula Negra), Cabeza de Martillo, Kingpin, Bullseye o incluso Punisher.

La idea es poner a Murdock al límite, obligarle a cometer una locura y conseguir un motín en el que todos se maten entre todos, para ello nada mejor que asesinar a Foggy Nelson y dar pruebas a Matt de que alguien de la cárcel estuvo involucrado en ello, sin embargo nadie cuenta con que Murdock ya ha caído muchas veces, pero siempre se ha levantado, nadie cuenta con que él pueda tener sus propios planes para salir de la cárcel, cierto, necesita un ligero empujó de Frank “Punisher” Castle (un Brubaker magistral muestra en una sola frase el porqué del odio de Matt hacia Castle, en el fondo teme convertirse en él, y en la prisión eso esta a punto de pasar), Murdock consigue escapar, reteniendo en prisión a Bullseye y a Kingpin y tapando además su identidad al fingir un secuestro por parte del Punisher quien supuestamente le habría usado para tapar su fuga; es la hora de buscar respuestas y a fe que las conseguirá, primero habrá de averiguar quien es el Daredevil que le ha estado sustituyendo, conseguido esto será la hora de ir a por quien le contrato, la pista conduce a Europa, ya tocaba que el diablo se diera un paseo.

Esta primera saga esta llena de tensión, de impactantes continuaras, de caracterización de personajes, de un dibujo perfecto para lo que se esta narrando, es decir de todo lo que se le debe pedir a un comic de este tipo, Brubaker recupera a Becky Blake y presenta a Dakota North ¿trata de esta forma, ampliando el reparto de secundarios, justificar el que se quite de en medio a Foggy Nelson?, nada más lejos de la verdad, Foggy no estaba muerto, estaba de parranda, o algo parecido, en lo que tal vez sea el primer resbalón (en la medida en que Brubaker hace trampa con sus lectores, no dándole pistas reales para averiguar que estaba pasando en verdad) de los muchos que tendrá la etapa, en “La vida secreta de Foggy Nelson”, Brubaker nos narra como Foggy en realidad sobrevivió a su apuñalamiento y ahora se haya metido en el programa de protección de testigos del FBI (si ese mismo FBI que trata de destruir a Matt) y protegido por La Mano liderada por Elektra (si esa Elektra que resulto ser un Skrull en los meses previos a Invasión Secreta), el número intimista pero no por ello exento de acción, se centra en como ser el mejor amigo de Daredevil ha afectado a Foggy Nelson, un Foggy que termina demostrando que a lo mejor es él quien merece el calificativo de “El hombre sin miedo”.

Entrando ya en la segunda saga, Brubaker decide sacar a Matt de Nueva York y llevarlo a la vieja Europa, casi desde el principio ha querido dejar claro que detrás de los males de Matt hay una figura en la sombra manipulándolo todo, lo cierto es que los males de Matt vienen de no saber proteger su identidad secreta y de ejercer de justiciero y abogado a la vez, no es necesaria ninguna conspiración para saber porqué esta metido en semejante lío, pero claro si no hay conspiración, si no hay nadie detrás, ¿cómo salimos de este embrollo?, eso es lo que debió pensar Brubaker, y así, lo cierto es que lo narrado en “El diablo se da un paseo” no deja de ser un Deux ex Machina en toda regla, pero no es menos cierto que no se adivinaban en el horizonte muchas alternativas, y ya de tener que recurrir a un Deux ex Machina, por lo menos hacerlo bien, respetando la lógica interna de al serie y lo narrado por Bendis y Maleev en la anterior etapa, y aquí, al menos, Brubaker si supo estar a la altura.

Vanesa Fisk, esposa del gran Kingpin, había sido la razón por la que este intento dejar su mundo criminal atrás, había sido la única mujer a la que había amado, su presunta muerte había propiciado su regreso al crimen, el que fuera usada por Daredevil como peón en su eterna partida de ajedrez con Wilson Fisk, terminaría desencadenado, aunque fuera de manera indirecta la muerte de Elektra, si, Vanessa siempre había sido pieza clave en la lucha entre Fisk y Murdock, pero tal vez nunca hasta la etapa Bendis se había tornado en pieza activa, harta de ser usada y manipulada por unos y otros Vanessa, se vio obligada a actuar, teniendo que matar a su propio hijo y liquidando el imperio criminal de Kingpin, que ahora estuviera detrás de los males de Matt aunque innecesario, tenía toda la lógica del mundo.

Vanessa propone a Murdock un trato en apariencia irrechazable, esta al borde de la muerte por una enfermedad terminal y quiere irse a la tumba asegurándose de que su marido y su principal enemigo se destrocen mutuamente en su odio sin sentido, Vanessa puede devolver a Matt su vida demostrando la existencia de una conspiración del director del FBI para acabar con él, a cambio quiere que Matt saque a Fisk de la cárcel, Matt ha pactado muchas veces antes con el diablo, y Vanessa (que en el fondo lo considera un egoísta ¿o es el propio Brubaker quien piensa eso hablando por boca de Vanessa?, el devenir de la etapa propiciara inquietantes respuestas) lo sabe, sin embargo ahora Matt se niega, claro, no podía ser de otra forma, pero cuando Vanessa, pese a todo devuelve a Matt su vida, este, que siempre paga sus deudas siente que debe cumplir con lo que Vanessa quería, pero no para lo que ella quería, sacará a Fisk de la cárcel, si, pero lo hará solo para que acabe su eterna batalla, entre los dos han destrozado y pervertido a una mujer en esencia buena, es hora de por lo menos honrar a la verdadera Vanessa ahora que ha muerto, poniendo fin a su disputa.

Con el final de esta segunda saga, Brubaker consigue sacarse de encima el legado de Bendis y Maleev, a partir de ahora podrá iniciar su propio camino (y curiosamente será cuando pierda el rumbo), además sabe que pese a haber devuelto a Matt su vida, esto no significa que las cosas vuelvan a ser como antes, que no se pueda probar judicialmente que sea Daredevil no significa que todo el mundo (amigos y enemigos) haya olvidado que Murdock es Daredevil, el panorama que asoma es interesante y lleno de posibilidades, pero antes todavía queda otro número, “Nuestra historia de amor”; que recuerda en cuanto a estructura al episodio de Foggy, de nuevo estamos ante una historia intimista centrada en Milla Donovan y su sufrimiento ante las largas noches de vigilia en espera de que Matt vuelva a casa sano y salvo, un número que adquiere otra luz ante lo que después le pasara a Milla, pero eso queda para más adelante.

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