viernes, 30 de julio de 2010

El Daredevil de Scott Lobdell y Cully Hammer, un fin y un principio.

Se acerca el fin de una era, después de cerca de 400 números el volumen uno de Daredevil llega a su fin, pero como todo final, viene seguido de un principio en el horizonte esperan los caballeros de Marvel, liderados por cierto Hombre sin Miedo.

Los números que tocan continuación son lo últimos del Volumen 1 de Daredevil antes de su paso al sello Marvel Knights, en concreto los que van del 376 al 380 USA (Junio-Octubre de 1998), los cuatro primeros números estarán realizados por el ínclito Scott Lobdell (Uncanny X-Men) a los guiones y Cully Hammer (Blue Beetlee) a los lápices (el cual solo fallaría en el 378 dibujado por Tom Morgan y entintado por Scott Hanna), y compondrán un único arco argumental, mientras que el 380 y último será realizado por un equipo creativo que ya estuviera años atrás en Daredevil y que por lo menos en ventas dejaron un buen recuerdo, D.G, Chichester y Lee Weeks, en la primera saga el entintado sería realizado al alimón por el propio Cully Hammer y por Jasón Martín (Livewirres), mientras que en el último lo haría Robert Campanella (Batgirl), el color correría a cargo de nuevo de Cristie “Max” Scheele y las labores editoriales la llevaría a cabo el desconocido Tim Tuohy.

La saga realizada por Lobdell, presenta muchos de los virtudes y defectos del polémico guionista, y es que el arco parte de un interesante argumento, una intrigante historia de espías ambientada en Francia donde un misterioso Laurent Levausser se despierta en un hospital lleno de heridas, sin recordar exactamente quien y como ha ido a parar allí, con un gran dolor en los ojos como si no estuviera acostumbrado a ver y con el resto de los sentidos aumentados y desbordados siendo incapaz de controlarlos (no hace falta ser un lince para saber quien es Laurent, ¡una identidad más y van...!), cuando llega a su domicilio se encuentra con un traje de spandex y sus dudas no hacen si no aumentar ("¿soy un héroe, un villano, un zumbao?", se pregunta Laurent), a medida que avanza la trama descubrimos que Daredevil aceptando ayudar a S.H.I.E.L.D, ha sido “reprogramado” con unos recuerdos nuevos, y una nueva apariencia (lo que incluye una operación que le devuelve la vista) para llevar a cabo una misión secreta, la cosa se complica cuando la persona que le ha “reprogramado” (que por otra parte es el único que lo sabe) sufre un brutal accidente de trafico en el que fallece (en un argumento que anticipa las bases del Sleeper de Ed Brubaker y Sean Philips), dejando así a Matt atrapado en su nueva identidad y sin posibilidad aparente de recuperar su autentico yo, a lo largo de la saga se va descubriendo que la misión de Daredevil consistía en recuperar una lista en la que figuraban todos lo agentes secretos de S.H.I.E.L.D en el mundo, lista que había caído en manos de Kingpin, y que estaba dispuesto a vender al mejor postor en Paris, el motivo por el cual DD fue “reprogramado” y por el que no conocía la misión es para evitar a los psiquicos y de esta forma poder infiltrarse y detener todo el asunto antes de que pasase a mayores, se suponía que el agente (en este caso DD) iría sabiendo cual su misión por una serie de pistas estratégicamente colocadas, al final DD salva el día y gracias a Foggy y a S.H.I.E.L.D termina por recuperar su identidad.

Como señale al principio la saga permite ver todo lo bueno y lo malo de Lobdell como guionista, y es que en torno a un idea interesante (y que hace años que no se trataba en la colección, y es que en su opinión “lo realmente interesante de Matt es que es ciego, vamos a fijarnos en eso”) como es el que Matt recuperase la vista, Lobdell plantea un atrayente argumento. ¿qué pasa si un héroe ha perdido la memoria y la única persona en el mundo capaz de devolvérsela fallece?, para dar con un comic que sin embargo deja bastante que desear, los motivos por los que Matt se someta a la “reprogramación" son en el mejor de los casos confusos, en el peor directamente estúpidos, la trama central de la saga (lo de la lista de agentes y recuperarla), no se sostiene, ya que si Fisk tiene esa lista el primero en usarla sería él, y una vez ya con la información creo que poco se podría hacer para detenerle, además uno no termina de entender los motivos del por que si S.H.I.E.L.D fue capaz de devolverle la vista a Matt al “reprogramarlo” no se la deja al “desreprogramarlo” y más teniendo en cuanta que DD ya había recuperado la memoria por su cuenta antes de esta “desreprogramación”, y es que es en este tipo de elementos donde se ve lo peor de Lobdell: buenas ideas, pésimo desarrollo y resolución, lo mejor de la saga sin duda es el excelente trabajo de Cully Hammer que al menos hace unos comics atractivos de ver.

Finalizada la historia de Lobdell, le toca el turno al número 380, a cargo del dúo Chichester/Weeks, el comic transmite nostalgia por los cuatro costados, no solo se trata del último número del Volumen I de la cabecera si no que retoma uno de sus equipos creativos más recordados del pasado reciente del cuernecitos, autores de (entre otras cosas) la interesante La Caída de Kingpin, pese a que el paso del tiempo no ha tratado demasiado bien a la etapa de Chichester (ni con Weeks ni, sobre todo con McDaniel), lo cierto es que su etapa al frente de los guiones del héroe sin miedo fue la ultima gran etapa del mismo, si no desde el punto de vista cualitativo (aunque en su momento sus sagas resultaban impactantes) si desde un punto de vista cuantitativo ya que desde la marcha de Chichester y pese a etapas tan interesantes como la DeMatties/Wagner o la de Kesel/Nord, las ventas no habían hecho si no descender.

El número con más páginas de lo habitual, nos presenta a un Weeks mucho más maduro y que a la clara influencia de Mazzuchelli que se apreciaba en su anterior etapa ha añadido ahora la del mejor Byrne, dando como resultado un estilo propio caracterizado por una gran capacidad narrativa y por una excelente composición de página, por su parte Chichester plantea una interesante historia ambientada en el pasado donde destaca la aparición de Fisk o Bullseye y que finaliza con una emotiva visita (ya en el presente) de Matt a su madre.

Finalizan así más de 30 años de historias, y se inicia un nuevo camino a través del sello Marvel Knights un camino que superia los 10 años de vida antes de la renumeración a la altura del número 500, pero eso es otra historia...y aqui será contada.

miércoles, 28 de julio de 2010

El Daredevil de Joe Kelly, Gene Colan, Ariel Olivetti y otros

Tanto en la trama como en el tono empleado, Joe Kelly siguió los parámetros establecidos en su momento por Kesel, por lo que de nuevo estamos ante un Daredevil optimista al que las cosas le van relativamente bien...y sin embargo Mr. Miedo acecha.

Empezando como siempre por los créditos esta etapa abarca los números 365-375 USA (de Junio de 1997 a Mayo de 1998) más el famos número –1, al frente de los guiones se encuentra Joe Kelly el cual sin embargo contaría en sus números finales con mucha ayuda, así los números 373, 374, y 375 (un especial de más páginas) estarían co-guionizados por Been Raab (Green Lantern), Jonathan Barron, y el legendario Chris Claremont (X-Men) de forma respectiva. Por lo que respecta al dibujo el baile en esta etapa puede calificarse sin exagerar de espectacular, así el 365 sería realizado por Cary Nord (Conan: La Leyenda) autor de la anterior etapa, los números 366-368 estaría realizados por el mítico Gene Colan (Tomb of Drácula) al igual que el -1, el 369 contaría con los lápices de Ariel Olivetti (Cable), en el 370 regresaría Gene Colan los números 371-372 contaría de nuevo con lápices de Olivetti, el 373 el dibujante sería Richie Acosta, en el 374 tendríamos de nuevo a Olivetti y el 375 contaría con lápices de multitud de artistas, Olivetti, Nord, Leonardi etc.

Joe Kelly motor creativo de esta etapa realizo en Daredevil uno de sus primeros trabajos en Marvel, su trabajo en esta serie y sobre todo en Masacre, le revelarían como un guionista ameno, ágil y con ideas interesantes, lo que en una época marcada por el oscurantismo le permitió alcanzar el estrellato de forma muy rápida. Sus guiones más puramente “superheroicos” supusieron un autentico soplo de aire fresco y le llevaron a convertirse junto con Steve T. Seagle en responsable de un nuevo relanzamiento de los X-Men, su etapa muy bien recibida, y con buenas ideas acabo de forma brusca ante las permanentes injerencias editoriales. Todo esto le llevo a DC donde realizaría extensas e irregulares etapas en Superman y la JLA.

Por su lado Gene Colan, se trata de una autentica leyenda del comic USA, autor de magnificas etapas en Iron Man. Namor, Capitán América o La Tumba de Drácula, sin embargo será su trabajo en Daredevil el que más marcaría su trayectoria y es que su labor en los lápices del hombre sin miedo además de magnifica se prolongo a lo largo de más de 90 números. Si bien los números que componen esta etapa no son los mejores ejemplos de su trabajo (se trata de un Colan ya mayor y con problemas de visión) su capacidad de narración y sus juegos de luces y sombras siguen siendo envidiables.

Por ultimo Ariel Olvetti se trata de un dibujante de origen argentino que ha realizado distintos trabajos tanto en Marvel como en DC, tocando alguno de los principales iconos de cada casa como Batman, JLA o X-Men. Con un dibujo claro y limpio su trabajo en Daredevil cabe ser calificado de más que correcto.

Entrando ya en harina, la etapa se inicia con la continuación de los argumentos ya planteados en su momento por Kesel, y así un Mark Raxton (el Honbre Ígneo) en pleno proceso de rehabilitación de su pasado criminal, se verá atacado por Mr. Miedo (en su versión de Lawrence Cranston), el cual será el gran villano de toda le etapa. El motivo del ataque será el de dañar a Daredevil que antes había ayudado a Raxton. A la par que se desarrolla esta trama Kelly ahonda en las relaciones personales de los personajes secundarios, lo que será marca de la casa a lo largo de los 12 números, y donde Kelly realizará una gran labor de caracterización, con diálogos ágiles. Así se produce la reconciliación entre Liz Allen (hermanastra de Mark, y salida al igual que este de las paginas de Spiderman, ya que se trata de la viuda de Harry Osborn) y Foggy, se continua la relación entre Matt y Karen y se añaden matices a la relación entre Matt y Foggy con Rosalind Sharpe, recordemos madre biológica de Foggy, y jefa del bufete donde él y Matt trabajan.

El siguiente número seria el famoso número –1, a la altura de Julio de 1997, Marvel decidió que todas sus series tendrían un número ambientado antes del número uno de la serie respectiva, en el caso de Daredevil, Kelly narro una emotiva historia en la que el padre de Matt visita a este en la universidad.

Tras este breve interludio, se retoma la trama de Mr. Miedo en los números 366-367. A lo largo de estos dos intensos números Mr. Miedo organiza un motín en la prisión de Ryker, que consigue poner contra las cuerdas a Matt. Destacará la presencia en la saga del Gladiador II, matón de baja estofa que ayudado por el gas del miedo de Miedo logró causar muchos problemas al cuernecitos. Por su parte Mr Miedo conoce ya la identidad secreta de Matt y que esta más que dispuesto a hacerle la vida imposible. DD consigue salvar el día pero cada vez es más consciente de que los planes de Cranston solo acaban de empezar, planes en los que también jugara un relevante papel un psicópata conocido como el asesino de la Triple Amenaza.

La trama de Mr. Miedo se toma un breve respiro en los números 368-370 donde se desarrolla una interesante saga, con la Viuda Negra como coprotagonista, en una historia que por momentos recuerda la ya mítica etapa en la que la Viuda y el cuernecitos compartieron serie. La saga centrada en un intento de la Viuda de infiltración en los planes secretos de un general ex soviético, tendrá momentos de autentico interés con la aparición de varios personajes destacados en la mitología mutante como Rojo Omega, o Estrella Oscura, y tendrá un momento culminante cuando la Viuda llega a disparar a DD para mantener su tapadera, finalmente la alianza entre Matt y Tasha desbaratan los planes del general. Uno de los puntos más favorables de esta saga proviene sin duda de la evidente química (y física, ya puestos) que existe entre estos personajes, química que Kelly sabe explotar adecuadamente con acertados diálogos y situaciones cuando menos “comprometidas”, pero que no llegan a más ante la solidez de la relación entre Matt y Karen.

Con el fin de tan agitada saga, el número 371 supone una transición a lo que esta por venir, donde se ahonda en las relaciones personales (impagables algunas escenas entre Karen y Rosalind), se dejan caer más pistas sobre los planes de Mr. Miedo, y sobre todo se reabre la emisora propiedad de Fisk, Wfisk, recuperando Karen su trabajo como presentadora de un programa en la misma, destaca la aparición de Cecilia Reyes, por entonces miembro de los X-Men. El 372 contara con la presencia como invitado del Motorista Fantasma, en un entretenido número donde de nuevo los personajes secundarios cobran gran importancia, y donde se descubren más elementos del plan de Mr.Miedo, plan en el que Karen jugara un papel central.

Los números 373-375 supondrán la traca final de la etapa Kelly cuando los planes de Mr. Miedo salen a la luz, cuando con pruebas falsas consigue que se acuse a Karen de los asesinatos de Triple Amenaza, que acaba así en el  único sitio donde Matt no puede protegerla: la cárcel. Por suerte para él, Elektra se infiltrara en la prisión donde además de comprender que ve Matt en Karen protegerá a esta ante diversas contingencias. Se trata de una saga, donde la labor de Matt como abogado tiene gran importancia, así como su investigación para demostrar la inocencia de Karen, cosa que finalmente consigue hacer (con la ayuda de un Fisk que pretende que Matt le deba un favor), a la par que derrota a Mr. Miedo, un villano convertido ya entonces en una amenaza más que serie que además conoce la identidad secreta de Matt y que sería retomado anos más tarde por Ed Brubaker en su discutible etapa al frente del hombre sin miedo.

La etapa de Kelly puede calificarse en general de positiva, en la línea de la de Kesel, de nuevo la faceta de Matt como abogado es ampliamente tratada, y el enfoque menos oscuro de lo habitual aporta algo de frescura a una etapa que si bien no será recordada como una de las más grandes del personaje, si contó historias de calidad y recuperó enfoques largo tiempo olvidados.

lunes, 26 de julio de 2010

El Daredevil de Karl Kesel y Cary Nord

Desde la llegada de Frank Miller a Daredevil, el que fuera un personaje alegre y bromista había pasado a convertirse de manera paulatina en un personaje oscuro y trágico, fue tal la influencia del Miller que desde el final de su etapa prácticamente nadie había siquiera insinuado un retorno al tono anterior a la misma y esto seguiría así hasta la llegada de Karl Kesel a DD, un Kesel que venía más que dispuesto a hacer una revolución...volviendo a los orígenes.

Empezando por el principio, señalar que la etapa que a continuación vamos a reseñar abarca los números 353-364 (Junio de 1996 a Mayo de 1997) un año completo en la trayectoria de DD a lo largo del cual Kesel estaría al frente de los guiones de forma exclusiva salvo en el número 358 que sería realizado porsu sucesor, Joe Kelly (JLA) y por el excelente Pascual Ferry (Ultimate Fantastic Four).

La trayectoria de Kesel en el mundo de los comics es demasiado amplia como para se reseñada en estas líneas, baste señalar que además de un interesante labor como guionista (Los 4 Fantásticos, Superboy etc) su trabajo como entintador tanto en Marvel con en DC le han puesto al servicio de algunos de los mejores lápices del comic-book USA siendo una de los entintadores más reconocido y respetados por su trabajo.

En cuanto a los lápices la etapa esta marcada por el trabajo de un por entonces semidesconocido Cary Nord (mucho más conocido hoy en día gracias su gran trabajo en el Conan de Kurt Busiek para Dark Horse), con un trazo limpio y claro así como una buena narratividad como armas fundamentales, lo cierto es que su etapa en DD ya sea por lentitud o por “novatez” se vio salpicada de múltiples colaboraciones trabajando sobre los bocetos de varios artistas, así en los números 354, 355, 356, y 359 trabajaría sobre bocetos de artistas como Rick Leonardi, Steve Epting, Sal Buscema o Larry Hama, a lo que se debe añadir el ya mencionado fill-in de Pascual Ferry en el 358 o el trabajo del legendario Gene Colan en el 363 (preludio se su posterior y breve regreso).

Para finalizar los créditos señalar que el entintado estaría a cargo de las expertas manos de Matt Ryan y el color le realizaría de nuevo la incombustible Christie “Max” Scheele, estando al frente de la labores editoriales James Falder que sería sustituido a la altura del 364 por Jayne Gadner.

Entrando ya en el análisis de la etapa, lo cierto es que pese a la existencia de algún que otro agujero (como el que nadie pareciera recordar que antes de su presunta muerte Murdock fue primera pagina de los periódicos, donde se aseguraba que era DD) el gran trabajo de DeMatties, había dejado las cosas muy fáciles a sucesor para encaminar al personaje por los caminos que eligió Kesel, y es que Matt recuperado física y psicológicamente de las abrumadoras consecuencias del fingimiento de su propia muerta y con el apoyo de su amada (Karen) y de su mejor amigo (Foggy) se encontraba en una fase optimista de su vida que tal vez aconsejaba algo de luz en el enfoque de sus historias, alejándole así de la oscuridad de su pasado y sobre todo del tono general imperante en los 90, teniendo en cuenta todo esto Kesel opto por retomar varios de los aspectos del DD preMiller, un DD optimista e incluso gracioso que si bien entonces parecía un mala copia de Spiderman, en manos de Kesel supo cobrar vida propia.

El nuevo tono aventurero y superheroico en el que la profesión de abogado de Matt cobraría un protagonismo casi nunca visto en el pasado reciente se puedo ver casi desde el primer número, donde Kesel realiza una autentica declaración de intenciones, no solo por el regreso de un villano clásico entre los clásicos de la serie como es el caso de Mr Hyde, si no también por el retorno a su carrera de abogado en compañía de Foggy, de paso Kesel aprovecha para justificar “el regreso de la tumba de Matt como una medida de protección orquestado por S.H.I.E.L.D ante las amenazas de Fisk, aunque eso si sin aludir a su identidad secreta desvelada antes de su muerte. En el primer número se plantean ya alguna de las claves iniciales de la etapa como son la entrada de Foggy y Matt en el bufete de abogados de Rosalind Sharpe (donde incluso se encontrarán con Misty Knight que ayudará a DD en el caso de Mr.Hyde o en el secuestro de Karen a manos de a misteriosa Insomnia ) la cual para sorpresa de Matt resulta ser madre biológica de Foggy, y por otro lado una trama de asesinato del que es acusado Mr. Hyde, tras ser detenido por Daredevil.

A lo largo de los siguientes números se desarrollan aventuras de todo tipo como un interesante encuentro entre Spiderman-Ben Really y DD, o un aun más interesante reencuentro entre DD y una amargada Viuda Negra que se culpa a si misma por el desastre de Onslaught (evento de a época, en el que el grupo liderado por ella, esto es Los Vengadores, pareció morir) y que apunto esta de matar a la Gárgola Gris, se retoman villanos clásicos como Los Forzadores, o se resuelve la trama de Mr. Hyde donde Matt y Foggy se verán obligados a defenderle tras encontrar pruebas más que sólidas que demuestran su inocencia en el asesinato del que se le acusaba, sin embargo y aunque el tono ligero y agradable que Kesel sabe imprimir a sus historias se agradece, lo más destacado de su etapa tal vez sea el excelente uso que hace de los personajes secundarios y las relaciones entre ellos, así Foggy encuentra el amor de manos de Liz Osborn Allen, (lo que interrelaciona aun más a DD y Spidey), además de resultar muy interesante la tensa relación de Foggy con su madre y de esta a su vez con el propio Matt, por otra parte Karen encuentra su camino gracias a un programa de radio nocturno que ella misma presentara y que le ayudara a reencontrase, (trama en si misma interesante y que continuara desarrollando Kelly, ya que la radio era propiedad de Wilson Fisk) mientras que Matt pese a los problemas que siempre surgen conseguirá por primera en muchos años sentirse “completo” y feliz.

La etapa contara con momento delirantes como cuando Foggy regala a Matt a Deuce el “devilperro”, o por que no decirlo cuando DD consigue vencer a un oponente de la talla del Hombre Absorbente, villano que se las ha hecho pasar canutas a personajes del poder de Hulk o Thor, la marcha de Kesel se produjo además en amplia colaboración con su sucesor Joe Kelly (como reconoce el mismo guionista en su primer número en la serie el 364 USA) ya que deja abierto uno de las tramas más importantes que se desarrollaran en su etapa, con la presencia de Mr. Miedo, que se revela como “patrón” de Insomnia y la identidad de DD (una vez más) en juego.

Como balance final de la etapa cabria señalar que si bien es cierto que desde la llegada de Miller el enfoque adoptado por Kesel ha quedado claramente desfasado y tal vez no sea el tipo de historias más adecuadas para un alguien como DD lo cierto es que visto los visto y teniendo en cuenta el tormentoso pasado que venía arrastrándole héroe, tal vez este “retorno a los orígenes” fuera necesario, como una especia de parada en el camino antes de retomar el tono más propio para el personaje, y es que lo que resulta innegable es que el Daredevil tanto de Kesel como de su sucesor Joe Kelly supusieron un autentico soplo de aire freso en unos años bastante “recargados” de héroes oscuros y presuntamente trágicos, soplo de aire fresco que sin duda de vez cuando se agradece.

viernes, 23 de julio de 2010

El Daredevil de J. M. DeMatties y Ron Wagner.

La mediocridad en la que estaba sumido Daredevil durante casi un año encontró por fin su final con la marvelution y la llegada de Jean Marc DeMatteis, el cual supo devolver todo sus esplendor a nuestro entrañable cuernecitos...aunque para ello debiera vivir un infierno.

Que Marvel no paso su mejor época en los 90 es algo fácil de demostrar, y es que la editorial vio como esta década supuso un brutal descenso tanto en la calidad de sus obras como en el dinero generado por las mismas (pese al espectacular arranque de estos años), así que a la altura de 1995 se decidió a tomar medidas y llevó a cabo un cambio que se antojaba radical con respecto a épocas cercanas, desapareció la figura del “editor en chieff”y la editorial fue compartimentada en “familias” cada una con un editor jefe, así estaba la familia de Spiderman, la familia mutante etc, de esta forma a Daredevil le toco en lo que vino a denominarse como Marvel Edge, donde se encuadro junto con Punisher, Hulk. Nick Furia, el Motorista Fantasma y el Doctor Extraño.

Se suponía que se trataba de personajes “al filo”. “al limite” (¿de que? me pregunto yo, ligeramente inquieto), así las cosas la línea se abrió con dos especiales Double Edge: Alpha y Double Edge: Omega, entre uno y otro el primer número de las colecciones relacionadas con el evento mostrarían aspectos del mismo, la trama giraba en torno a la presunta responsabilidad en la muerte de la familia del Punisher por parte de Nick Furia y la venganza del primero por ello y culminaba con la presunta muerte del segundo (cosa que al final no sería así ni en lo que respecta a la muerte de Furia ni en lo que se refiere a su responsabilidad en la muerte de la familia del Punisher), el experimento en si duro poco más de un año, pero al menos en el caso de Daredevil vino de perlas ya que supuso la llegada del excelente guionista Jean Marc DeMatteis, con la difícil misión de poner orden en la cada vez más compleja situación del cuernecitos.

DeMatteis, leyenda viva dentro del panorama del comic book USA es el coautor de la que probablemente sea una de las mejores historias de Spiderman (La ultima cacería de Kraven), además de dialoguista en la ya mítica JLA junto con Keith Giffen, su carrera muy ligada al trepamuros donde permaneció varios años su labor fue también destacada en comics como el Capitán América (junto a Mike Zeck) o en este mismo Daredevil donde contaría con los dibujos de Ron Wagner durante la mayoría de los números en los que permaneció en la serie, dibujante de un estilo muy marcado y oscuro que vino de perlas a los guiones de DeMatteis.

En cuanto a los créditos de esta etapa, los números que abarca son del Daredevil 344 al 352 USA (Septiembre de 1995 a Mayo de 1996), de ellos la etapa DeMatties ocupara desde el 344 al 350 (número en el que contaría con la colaboración a los guiones de Ivan Valez Jr.), siendo los dos restante fill-ins de escasa calidad antes de la llegada del nuevo guionista regular Karl Kesel, a lo largo de esos números y como se señala más arriba el principal dibujante fue Ron Wagner en concreto de los números 334-347 y del 350(especial de más paginas) los números 348-349 sería realizados por un jovencísimo y por entonces semidesconocido y hoy consagrado Cary Nord (Conan la leyenda), mientas que los fill-in que supusieron los números 351 y 352 estaría a cargo de John Rozum a los guiones y Shaw McManus (Swamp Thing) a los lápices por un lado y de Ben Raab (Excalibur) y el mismo McManus por el otro (que por cierto se entintaría a si mismo en ambas ocasiones), las tintas estarían mayoritariamente en manos de Bill Reinhold, los colores sería realizados por Chistie “Max” Scheele en colaboración con Malibu (editorial adquirida por Marvel más que por su Ultraverso por su técnica y equipo de coloristas), mientras que la edición correría a cargo de James Felder.


Por lo que respecta a la etapa en si, cuando DeMatties recibió el encargo de Daredevil la consigna debió estar bastante clara, “regreso a los orígenes” , era hora de dejar el traje-armadura, volver a vestir de rojo, recuperar la identidad de Matt Murdock, su profesión de abogado así como a los principales secundarios (Foggy, Karen, Maggie o Ben Urich), para afrontar esta tarea DeMatties tenía varias posibilidades, y no escogió precisamente la más fácil aunque si probablemente aquella que es su especialidad, el tratamiento psicológico de los personajes (tal y como había demostrado en diversos números de Spiderman por ejemplo), y esto será lo que haga a lo largo de siete intensos números, un análisis total de Matt Murdock...del que este no sale muy bien parado.

Y es que Daredevil siempre ha tenido claros rasgos de un cierto desequilibrio mental, así el personaje es en muchas ocasiones un cúmulo de contradicciones (un profundo católico que se viste de diablo, un abogado que ejerce de justiciero etc), son contradicciones tal vez fruto de un origen algo endeble pero que en manos de buenos guionistas (Miller, Nocenti o el propio DeMatteis) dan mucho juego, por otra parte la situación en la que se encuentra Matt en esos momentos es cuando menos curiosa, tras descubrirse su identidad secreta, fingió su propia muerte y adopta otra identidad (Jack Battlin en homenaje a su padre: Jack “batallador” Murdock), para protegerse a si mismo y a los suyos, a esto se debe unir el echo de que no es la primera vez que lleva a cabo algo así ya en los lejanos tiempos de Stan Lee y de nuevo para proteger su identidad secreta fingió la existencia de un hermano gemelo (Mike Murdock) del que también fingiría su muerte.

Todo esto claro esta no configura la personalidad más equilibrada del mundo precisamente y DeMatteis sabe aprovecharlo al máximo, de esta forma, a lo largo de la saga asistiremos a un retorcido viaje por la mente de Matt, sus personalidades múltiples (Jack, Mike o Daredevil) y su situación mental, viaje en el que reaparecerán Foggy y Karen descubriendo ambos que Matt no ha muerto y el primero su identidad secreta, mostrando primero enfado por el dolor que han padecido y luego amor a Matt ayudándole a salir del pozo en el que este se encuentra, para todo ello DeMatteis se servirá de diversos personajes desde un onírico (¿o tal vez no tan onírico?) Stick, hasta el/la rival en esta ocasión Sir (ya usado en anteriores ocasiones por DeMatteis), personaje que compartirá con Matt un agudo desequilibrio y que odia a “las mujeres delicadas y débiles” (ya que antes él era ella pero se acabo convirtiendo en una mole de músculos buscando dejar de ser victima y acabo odiando a las mujeres, por ser antes una) y que ayudará también a Matt a salir de su situación siendo este capaz de pedir ayuda a su gente.

Al final de la saga DeMatteis nos muestra el origen de todo el desequilibrio de Matt, desequilibrio que parte de cuando aun ni siquiera era Daredevil, y es que tal y como se narro en el Hombre sin Miedo de Miller y Romita Jr. (que constituye un autentico año uno del personaje), cuando Matt trataba de vengarse por el asesinato de su padre fue responsable de la muerte de una prostituta (algo que tampoco sería así finalmente según mostró Joe Kelly en el especial Daredevil/Masacre del 98) y eso le ha estado pesando desde entonces, solo ahora al haber llegado a la raíz de todo y con la ayuda de su gente, Matt es capaz de salir adelante culminado así la saga de forma muy optimista y con un regreso del personaje al status quo precaída del paraíso, auque siendo más “luminoso” que entonces, ya que se ha reestablecido la relación con Karen y su despacho de abogados con Foggy, por fin Daredevil vuelve a sonreír.

Saga brillante la llevada a cabo por DeMatteis de la que el personaje sale mejor de lo que entró, si hubiera que poner un pero no sería a la labor de DeMatteis si no a la editorial y es que al haberse restaurado el status quo previo a la caída lo lógico sería pensar algún tipo de reacción por parte de la prensa ante el retorno de Matt y el regreso del DD “de siempre”, ya que el descubrimiento de la identidad secreta de DD fue lo que detono la caída, pero no será así siendo un este uno de los agujeros más grandes en la continuidad del cuernecitos.

Para finalizar este análisis los dos números que quedan (351-352) son fill-ins sin excesiva trascendencia en el primero de los cuales se enfrenta a un extorsionador de los bajos fondos, y en el segundo de los cuales a Martinike Janson (alias Mente Maestra) que se lo hace pasar mal a DD y a Foggy en el Mundo Asesino de Arcade.

miércoles, 21 de julio de 2010

Daredevil: Sombras de Humanidad y El Regreso de Kingpin, Chichester bajo anonimáto.

Si la segunda marcha de Miller (tras Born Again) fue resuelta de forma brillante con la llegada de Ann Nocenti y se pudo salvar una transición que se antojaba muy difícil, la marcha de Chichester y McDaniel supuso una nueva transición antes de la Marvelution...pero en este caso resulta de manera muy distinta.

Como siempre empiezo analizando los créditos de la etapa, esta se compone de un total de 11 números del 333 USA al 343 USA (Octubre de 1994 a Agosto de 1995), a lo largo de los cuales se pueden distinguir dos arcos arguméntales bien diferenciado, el primero (333-337 de Octubre de 1994 a Febrero de 1995) sería realizado por Gregory Wright a los guiones y Tom Grindberg a los lápices, del primero señalar que aparte de por su labor como colorista en diversas series (entre ellas en Daredevil, pero también habrá trabajos suyos en este campo para Batman o Spiderman) destaca por haber sido guionista de la mayoría de los anuales del cuernecitos durante los 90, del segundo hay pocas refrencias más allá de algún trabajo aislado en el trepamuros o en Conan, de nuevo el editor será el ya conocido Ralph Macchio.

El segundo arco sería realizado por Alan Smithee a los guiones (en lo que constituye un evidente pseudónimo varias veces usado en el cine, y bajo el cual en este caso se oculta D.G Chichester, vayá a saber usted los motivos) y un casi desconocido Alexander Jubran a los lápices durante lo primeros números (338-340 USA Marzo-Mayo de 1994) siendo después sustituido por un mucho más conocido Keith Pollard (autor de larguísima e interesantísima trayectoria donde destacan Thor o Spiderman) en los números finales de la etapa, precisamente sería Pollard quien junto a Arvell M. Jones dibujaría el ultimo número premarvelution con guiones del prolífico Warren Ellis (Transmetrpolotian, Planetary etc), el 343 USA de Agosto del 95 señalar que durante esta etapa y a partir del inicio del nuevo ciclo argumental (338 USA) Macchio se despide de su puesto como editor DD tras más de una década pasando este a manos de Marie Javnis; destcar tambien en este aspecto que estos comics fueron publicados en España tras la serie limitada “El árbol del conocimiento”, y antes de la llegada del volumen III de Daredevil (erróneamente titulado por Forum como volumen II), en dos sendos tomos titulados de forma respectiva “Sombras de Humanidad” (333-337 USA), y “El regreso de Kingpin” (338-343 USA), pasando en general y según parece bastante desapercibidos.

Así y tomando como referencia los nombres elegidos para las sagas en la edición española, empezaremos por “Sombras de Humanidad”, la saga en si, sin ser ninguna maravilla ni en dibujo ni en guiones, resulta cuando menos entretenida y bien narrada, el argumento central parte de una idea ya esbozada por Miller en su momento (y van...) donde un grotesco ser de las alcantarillas (al que DD ya derroto para recuperar a Vanessa Fisk en época de Miller) pretende restablecer el control sobre su gente derrotando al “nuevo” Daredevil, por el medio se observa una interesante trama de conspiraciones, acusaciones a inocentes e intrigas empresariales, asistimos al regreso de Guerrllero, la aparición de Deathlok y a la redención de un antiguo héroe con la ayuda de Daredevil.

Aventura tan entretenida como intrascendente, esta en la línea de las realizadas por Wright en los anuales de DD, cabe destcara que la historia sirve de adelanto del objetivo de la próxima saga centrada en el regreso de Fisk (con un Kingpin que poco a poco va escalando posiciones y recuperando poder), y tal vez se hecha en falta una mayor profundización en este “nuevo” DD y su entorno; sin apenas secundarios y mundo propio más allá de la mascara, (tal vez por entonces ya se barruntaba lo que iba a pasar y no se quería profundizar demasiado en algo que no se iba a usar) y es que aparte de lo que ya se sabía con Chichester esto es que Matt es ahora una especie de trilero que se hace llamar Jack Batlin en homenaje a su padre que finge no ser ciego y que tiene una relación de amor-odio con la fiscal del distrito, poco nuevo se aporta de nuevo.

La segunda saga “El regreso de Kingpin” resulta mucho peor: aburrida, absurda por momentos y con muertes innecesarias (Glorianna, otra ex que va a la tumba, si es que no va a ser casualidad, no), uno se puede llegar a explicar por que el Chichester uso pseudónimo; solo la llegada de Keith Pollard, y las portadas de Bill Sienkiewicz y Mike Dringenberg harán que estos comics merezcan minimamente la pena, la trama centrada en el paulatino retorno de Fisk a elevadas cuotas de poder sin que DD pueda hacer nada para evitarlo, tendrá como elemento conductor el intento de asesinato (o asesinato en el caso de Glory) de varios personajes relacionados con el “antiguo” DD (o más bien con su alter ego, Matt Murdock), lo que lleva a DD a pensar que o bien algún enemigo ha descubierto su tapadera (ingeniosas tapadera por otra parte el ponerse el sobrenombre de tu padre exboxeador para ocultarte, seguro que así nadie se da cuenta) o bien Fisk pretende vengarse de él.

La hsitoria tiene algún momento interesante como las reacciones de los antiguos conocidos de DD (Karen o Urich) frente al “nuevo” héroe al que no dudan en calificar de impostor, los diálogos con Fisk, o la mayor implicación en el entorno de Jack Batlin pero la resolución es tan absurda que uno no sabe si reír o llorar, el misteriosos asesino (de nombre Kruel para más señas), resulta ser un antiguo secuaz de Fisk que hace muchos años metió la pata y trato de huir del castigo del Kingpin, en su huida fue a parar a un restaurante donde fue capturado por Fisk, apalizado y supuestamente quemado hasta la muerte, pero hete aquí que un curioso y casual giro del azar en el restaurante en cuestión, se encontraban comiendo (por varios motivos) y sin conocerse entre si, ni más ni menos que Ben Urick, Karen Page, Glorianna O´Brien y Foggy Nelson (entre otros) y claro, ¿que hizo Fisk ante tanto testigo?, ¿tal vez y aprovechando que quemo el restaurante con Kruel dentro, los quemo a ellos también?, no insensatos quien puede pensar eso, con lo caritativo que es Fisk, no, nada de eso, lo que Kingpin hace es suministrar a todos una droga que le hace olvidar lo sucedido, y así como resulta que Kruel escapó vivo, cuando se recupera y después de años de entrenamiento va y se dispone a vengarse.

De esta forma DD descubre que todo esto no tiene nada que ver con él si no que es casual y de nuevo ha de ayudar a Fisk (y van...) para derrotar a Kruel, un Fisk que ya ha conseguido recuperar parte de su poder y limpiar su nombre, la verdad es que la saga tiene momentos puntuales interesantes, pero esta resolución aparte de increíble es totalmente absurda y difícil de cuadrar, sea como sea queda un ultimo número donde Ellis nos muestra una historia en la que DD no aparece pero en la que un Matt (o Jack, vamos) algo desquiciado detiene diversos criminales, un comic entretenido si más que recuerda ligeramente a la historia de Chichester y Garney titulada “34 horas”, queda para el futuro un nuevo relanzamiento...en este caso realmente necesario.

lunes, 19 de julio de 2010

El Daredevil de Chichester y McDaniel II.

Y llego la caída; y es que la etapa de Chichester que parece movida a base tropezones (Caída de Kingpin, Caída del Paraíso) alcanzó su punto culminante con una saga tan atrevida como “herética” que solo podía tener cabida en una década, la de los 90 donde nada era ya sagrado.

Como siempre empezaremos por lo créditos, la etapa que se va analizar a continuación corresponde a los números 319-332 USA (de Agosto de 1993 a Septiembre de 1994) al frente del equipo creativo estarían siempre, Chichester a los guiones y McDaniel a los lápices, salvo en el número 328 (Mayo de 1994) que sería realizado por el colorista (y guionista de la mayoría de los anuales de DD en los 90) Gregory Wright a los guiones y por un casi desconocido Sergio Cariello (Azrael) a los lápices, de nuevo Ralph Macchio sería el editor, la mayoría de los números estarían entintados por Hector Collazo (señalar que algunos con el 320 de Septiembre de 1993, o el 324 de Enero de 1994 estarían entintados por el hoy conocidísimo Michael Avon Oeming, coautor entre otras cosas de Powers), por ultimo el color volvería a correr a cargo en su mayoría de Christie “Max” Scheele.

Esta ultima etapa de Chichester/McDaniel al frente de DD se estructura en dos grandes sagas de siete números cada una de ellas, la primera de las cuales titulada como “Caída del Paraíso”, pretendió (sin conseguirlo como ha demostrado el tiempo) marcar un antes y un después en la historia del cuernecitos, y para ello, al igual que ya ocurriera “La Caída de Kingpin” que ante todo fue un intento de dar replica a “Born Again”, Chichester recurre a lo más profundo, a las mismas raíces de lo que en su día planto Miller en la strip, solo para retorcerlas y tratar de hacerlas suyas de nuevo, y desgraciadamente con escaso éxito.

La saga en su momento supuso un autentico impacto, y de hecho fue considerada como “novedosa y valiente” , sin embargo el paso del tiempo la ha puesto en su sitio, y vista en la actualidad cabe enmarcarla en la tendencia plenamente noventera, de “crear” replicas más “oscuras” de los héroes, tendencia en la que se podrían embarcar desde Veneno (que paso de ser un más que interesante villano, a ser un más que patético “héroe”), el USAagente, Thunderstrike o incluso un remozado Maquina de Guerra (que vivió su época dorada en los 90), esta tendencia pese a ofrecer algún producto digno (Thunderstrike) ha sido por lo general bastante repudiada con el paso de los años; y en el caso de DD el asunto pasó por endurecer al personaje mismo tanto en actitud como en estetica.

Dicho todo esto la saga, esta se inicia en el 319 USA, con una gran y simbólica portada de McDaniel que ya anuncia que algo muy importante esta a punto de ocurrir y finalizará en el 325 USA, número doble y de portada también muy significativa.

Hace años un peligroso e importante gas fue perdido en el metro de New York, una de los botellas que contenían ese gas no se rompió y ahora son muchos los que desean encontrar ese gas de una forma u otra, Eddie Passin se convertirá en un personaje clave en la trama central de la obra ya que el fue quien en su momento escapo con el gas experimental se trata en realidad de un antiguo agente de una agencia secreta del gobierno que en 1963 y tras enterarse de los planes de su jefe (el General “TNT” Kendoy) se fugo con el gas; psíquico de bajo nivel sus pesadillas y la tortura vivida desde su fuga es lo que esta volviendo locos a algunos de los vagabundos con los que convive, DD decide investigar la situación y se ve envuelto en algo mucho más grande.

En el primer número además de sentar las bases de la saga Chichester aprovecha para ir perfilando las ideas que quiere plasmar y así vemos como Garrett (el ciborg coprotagonista de Elektra Asesina) es integrado en la continuidad oficial (integrando así de paso esta obra de Miller/Sienkiewicz en la misma, algo que hasta este momento nunca había estado del todo claro, ya que no olvidemos se publico en su momento bajo el sello Epic), y como su cuerpo cibernético esta conservado en un laboratorio secreto donde en sus ensoñaciones se cree el presidente de los USA (puesto en el que acabo en Elektra Asesina), obtener el control del ciborg será el objetivo de la Sepentería una misteriosa organización que perteneciente a La Mano pretende ir más allá de esta, además presenta a la periodista del Bugle, Sara Harrington, que empieza a mostrarse muy interesada en los trabajos de Urich sobre DD, a esto se debe añadir la presencia del duplicado demoníaco de DD procedente de las Guerras Infinitas y que jugara un relevante papel en la saga.

De esta forma y planteado el elemento central de la historia, esta se convierte en un continuo ir y venir de personajes que sin ton ni son pretenden hacerse con el control de Passin y con el del gas mientras que un DD desbordado por la situación, opta por cambiar de traje, y ponerse uno nuevo (que más que traje es armadura) para garantizarse una mejor defensa (“y es que tiempos más duros requieren recursos más duros”), pero los cambios en la serie introducidos por Chichester, en esta saga no serán meramente estéticos, si no que irán mucho más allá cuando Harrintong, entre en casa de Urich y se haga con sus anotaciones sobre DD no dudando en publicar a toda página la identidad secreta de Matt (un recurso que años más tarde emplearía Bendis, pero desde luego sacándole mucho más jugo del que sacará Chichester en estos momentos), esto llevará a Matt (gracias a la muerte de se doble demoníaco que al morir se transforma en una replica suya), a fingir su propia muerte y a iniciar una nueva vida con nueva identidad incluida (Jack Battlin, para más señas) en un intento de cambio radical en el status quo de la serie, que ni Chichester ni mucho menos sus sucesores supieron aprovechar.

Sin embargo lo más impactante estaba por llegar, y era ni más ni menos que el regreso de Elektra el mítico personaje creado por Frank Miller (personaje al que hasta este momento solo había escrito él), regresa a la vida gracias a las maquinaciones de la Serpentería, pero regresa eso si divida en dos, por un lado una Elektra “purificada” que fue la que Matt salvo con su amor, y por otro lado, todo lo malo y lo impuro de Elektra (que fue lo que Matt purgó) que es la parte que interesa a la Sepentería.

Lejos de nuestra intención esta el negar la posibilidad a cualquier otro escritor que no sea Miller (un Miller que por cierto montó en cólera con la noticia y aun a día de hoy cuando le preguntan por Marvel lo único que responde es Elektra está muerta”) de escribir historias sobre Elektra, pero lo cierto es que para lo que se ha escrito con este personaje desde su regreso estaba bien donde estaba, ya que el paso del tiempo ha venido a demostrar que solo Frank Miller ha podido escribir y entender en su plenitud al personaje, algo fácil de comprender en una creación tan personal.

Son tantas y tan espectaculares las revelaciones que se suceden a lo largo de la saga que uno no puede si no ignorar lo que en principio es la trama central de la misma, (el asunto del gas, Passin y demás) pero lo cierto es que el confuso y en ocasiones pretencioso guión de Chichester ( con multitud de personajes interesados en el gas, Marta Plateada, Veneno ..., y conspiraciones varias) y el aun más confuso y “difícil de leer” dibujo del espectacular McDaniel, no ayuda mucho a ello, por lo que al final lo que queda de la saga (aparte del imenso galimatias que le hace parecer mejor y más complejade lo que en realidad es) es el regreso de Elektra y el fallido intento de cambio de status quo en Matt, y es que leyendo la saga en su momento, las pretensiones de Chichester parecía estar en dejar su nombre en la historia del hombre sin miedo por encima incluso del de Miller, para lo cual no dudo en acudir a su etapa y retorcerla hasta limites insospechados...fuera o no esa su intención lo cierto es que fallo estrepitosamente, y de los cambios introducidos en su etapa solo perduran a día de hoy el regreso de Elektra.

Queda una última saga para finalizar el ciclo de Chichester/McDaniel al frente de la strip, la saga en siete partes conocida como “El árbol del conocimiento”, que trascurrirá a lo largo de los números 326-332 USA, la historia supone una vuelta de tuerca más a las conspiraciones varias (en este caso relacionadas con las nuevas tecnologías) en la que como viene siendo habitual los personajes invitados pululan en casi cada número (Capitán América autentico coprotagonista de la saga, Puño de Hierro, o Gambito serán algunos de ellos), y en la que la pareja creativa vuelve a tejer una compleja (no por inteligente, sino por pretenciosa y difícil de leer) y aburrida historia con escaso interés, en la que apenas se ahonda en las consecuencias de la “muerte” de Matt para sus seres queridos, y en la que la Hydra de Von Struker volverá a ser rival (como en “Juego Mortal” o en menor medida en “La Caída de Kingpin”), destacaran además de las espléndidas portadas de McDaniel, los encuentros entre Matt y Elektra...encuentros que sin embargo distan mucho de estar a la altura de los de la época de Miller, etapa que quiera o no Chichester siempre se va a comparar, para su desgracia, su trabajo al frente del cuernecitos, el mismo se lo buscó en todo caso.

Finaliza así una colaboración (queda Elektra: Raíz del Mal, donde se reúne de nuevo la pareja creativa en torno al regreso de Elektra, pero eso queda para más adelante) que en su momento rompió moldes pero a la que el paso del tiempo no ha beneficiado en absoluto, quedando casi como una suerte de nota al margen en la historia de Daredevil y cuyo mayor legádo es también su mayor lastre.

viernes, 16 de julio de 2010

El Daredevil de D.G. Chichester y Scott McDaniel I.

Los 90 fueron si duda unos tiempos difíciles para ser un héroe, los dientes apretados, las pistolas como argumento y la espectacularidad artificiosa se ponía por encima de todo a Batman le rompieron la espalda y fue sustituido por un psicópata asesino, Superman murió y regreso portando una ametralladora a Green Lantern le dio por convertirse en un genocida cósmico, mientras que Spiderman se perdía entre tanto clon, al Capitán América le creaban una copia facha y Mike Deonato Jr. transformaba a Thor en una drag quenn, ¿y Daredevil?, bueno pues Daredevil tuvo a D.G. Chichester y Scott McDaniel...

Empezando con los datos, la etapa que toca hoy contiene los números 305 a 318 (Junio de 1992 a Julio de 1993) , a los que habría que añadir los que números de Nómada; Nómada 5, 6 y 7 de Agosto a Octubre de 1992 a manos de Fabian Nicieza (Thunderbolts) y Pat Olliffe (Spidergirl) y de Punisher; The Punisher War Journal 45, 46, y 47 de Agosto a Octubre de 1992 a manos de Chuck Dixon (Nitghwing) y Jonh Hebert (Ghost Rider). Los responsables casi absolutos de esta etapa seria Dan Chichester a los guiones, Scott McDaniel a los lápices, Bud LaRosa a las tintas y Christie ´Max´ Scheele en el color, además de nuevo el sempiterno Ralph Macchio que ejercería las labores de editor, las excepciones más destacadas sería los números 310-311 (Noviembre-Diciembre de 1992) donde Chichester se toma un respiro siendo sustituido por Glenn Alan Herdling (Cable) y el 316 (Mayo de 1993) donde McDaniel es sustituido por un casi desconocido Kevin Kobasic.

McDaniel era en el momento de su llegada a Daredevil casi un desconocido que muy pronto paso a convertirse en un dibujante muy apreciado sin llegar a ser considerado “hot” aunque estando cerca de ello, lo cierto es que analizando el arte del McDaniel de aquel entonces uno puede darse cuenta de lo que se buscaba en los 90, McDaniel era en ese momento un dibujante espectacular, con una composición de página impactante, realizando además unos dibujos con mucha fuerza....pero sin embargo no tenia la más mínima idea de narrar sus tebeos eran confusos y difíciles de leer, lo que unido a los en ocasiones excesivamente farragosos (y hasta pretenciosos) guiones de Chichester, hacen que sea fácil de entender por que esta etapa fue en su momento un éxito y sin embargo ahora no resista una relectura.

La llegada de McDaniel se produce en el ya mencionad Daredevil 305 USA, y tiene lugar en un intrascendente aunque espectacular número en el que DD debe recurrir a la ayuda de Spiderman para derrotar a...bueno a una cirujana psicópata que se dedica a cometer asesinatos para obtener órganos que vender en el mercado negro (tema por el que se pasa de puntillas, ya que el comic se centra más en la acción), la aventura lejos de concluir en el 305 se prolonga en el siguiente número, ya que claro ¿cómo va a DD y Spidey a derrotar a una cirujana (tremenda amenaza donde las haya) en solo número?, sea como sea lo cierto es que lo más relevante de estos números es que a través de los mismos se empieza a ver lo que se esta cociendo tras la caída de Fisk y como varios de sus posible “sucesores” preparan una reunión en Las Vegas para repartirse el pastel.

Bajo esta a priori interesante premisa se inicia el crossover titulado como Juego Mortal en el que DD, Punisher y Nómada cruzarán sus destinos para hacer frente a tan peligrosa reunión, habiendo ya reseñado más arriba los números de Nómada y Punisher, la saga afectara al cuernecitos desde el número 307 al 309 USA, el crossover aunque entretenido desperdicia como si tal cosa todo un filón argumental (algo que con Chichester suele pasar a menudo, tiene buenas ideas pero luego no sabe que hacer con ellas) y supone una mera sucesión de tiros, acción y malentendidos entre los protagonistas, no aclarando en ningún momento la premisa fundamental en torno a la cual se estructuraba en teoría la acción (que pasaba con el imperio de Fisk ahora que este no estaba), entre los postulantes a la sucesión se encuentran desde Lápida (en representación de Maggia), pasando por Cabeza de Martillo (representante de los intereses de Maggia en New York), el obeso mafioso conocido como Babosa, los hermanos Fenris, el Imperio Secreto, la Yakuza japonesa, la Mano, Justin Hammer, Mr Tolliver (lo que traerá consigo la breve pero intensa aparición del mercenario bocazas Masacre), Hydra, Mr Donahue (representante del cartel internacional conocido como Lotus) y La Palabra grupo fascista de Cráneo Rojo que llevara la voz cantante de una reunión que como no podia ser de otra manera acaba mal, y es que a o largo del crossover abundara la acción a grandes dosis, los invitados sorpresa (al ya menciona Masacre se unirá el antiguo enemigo de DD, Guerrillero ahora rival de Nómada o Cabello de Plata que no querrá quedarse sin su trozo del pastel asi como Madame Hydra la cual tendrá una interesante relación con Punisher) y la inconsistencia argumental que hará que al final de la saga las cosas estén exactamente igual que al principio, por lo que para esto tal vez hubiera sido mejor ahorrarse el crossover, por destacar algo, tal vez merezca la pena reseñar las breves apariciones de un Fisk huido de la justicia y que pretende reconstruir su imperio o el trato que DD se ve obligado a hacer con el mercenario-terrorista conocido como Terror para dar con el paradero de alguno de los villanos.

Finalizado el crossover Chichester se toma un par de meses de descanso y los guiones de los números 310-311 caerían en manos del poco conocido Glenn Alan Herdling el cual (en un tien-in con la Guerras Infinitas) lleva acabo una intrascendente aventura que lejos de la tradicional acción más “urbana” de Chichester se centra en el vudú y en el doble demoníaco de Daredevil (salido de esas ), doble que tendrá un papel muy relevante en el futuro de la serie.

Tras esto Chichester retoma el mano y los números 312-313, suponen un regreso a la ambientación “urbana” más propia de un personaje como DD, en una historia que tiene como trasfondo una interesante trama en torno a un incendio provocado, en la que nada es lo que parece y donde se resalta la faceta un tanto olvidada de abogado de Matt cuando defiende a una persona acusada injustamente de provocar un incendio, a lo largo de estos números destaca también en ahondamiento en la relación de Matt y Karen que poco a poco se van acercando.

A partir de aquí los números 314-318 anteriores a la Caída del Paraíso se encuentran inéditos en nuestro país (pese a que en su momento se aseguro que se iban a publicar), en ellos destaca el regreso de Mr. Miedo en los números 314-315 en su cuarta encarnación como Alan Fagan, la ausencia de McDaniel en el 316 siendo sustituido por el ya mencionado Kevin Kobasic, o la continuación de las tramas secundarias de Karen o de Fisk, sin embargo lo más representativo de esta etapa estaba por llegar, y vaya que si llego.

miércoles, 14 de julio de 2010

El Daredevil de D.G. Chichester y Lee Weeks.

Chichester es sin duda uno de los guionistas más polémicos de la historia de Daredevil, en su momento consiguió aumentar las ventas de la serie y no recibió malas criticas, el paso del tiempo sin embargo no ha sido tan benevolente con su etapa y los palos llueven ahora por doquier, sea como sea lo cierto es que antes de su polémica colaboración con McDaniel, estuvo al frente de los guiones de DD durante más de un año en una etapa tal vez menos conocida, pero no por ello carente de interés.

La etapa de la que vamos a hablar a continuación cubre todo el Daredevil de Chichester antes de la llegada de McDaniel a los lápices, es decir los Daredevil USA 292 a 304 (Mayo de 1991 a Mayo de 1992) a lo a lo largo de estos trece números Chichester contó sobre todo con la colaboración del excepcional dibujante: Lee Weeks, un Weeks que ya había colaborado en lo números finales de Nocenti, y que evoluciona y mejora a cada número que pasa con un aire entre Byrne y Mazzucchelli cada vez más reconocible, su colaboración se mantendría con una única interrupción (el 296 USA de Septiembre de 1991 a cargo del no menos excelente Ron Garney) hasta el 300 USA (Enero de 1992) a partir de ahí y durante tres números el dibujante sería el caso desconocido M.C. Wyman siendo dibujado el número 304 (Mayo de 1992) de nuevo por Ron Garney, como editor de nuevo figura el sempiterno Ralph Macchio.

La llegada de Chichester a DD no venía avalada por una trayectoria muy extensa en lo que a guiones anteriores se refiere, destacando sobre todo su trabajo al frente de Nick Fury Agent of SHIELD, la labor que Marvel le encargo desde un principió consistió en ligar más a DD a la corriente del Universo Marvel central, que no estuviera tan aislado (lo cual no deja de ser sorprendente habida cuenta de que en la etapa Nocenti, la aparición de invitados estrella es continua, Lobezno, Punisher, la Antorcha Humana, Spiderman, la Fuerza de la Libertad etc) y Chichester se mostró dispuesto a hacerlo desde el comienzo, recurriendo a dos sagas interrelacionadas en las que como empezaba a ser ya habitual en casi toda serie Marvel que se preciara de serlo por entonces (estamos en los 90) aparecían como invitados estrella Punisher y el Motorista Fantasma (solo falta Lobezno para completar el trio de oro de la década).

La primera de las sagas abarca los números 292-293 y suponen un nuevo enfrenamiento tanto físico como ideológico entre Daredevil y Punisher, enfrentamiento que tiene como telón de fondo la figura de dos criminales no muy habituales en las paginas del cuernecitos (en un paso más en esa supuesta integración), el Supervisor y Lápida, la historia con mucha acción y entretenida no tendría en si misma demasiado interés si no fuera por dos subtramas que abre Chichester, en primer lugar vemos como Kingpin, con la ayuda de un misterioso colaborador conocido como el coronel Strang (que muy pronto y secretamente revela sus intenciones de hacerse con el control del negocio de Fisk desde dentro), planea su entrada en el mundo de los medios de comunicación, por otro lado Chichester aprovecha para recuperar a María Tifoidea de la que nada se había vuelto a saber desde mediados de la etapa Nocentti, y que todavía permanece al lado de Fisk, a esto se añade en la última página del segundo número la revelación de que quienes esta detrás de todo el asunto de Lapida y el Supervisor, no son otros que La Mano, organización clandestina que hacía tiempo que no se pasaba por estas páginas y que ahora regresa para protagonizar la siguiente saga de Chichester.

En este caso son tres números (294-296), a lo largo de los cuales DD tendrá que hacer frente a esta peligrosa organización contando para ello con la ayuda del Motorista Fantasma y de una renacida Casta con la que incluso reaparece Piedra al que en un principio se suponía muerto, de nuevo (y más allá del sorprendente a la par que innecesario y casi “herético” regreso de La Casta) la trama central aunque entretenida no es nada del otro mundo teniendo mucho más interés las distintas subtramas que Chichester va desarrollando, así vemos como Fisk sigue adelante con sus planes mediáticos y como si de un Pedro J. cualquiera se tratase no duda en presionar a sus periodistas para que informen según sus dictados, por otro lado destaca también el recuentro entre Matt y Karen, un recuentro tenso y con una Karen bastante cambiada que todavía no ha sido capaz de perdonar a Matt (lo que tiene su aquel tendiendo e cuenta lo que este fue capaz de perdonarle) y que ha iniciado una cruzada contra el cine porno, la saga finaliza con la derrota de La Mano solo para Matt descubra que el gran beneficiado de sus acciones ha sido una vez más Fisk, lo que hace que Matt se decida a poner fin de una vez por todas a su eterna partida de ajedrez; esta dispuesto a acabar definitivamente con Kingpin y a hacerle pagar por todo el daño que ha hecho.

Así con esta interesante premisa se inicia la ultima saga con Weeks a los lápices, saga que conducirá al mítico números 300 USA y que en español es conocida con el explicito “La Caída de Kinping”, (poco que ver con el “Last Rites” original), en la saga de cuatro números de duración (297-300 USA), Chichester usará muchos de los elementos de Born Again (no el fundamental claro, ya que el Matt Murdock que salió de esa historia nunca tendría necesidad de vengarse de un Fisk al que derroto miserablemente ya entonces), de su etapa en Nick Furia, (ya que tanto este como Hydra jugarán un papel relevante), así como de la etapa Nocenti, con una resolución también definitiva (todo lo definitiva que puede ser algo en el mundo del comic) del asunto Tifoidea.

La saga bien llevada tanto en su desarrollo como en su conclusión peca a veces de pretenciosa al pretender emular a Born Again, lo que sin duda le viene algo grande; la trama fundamental, parte de las semillas que cuidadosamente Chichester había ido sembrando números atrás, y es que en estos números descubrimos que quien apoya a Fisk en su entrada en la televisión, no es otro que el Barón Von Strucker y su organización de terror internacional Hydra que pretenden hacerse desde dentro con el imperio de Fisk, esto atrae inmediatamente la atención de Furia y SHIELD que contactan con DD para pedirle que no intervenga y deje tranquilo a Fisk y así poder pillar a Hydra “con las manos en la masa" , esto permite a Matt acceder a la base de datos de SHIELD sobre el rey neoyorquino del crimen y uniendo esto a sus propias investigaciones va reuniendo pruebas más que suficientes para condenarlo ignorando así, las advertencias de Furia.

Un Matt implacable y sin dudas decide poner toda la carne en el asador y no duda en seducir a Tifoidea (que sigue sintiendo una brutal atracción por él) solo para poder detenerla y entregarla a un psiquiátrico y poco a poco va minando los apoyos y aliados de Fisk, un Fisk que además ha de hacer frente a la amenaza de Hydra que se hace con el control casi total de su imperio sin que pueda hacer nada para impedirlo, acorralado y desesperado el número 300 supone el enfrenamiento final entre Fisk y DD siendo el primero totalmente derrotado, sin dinero, sin aliados y con multitud de pruebas en su contra (pruebas que Daredevil pone en manos del Daily Bugle de un J.J. Jameson muy bien tratado por Chichester) el gran Kingpin ha caído, se inicia así una nueva etapa en la serie con una interesante ruptura en el status quo que desgraciadamente no será muy bien aprovechada por Chichester.

La despedida de Weeks y el fin de tan ambicioso argumento no impide que los siguientes tres números (301 a 303 de Febrero a abril de 1992) a cargo de M.C. Wyman sean una nueva saga en este caso con el Buho de protagonista, un Buho que poco tiene ver con el original (o con el que pulula hoy por distintas series del trepamuros o en el DD de Bendis) se trata de un Buho consumido por la adicción a suero que le dio sus poderes que ha perdido parte de sus órganos y al que el estar al borde de la muerto no ha hecho si no más peligroso, Daredevil consigue detenerlo y le promete ayuda medica para su situación.

Con esto llegamos al último número antes de la llegada de Scott McDaniel a los lápices, el número 304 USA con dibujos de Ron Garney y titulado “34 Horas”, es sin duda el mejor número de todos lo guionizados por Chichester, por primera vez desde su llegada realiza un número auto conclusivo y los resultado no pueden ser mejores, a lo largo del episodio (fantásticamente dibujado por Garney), Chichester, narra un día “normal” en la vida de DD, sin villanos ni invitados estrellas, Daredevil se dedica a ayudar a la gente y a salvar vidas a lo largo de un intenso y emotivo número que demuestra quien en Daredevil y por que es tan importante y querido en New York, una New York que se convierte en un personaje más de la historia, historia que por desgracia no pasara de mera anécdota ante lo que esta por venir, el Daredevil de Dan Chichester y Scott McDaniel donde nada será ya sagrado.